MANIFIESTO: Rebeldía , Podemos España y Colectivo Autoorganizado de Italua
Desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022 y con el apoyo inquebrantable a Israel y el genocidio en curso contra el pueblo palestino, el espíritu militarista que había permanecido latente en Europa durante décadas ha vuelto a despertar.
La mayoría de los dirigentes europeos, desde sus posiciones institucionales, se han alineado con los intereses de la OTAN, siguiendo las directrices de Washington.
A los ciudadanos europeos se nos dice que no hay más remedio que rearmar el continente y reforzar nuestras capacidades militares, aumentando exponencialmente el gasto en defensa para «protegernos» de una futura aunque inminente guerra.
Mientras tanto, el presidente estadounidense Donald Trump se desentiende del conflicto en Ucrania, centrándose en cambio, en su guerra comercial contra China y el resto del mundo, además de dar total libertad de acción al proyecto sionista de ocupación colonial de Palestina.
En marzo de este año, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, detalló el nuevo plan europeo de rearme. Con el objetivo de movilizar 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, el plan exigirá a los Estados miembros que aumenten el gasto público en defensa, concedan préstamos para la adquisición de «equipos» militares gestionados directamente por la Comisión Europea y canalicen la inversión privada a través del Banco Europeo de Inversiones.
Los gobiernos de prácticamente todos los Estados miembros han aceptado el plan ReArm Europe -que ha sido rebautizado como Readiness 2030- sin oposición. Como resultado, una parte significativa de la financiación de los sistemas sociales europeos se desviará a defensa, condenando a los ciudadanos al deterioro de la sanidad pública, la educación, la vivienda y otros servicios esenciales.
Mientras tanto, la compra y el desarrollo de armamento enriquecerán a los fabricantes europeos y estadounidenses, sumiendo a la población en una austeridad aún mayor.
Las políticas actuales de la Unión Europea son la consecuencia lógica de décadas de dominio militarista, imperialista, neocolonial y extractivista de la OTAN y Estados Unidos, confirmado por la reciente aprobación del aumento al 2% del PIB del gasto nacional en defensa.
En este contexto, la desigualdad social, la represión de las voces disidentes y el autoritarismo se han convertido en rasgos definitorios de la gobernanza europea, trayendo nuevas crisis sociales y económicas a los países más pobres del continente.Por esta razón, como jóvenes y organizaciones juveniles de toda Europa, creemos que es esencial situar ciertas reivindicaciones en el centro de nuestra práctica política.
Éstas deben perdurar en las batallas que libramos a diario, implicando a todos los niveles de la sociedad: desde los lugares de conocimiento y de trabajo, pasando por las instituciones de base, hasta las instituciones nacionales y europeas.
Detener el plan Preparación 2030 y reorientar los miles de millones de euros que se le han asignado hacia los sistemas sociales de los Estados miembros.Iniciar un proceso realista hacia una verdadera autonomía europea, liberándose de su servil dependencia de Estados Unidos y la OTAN.
Abandonar el enfoque militarista en favor de la diplomacia y la paz.