Vietnam, China y el Sudeste Asiático: reflexiones desde Saigón. Segunda parte.

Si sostenemos que el Sudeste Asiático resulta un actor esencial al que hay que prestar esencial, conviene dar un repaso a los países que lo componen y a su situación política. Este repaso, aun breve, permite tener una mejor visión de las posibilidades de cada uno de ellos y así deducir cual podría ser su papel o rol un paso más de los criterios que surjan desde la ASEAN, organización que, más allá de intentar impulsar la diplomacia económica y los intercambios pueblo a pueblo, no está interesada en convertirse en una organización de carácter intervencionista al estilo de la OTAN o la UE.

Efectivamente. La ASEAN tiene como uno de sus principios fundacionales la no injerencia en los asuntos internos de cada uno de sus miembros, lo cual la dota de una suerte de independencia organizacional que se ha denominado la “centralidad de la ASEAN”, y que permite, en aras de la integración económica, que cada uno de sus miembros decida que sectores liberaliza o no y evitando así la creación de organismos supranacionales.

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/24761028.2019.1681652

Esta centralidad o principio de no injerencia se está viendo cuestionado en los últimos meses a raíz de los rápidos acontecimientos que se están sucediendo. Así, si bien se aboga en el seno de la misma por su mantenimiento, desde otra perspectiva se plantea si esta centralidad y no injerencia son válidos en el actual contexto https://link.springer.com/article/10.1057/s41311-022-00400-0. Este cambio de rol de la organización depende, como no puede ser de otra forma, de la situación política de cada uno de sus miembros.

Camboya, bajo el mandato de Hun Sen, un personaje que ganó unas elecciones en 2018 sin oposición alguna al haber sido declarada fuera de la ley y acusado de acosar a la que quedaba, intimidar a votantes y de compra de votos. https://www.refworld.org/docid/5a9428a8a.html  Mientras tanto, Camboya permanece entre los países con una de las rentas más bajas del mundo (212 dólares al mes) y sirviendo a los intereses de las grandes corporaciones textiles, con una fuerza de trabajo que rondaba las 850 000 personas, en un 80 % mujeres, antes de la pandemia, por no hablar de unos niveles de corrupción escandalosos, https://thediplomat.com/2023/01/repression-debt-corruption-and-human-trafficking-hun-sens-cambodian-legacy/ y con severos problemas suministro de agua https://water.org/our-impact/where-we-work/cambodia/.

Myanmar, único país del bloque que ha afirmado que la invasión rusa está “justificada”, se encuentra envuelto en un conflicto permanente ya desde 1948, con sucesivas dictaduras a cual más dura y que han mantenido al país prácticamente aislado desde la independencia. La transición del gobierno militar a la democratización a partir de 2011 estimuló las esperanzas de reformas, pero los militares mantuvieron el control sobre gran parte del gobierno y comenzaron una campaña de limpieza étnica contra la minoría musulmana rohingya, que comenzó en 2017 e intensificada en febrero de 2021 y luego reprimiendo las protestas. En este escenario, la oposición formó una suerte de gobierno en la sombra y una fuerza de combate, lo que ha provocado una guerra civil y una crisis humanitaria que podría traspasar las fronteras del país. Recientemente, un ataque aéreo sobre la región de Sagaing ha provocado un balance DE entre 20 y más de 200 según diversas fuentes y que ha sido condenado por la ASEAN.

Tailandia, tradicional aliado en la sombra de EE UU, forjadores de la industria del sexo del país, que lo convirtieron en la base de la CIA en la zona

https://www.vice.com/en/article/epddza/when-the-cia-ran-covert-operations-from-bangkoks-red-light-district , (había que pagar la factura de haber sido el único gobierno de la región que se mostró favorable a la ocupación japonesa, facilitando el traslado de armas y bagajes hacia Myanmar, como ya se dijo), atraviesa una situación política y económica complicada. Con una economía en la que el turismo ocupaba un lugar esencial, un 21,9 % antes de la pandemia, la industria no termina de remontar. Pese a las facilidades de entrada y la eliminación de requisitos, el alto precio de los billetes y la propia situación económica de los países emisores de turistas, recibió en 2022 poco más de 11 millones, lejos de los 40 millones de 2019. Junto a la situación económica, la situación política se presenta llena de incertidumbres desde el golpe de estado de 2014, con miles de manifestantes en las calles en 2020 y con una más que deficiente gestión de la pandemia por parte de los militares en el poder, que se enfrentan a unas elecciones en 2023 en un clima político muy polarizado.

