Por Jesús Rivero, Redacción revista TU VOZ, Rosario, Argentina
Ernesto Guevara de la Serna, un practicante del pensamiento.
Ernesto Guevara de la Serna “Che» ha sido pensado como un pensador de la praxis, pero el “Che» era un practicante del pensamiento universal revolucionario, un marxista nato, un revolucionario.La praxis sobre la teoría, nos interroga.
La sola intención de transformar el mundo nos interroga concretamente (materialmente) sobre el mundo que deseamos construir y sobre los modos de cambiar estructuralmente esa realidad.Quien piense que el Che era un dogmático, antepone el pensar (imaginario) sobre la praxis. Ernesto Guevara de la Serna fue un ecléctico y heterodoxo marxista en su práctica, abandonando su utopía revolucionaria y poniendo en contexto su hacer revolucionario.
En esto fue un racionalista, es decir, se desenvuelve acorde a principios, premisas y una macropolitica (política internacional) para operar en una micropolitica, es decir, comprende que los determinantes externos (macro-económicos-políticos), valga la tautología determinan y constituyen lo interno (particular).
Como buen pensador marxista subjetivista tenía en cuenta a los pensadores de la escuela de Frankfurt quiénes han enfatizado la importancia de los factores subjetivos en la constitución de una práctica revolucionaria. Incluyendo como José Carlos Mariátegui, Frantz Fanon y Fidel Castro entre otros la dicotomía y bipolaridad global por el statu quo (orden establecido). De ello deviene un pensamiento subjetivo hecho praxis en el colectivo.Es necesario y deseante destacar en el pensamiento práctico del Che la primacía de la economía política, en esto se evidencia explícitamente su concepción marxista.

En este sentido u otro el pensamiento práctico de Ernesto Guevara de la Serna siguen vigente. Ejemplos a saber es:La dependencia económica como un rasgo inherente de la mayor parte de las sociedades del mundo. Las tendencias contemporáneas no sólo estarían reforzando esta condición sino agravándolas con tendencias a la marginalidad y exclusión total.El capitalismo como orden económico establecido y basado en la ley del valor, el mercado y la extracción del plus-valor.Una alternativa socialista basada en la regulación democrática de los procesos económicos, la socialización de la producción.
Las experiencias del socialismo y las contradicciones del capitalismo actual sostendrán esta alternativa.La primacía de la ciencia (saber) técnico en cualquier proyecto a materializar en el capitalismo o en un sistema socialista alternativo.Las refutaciones sobre el socialismo-histórico son válidas para construir una alternativa socialista en contexto, es decir, una alternativa marxista. Este socialismo-histórico que no puede ser una alternativa actual del capitalismo, debe ser tomado como una estrategia para una nueva he incipiente alternativa socialista.
Esta alternativa inherente a las experiencias históricas, pueden y deben ser resignificadas en el actual contexto porque las re-voluciones, como indica su prefijo son la repetición distinta o no, sobre una base de algo dado. Es decir, la necesidad de lo distinto sobre una base que identificamos como signo en el pensamiento práctico del Che con influencia de Lenin y su vanguardismo.
El pensamiento del Che era implícitamente democrático, esto lo vemos reflejado explícitamente en su último libro de reflexión “El socialismo y el hombre en Cuba». La necesidad deseante de un “hombre nuevo” (tengamos en cuenta el contexto, “hombre nuevo” incluía a todo genero) como condición y garantía de una sociedad comunista, tema inherente a su pensamiento con toda la tradición utópica. Sólo una sociedad revolucionaria puede crear un “ser nuevo”, una existencia nueva.
La vigencia de este pensamiento-práctico hace signo frente a la realidad distopica de las sociedades actuales.Es necesario y deseante hacer énfasis en la actualidad de la praxis-pensante del Che en producción subjetiva y enajenada del hombre, no consciente de si mismo, de su voluntad. Es decir, la primacía de la “conciencia socializada” en la creación de una nueva sociedad alternativa a la del capitalismo. Conciencia de clases, explícitos en la Cuba revolucionaria, una cultura (de cultivar) de acumulación de conciencia, capital simbólico en términos de Pierre Bordieu.
En la actualidad hacer una praxis del pensamiento del Che, es revolucionario. Su vigencia es un llamado a tal praxis frente a los embates actuales del sistema capitalista, que e términos del psicoanalista Jacques Marie Émile Lacan “El capitalismo es una máquina que se autodestruye».
El escenario actual es peor que el de los años sesenta, porque a saber:
1)Los procesos sociales se han globalizado y se hallan bajo el dominio de las políticas neo-liberales.
2) El capitalismo se halla en una nueva fase de disputa multipolar por el statu quo.
3)No sólo América Latina se ha visto deteriorada por la dependencia política y hegemónica de las potencias económicas y tecnológicas, sino también el viejo continente.
4) Se ha impuesto un pensamiento hegemónico, es decir, totalitario individualista y de falta de opciones colectivas (lo podemos revertir).
Este escenario da lugar a una alternativa política vanguardista y revolucionaria. Incipientemente emancipadora de todo dogmatismo, teniendo en cuenta el contexto y el modo y medios de producción que nos atraviesan subjetivamente, como la revolución tecnológica, en donde su estrategia se ha modificado, no su objetivo que es la maximización del gran capital.
La táctica (sus medios) se ha modificado con sus nuevos dispositivos tecnológicos que han sustituido y excluido al hombre en su totalidad.Estas condiciones materiales exigen al hombre replantear este pensamiento-práctico del Che, para dar respuesta a este sujeto-sujetado a una realidad de interconectada virtualmente pero alejada de las condiciones materiales, efecto de la globalización.En este contexto, la praxis-pensante del Che es una resonancia para leer y saber llevar a la práctica.
