Jesús Rivero, Redacción Revista TU VOZ, Rosario, Argentina.
El presidente de Colombia Gustavo Petro anunció el pasado 1 de mayo que romperá relaciones diplomáticas con el Estado de Israel por la avanzada militar en la Franja de Gaza.
El mandatario aseguró que tomó la decisión ante las acciones de las autoridades de ese país que calificó de “genocidas”.
También en su discurso hizo hincapié en unirse a la demanda de Sudáfrica contra el Estado de mayoría judía, al que acusa ante la Corte Internacional de Justicia de violar la Convención para la Prevención de los Genocidios, por su ofensiva en el enclave palestino.
Poco después de iniciado el conflicto bélico en Gaza, el pasado 15 de octubre el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia Gustavo Petro había enunciado con la posibilidad de suspender las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, y el 26 de marzo del respecto año repitió el enunciado diciendo que materializaría está ruptura si Tel Aviv no llegaba a un acuerdo con Hamás.
Ante esta decisión del gobierno de Gustavo Petro, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, rechazó la postura y calificó a Petro de “antisemita».
Por su parte la comunidad judía en Colombia, lamentó el enunciado del mandatario y rechazo el adjetivo de “genocida», utilizó por este último.
La Confederación de Comunidades Judías de Colombia llamo a ambos países a dejar canales de “diálogo y concertación abiertos» asegurando que las dos naciones han mantenido un buen entendimiento desde el establecimiento de sus relaciones bilaterales en 1953.
El anuncio de Gustavo Petro se da cuando la avanzada militar del ejercito israelí en la Franja de Gaza, que Tel Aviv asegura que se lleva a cabo para “acabar con Hamás y recuperar rehenes”. Ha dejado miles de muertos, ha condenado a más de un millón de personas al hambre, generando una crisis socio-economica, política, sin precedentes.
Hace falta que muchos mandatarios pierdan el miedo y sean libres como Petro para comprometerse con la paz.
Que otros mandatarios sigan el ejemplo de Petro como gesto de compromiso por la paz, sin miedo.