https://asia.nikkei.com/Politics/Thai-election/Can-Thailand-s-Democrat-Party-survive-upcoming-election

Brunei, sultanato en manos de una de las personas más ricas del mundo, es decir, es una monarquía absoluta sin representantes electos.

https://freedomhouse.org/country/brunei/freedom-world/2022#:~:text=Brunei%20is%20an%20absolute%20monarchy,and%20assembly%20are%20significantly%20restricted

Con lazos tradicionales con el Reino Unido, miembro de la Commonwealth desde su independencia en 1984, es el quinto país del mundo en ingreso per cápita gracias a sus grandes yacimientos de petróleo y gas, controlados por la familia del sultán y, sorpresa, por Shell.

Indonesia es un país complicado de hecho, en el momento de su reciente independencia (1949), no tenía un idioma oficial excepto el holandés, el idioma de la metrópoli, y tuvo que ser creado, el bahasa, a fin de intentar dar cohesión a una población que en aquél entonces alcanzaba los 73 millones de habitantes repartidos en 17 000 islas, pertenecientes a diferentes grupos étnicos con sus propias lenguas y que en la actualidad alcanza los 274 millones.

https://www.purpledivepenida.com/post/a-brief-history-of-bahasa-indonesia

La isla de Sumatra resulta esencial en el tráfico marítimo a nivel global, ya que en sus aguas se encuentra uno de los puntos más complicados del mundo: el estrecho de Malaca, compartido en casi toda su longitud con Malasia y a su entrada desde el Mar del Este (Mar de la China meridional para los chinos), con Singapur. El control del citado estrecho y sus rutas de acceso resultan vitales para el comercio global, especialmente para China y Vietnam, cuyos productos necesitan atravesarlo a fin de llegar a los ricos mercados de occidente. Junto al estrecho de Malaca, Indonesia controla el acceso a aguas australianas a través de los estrechos de Sunda y Lombok, esenciales para este país.

We need a navy to protect our supply routes

Cuellos de botella, líneas marítimas de comunicación y puertos centrales. Fuente JILT, Journal of International Logistics and Trade

Las elecciones, previstas para celebrarse en 2024, fueron retrasadas por el actual gobierno, retraso que ha sido rechazado por los tribunales https://www.reuters.com/world/asia-pacific/indonesia-court-rule-appeal-against-order-delay-elections-2023-04-11/, gobierno surgido de unas elecciones no exentas de polémica por, entre otras razones, la atribución de resultados y la presión sobre diversos sectores de la población https://www.opensocietyfoundations.org/voices/complicated-legacy-indonesia-s-elections. Además, mantiene un conflicto desde la descolonización con una parte de la isla de Timor https://thediplomat.com/2022/06/indonesias-new-plans-for-papua-cant-hide-its-decades-of-failures/ y que no termina de resolverse.  

Singapur, embajador de los poderes financieros de la antigua metrópolis y que ha sido el único país que ha impuesto sanciones a Rusia, basa sus relaciones exteriores en las inversiones que lleva a cabo gracias a los beneficios que obtiene de las empresas que tienen su sede en el país, gracias a que es un lugar financieramente opaco y donde los impuestos son acordes a la realidad que Londres impone. Vamos, una especie de “City”, pero en Asia. Además, su puerto es uno de los puertos de escala de los grandes buques portacontenedores que salen de los puertos chinos o vietnamitas. Sin embargo, una parte muy importante del capital inversionista singapurense proviene a su vez de China https://thediplomat.com/2023/03/singapore-absorbs-chinese-capital/, lo cual explicaría sus acercamientos a este último.


