Redacción Revista TU VOZ, Francia . Paco Luque
La construcción de la democracia española está fragilizada por la inconsistencia de un imprescindible fundamento: reparación a las víctimas del franquismo y reconocimiento al antifranquismo.
Son dos asuntos en los que España, cuarenta y ocho años después de la muerte del dictador, acumula un vergonzoso retraso En lo concerniente a las víctimas, la necesidad que conlleva toda reparación de señalar con caras y nombres a los culpables, para juzgarlos, choca sistemáticamente con artificios (ley de amnistía, prescripción) que hacen imposible que estas causas fructifiquen en nuestro país.
Desgraciadamente, durante todos esos años no se ha tomado ninguna medida legal en este sentido. Ni la ley de memoria histórica de 2007 ni la reciente ley de memoria democrática de 2022 sirven para corregir esta gran anomalía democrática. Así que las víctimas de la dictadura que quieren pedir justicia contra los verdugos recurren al único juzgado que tiene estos litigios abiertos que es el Juzgado de lo Criminal y Correccional de Buenos Aires cuya titular es la jueza María Servini de Cubría.
El conjunto de todas sus causas contra crímenes del franquismo (torturas, asesinatos, niños robados, …) es la «querella argentina» que ha ido creciendo durante 14 años acumulando numerosos testimonios y denuncias Una delegación de la CEAQUA (Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina) ha estado de nuevo en Buenos Aires la semana pasada con el fin de aportar más informaciones que acrediten, aún mejor, el carácter de crímenes de lesa humanidad de los hechos denunciados.
Especial atención merece el caso del ministro franquista Rodolfo Martín Villa, imputado por doce homicidios agravados. Este caso sigue actualmente su curso mientras el acusado intenta blanquear su imagen en actos indignos que pretenden presentarle como «ejemplo de convivencia entre españoles»
La delegación de la CEAQUA explicó, en rueda de prensa que, lamentablemente, muchas de las acciones abiertas han sido sobreseidas por defunción de los encausados como ocurrió en el caso del torturador Antonio González Pacheco alias Billy el Niño quien murió sin que los diferentes gobiernos, del PP, del PSOE, o de coalición fueran siquiera capaces de retirarle las tres medallas que le habían sido concedidas en democracia.
Al día de hoy muchas víctimas y verdugos han muerto y la reparación en vida, sin duda la más justa, es imposible. Desde 1978 el franquismo contamina nuestras instituciones, amedrenta a la democracia y hace que, al día de hoy, siga planeando esta profunda vergüenza sobre nuestra sociedad.
Certero artículo.
Paco Luque era responsable de la FUDE de Madrid en 1975 . Ahí coincidimos brevemente en esa época mi compañero Julio Pacheco y yo. Era un joven muy inteligente y curioso.
Un excelente y prestigioso músico.