“HAY UNA OLA EXPANSIVA DE FASCISMO”

Por Walter C. Medina

Entrevista a Gabriela Rivadaneira Burbano

El bloque “El Ángulo”, presentado por Ximena Donamaría en el programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” (AM830) tuvo este miércoles como invitada a Gabriela Rivadaneira Burbano, ex presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Dirigente de la Revolución Ciudadana,  actualmente directora Ejecutiva del Instituto para la Democracia Eloy Alfaro, y asilada política por el gobierno mexicano a raíz de los hachos e octubre de 2019.

Entre los temas que se abordaron durante la entrevista, Rivadaneira mencionó el avance de la extrema derecha en los países de Latinoamérica, la guerra judicial y mediática contra referentes del progresismo y la relevancia de los movimientos estudiantiles en pos de visibilizar el genocidio que se está cometiendo contra el pueblo palestino. 

Tuviste que exiliarte en México. Cuéntanos cómo ha sido

Si, como consecuencia de la guerra judicial. Tengo un proceso por instigación puesto por el entonces presidente Lenin Moreno por el levantamiento de octubre de 2019, situación que todavía no se archiva. Es la historia que ha recorrido nuestra América Latina y varios países en los últimos años. De la que no se escapa Ecuador y de la que no se ha escapado los dirigentes y dirigentes de la Revolución Ciudadana 

¿Cómo ves la situación política y social de Ecuador?

Es muy doloroso contarlo y mucho más doloroso vivirlo; no solamente por nuestras familias, los compañeros, la militancia, las noticias del día a día. Haber pasado en apenas siete años de ser un país próspero, con una hoja de ruta de desarrollo, de ser el segundo país más seguro del continente, a ser siete años después un país que lo ha perdido todo. Hoy somos el país más violento e inseguro del continente, tal vez solamente después de Haití. Eso nos duele porque es degradar a tal nivel el tejido social, que te desmotiva, te desesperanza, pero además te vuelve presa de estos actores de derecha que se presentan como los outsiders, los nuevos. Es un joven empresario con una familia que cumple con los estereotipos de lo familiar, de lo transparente, es decir, todo lo ajeno a lo que hoy por hoy vive nuestro pueblo. Y eso te presenta también todas esas dificultades y una problemática estructural que es una desigualdad totalmente profundizada. Los índices de inseguridad no solamente te alteran la vida cotidiana sino te aterrorizan. Nosotros pasamos de un encierro de la pandemia a un encierro por la inseguridad, y eso te anula toda posibilidad de organización, de movilización; es decir, en un pueblo aterrorizado lo que te queda prácticamente es una disputa. Tienes que volver al sentido común, a la disputa del sentido común, del bien común y a la disputa territorial por nuevas esperanzas. Esta crisis ha sido muy utilizada también para la militarización de determinados sectores y territorios, que tampoco han resuelto la problemática de seguridad. Ahora mismo estamos bajo un escándalo, son estas cosas que Noam Chomsky ya te planteaba en sus Diez Estrategias de Manipulación Mediática; una de ellas es justamente minimizar los problemas globales y ponerte a debatir sobre cosas que se te aparecen en el escenario. Hoy la esposa del presidente está vinculada a una de las empresas que está promoviendo en este preciso momento la destrucción de uno de los manglares más importantes del Ecuador. Ahora es el todo por el todo, incluso defendiendo proyectos familiares que están contra la ley, pero que se imponen en este ámbito de crisis multidimensional que estamos viviendo en Ecuador.

¿Cómo ves los pros y contras del rechazo por parte de la población a las medidas económicas, pero sin embargo esa aceptación de mano dura que se repite en muchos sitios?

Cuando tienes un pueblo aterrorizado, cualquier cosa es mejor de lo que estás viviendo. Es decir, creemos que no existe nada peor, y que el día de mañana puede ser mejor, bajo las únicas alternativas que se te presentan en el panorama político y público; y tu terminas adoptando medidas que van totalmente de tu propio bienestar, de tu propia satisfacción, pero las adoptas porque se presentan como única opción. Eso es lo que hace el modelo llamado “bukelista”, que es un programa que te presenta supuestas soluciones al conflicto de manera inmediata pero que a mediano y largo plazo te revientan porque no estas atacando el problema estructural que es la desigualdad. Es una profundización del sistema neoliberal que te ataca directamente el tema de los derechos humanos y la vida de la gente, en una suerte de limpieza social, que es lo que el proyecto bukelista te ofrece. Una limpieza social en la que terminan poniendo a todos los pobres sentenciados o apresados. Terminas exponiendo un pueblo desesperado por una alternativa a la principal problemática que tiene el Ecuador, que es la seguridad, votando todas las preguntas de seguridad. Los avances que tuvimos hace diez años en materia laboral no se están cediendo por parte de la mayoría. Y otra de las políticas que tuvo un rechazo es el retorno al CIADI y a los espacios de resolución de los tratados bilaterales de inversión. Es un tema que caló mucho por los intereses propios que topaba a Daniel Noboa y a su familia, que tiene uno de los consorcios más importantes empresariales del país, que está alrededor del grupo NOBIS. Entonces el sólo hecho de que el pueblo sepa que tenemos un presidente que está aprovechando el espacio del Palacio Nacional para tomar medidas afirmativas a favor de su familia y en contra de la mayoría del pueblo, nos parece un tema muy importante y que deja una luz de esperanza en una disputa política que ya viene. Recordemos que Noboa fue electo solamente para cubrir el tiempo del período regular que no pudo hacerlo el banquero Guillermo Lasso; por lo tanto en julio o agosto tendrá que presentarse el nuevo calendario electoral, y en febrero de 2025 estaremos en elecciones presidenciales y parlamentarias.

¿Creés que el fascismo se puede implementar en la Patria Grande?

Es un hecho que hay una ola expansiva del fascismo. En el período anterior, auspiciado por Trump, que ya vemos como está nuevamente disputando las elecciones presidenciales con grandes posibilidades de ser nuevamente presidente de los Estados Unidos; una ola expansiva del fascismo y la violencia auspiciado por Trump que empezó por Bolsonaro, Piñera. Añez, Moreno, entre otros; que tuvo un alto en muchos países pero que ahora vuelve con expresiones mucho más violentas, como la de Milei en Argentina. Sí que hay una expansión del fascismo. Estamos en un tiempo liminar, de disputa del sentido común; una disputa entre derechas e izquierdas que no logran consolidarse ni imponer nuevos proyectos hegemónicos de ese sentido común. Ese es el reto que tenemos desde las organizaciones políticas y sociales, desde la generación de pensamiento político de la región, saber cómo podemos romper este tiempo liminar y hacer que los proyectos vuelvan a establecerse como proyectos de bienestar, nacionales y populares para el bienestar de las mayorías. México es una excepción de esa disputa, y eso le garantiza estar en su mejor momento del proyecto político. En México se está viviendo como una efervescencia y esto garantiza la continuidad. Incluso con algo muy simbólico que es tener la primera mujer presidenta de izquierda, en un país que ha sido históricamente reconocido como el país meromacho, del sistema patriarcal. Esto es fantástico dentro del escenario de la disputa política.

¿Creés que el movimiento por la paz del feminismo puede ayudar a sensibilizar al resto del mundo?

Yo creo que hay una nueva estética de la organización que lo plantea justamente la cuarta ola feminista, pero que no en todos los países ha avanzado de la misma manera. Argentina, que fue en donde nación esta cuarta ola feminista, tiene una experiencia de esa nueva estética que ha podido determinar en ciertos momentos de la historia reciente decisiones que han sido fundamentales para la avanzada de derechos no solo de las mujeres sino también de la sociedad. Hay organizaciones que apuestan hacia esa disputa del sentido. Pero sin duda en el contexto global estamos en un momento de barbarie. Por primera vez tenemos un genocidio televisado que denota lo obsoleto de los organismos internacionales y multilaterales. Ningún organismo ha servido de nada, no sirve porque el genocidio sigue. Por eso decimos que la lucha de las universidades, de las y los estudiantes universitarios del mundo, es tal vez en este momento la esperanza para detener esa barbarie                                  

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