Malasia, una monarquía según la constitución de 1957, que se encuentra bajo un gobierno denominado “gobierno malasio de unidad”, no deja de enfrentar problemas e inestabilidad https://www.cfr.org/blog/malaysias-election-more-turmoil-ahead. El país, azotado de manera brutal por la crisis de 1997, no termina de afianzar su economía después de la pandemia, la cual sin embargo ha servido para el desarrollo de su digitalización, pese a situarse entre los mejor posicionados entre los países del Sudeste Asiático. Hay que tener en cuenta que la población del país apenas supera los 32 millones de habitantes, mucho menos que cualquiera que sus vecinos, hecho que condiciona su posición y además, es un país donde el islam es la religión oficial https://www.malaysia.gov.my/portal/content/30116, de mayoría Sunni, cuestión que ha llamado la atención del Departamento de Estado https://www.state.gov/reports/2021-report-on-international-religious-freedom/malaysia/.

Filipinas. Este archipiélago, azotado por todos y cada uno de los tifones que pasan por la zona, después de la vergonzosa venta efectuada por los españoles a los norteamericanos a raíz del Tratado de París de 1898 cayó en sus manos y se convirtió en una colonia https://www.britannica.com/place/Philippines/The-period-of-U-S-influence. La ocupación japonesa del país fue un desastre a todos los niveles provocando centenares de miles de muertos https://www.latimes.com/books/la-ca-jc-book-review-rampage-20181102-story.html. Además, el estado filipino no controla la totalidad del archipiélago, con partes del sur, en especial en la isla de Mindanao, en las que se suceden choques entre milicias musulmanas y las tropas del ejército y con un proceso de transición en marcha de difícil conclusión https://apnews.com/article/religion-gun-politics-philippines-manila-government-and-3995ecf2c03a37ccfdc2c96a1bd2df43. Sus propias características le hacen ser un país con un desarrollo económico complicado y que lucha por convertirse en un país de ingresos medios-altos pese a la inestabilidad política y social y en un marco de relaciones económicas mixto, donde conviven sectores públicos y privados y con unas exportaciones que se dirigen a China y EE UU en igual porcentaje https://www.spglobal.com/marketintelligence/en/mi/research-analysis/philippines-economy-shows-strong-expansion-jan23.html. Ahora bien, considerar a Filipinas una democracia, cuando su actual mandatario es el hijo del anterior presidente Marcos, cuya gestión es fatalmente recordada, y que considera que la Ley Marcial instaurada por su padre resulta plausible en cualquier momento https://muse.jhu.edu/pub/1/article/860245/pdf.   

Laos, un país todavía cargado del exotismo y misticismo que atrajeron a los primeros viajeros occidentales. Laos, el país más bombardeado de la historia https://www.thecollector.com/war-in-laos-most-heavily-bombed-country-in-history/  y objeto de una guerra “subrogada” es decir lo que hoy es una guerra “proxy” de la CIA contra Vietnam del Norte https://nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB284/6-UNDERCOVER_ARMIES.pdf, vive en la actualidad bajo el gobierno del Pathet Lao o Partido Popular Revolucionario, de carácter marxista-leninista en forma de república popular. Es decir, no es una democracia parlamentaria al igual que Vietnam, con el que comparte intensos lazos basados en la afinidad ideológica e histórica, construida esta última durante el proceso de independencia. Con gran dependencia de China y estando en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Laos mantiene unos lazos estables con sus vecinos, y con una intensa colaboración con las autoridades vietnamitas para frenar la delincuencia trasnacional y proporcionar un acceso por mar desde Vietnam a los productos laosianos lo cual, en cierta manera, ayuda a reducir la dependencia de China https://es.dangcongsan.vn/vietnam-la-aspiracion-de-ser-un-pais-prospero/vietnam-y-laos-acuerdan-promover-aun-mas-las-relaciones-especiales-12908.html. Pese a mantener unas relaciones diplomáticas estables, el país enfrente numerosos problemas económicos, debido a unos niveles de deuda y de inflación galopantes que, pese a ser un país en crecimiento, le auguran un futuro incierto. https://www.dw.com/en/laos-economic-crisis-intensifies-amid-massive-chinese-debt/a-62758725

Como ya se puso de manifiesto con anterioridad, Vietnam es un actor clave en el Sudeste Asiático, no sólo por su posición geográfica, con más de 3000 km de costa en el Mar del Este, sino también por su situación económica y política. Desde el último congreso del Partido Comunista de Vietnam celebrado en febrero de 2021, el país está teniendo que lidiar con una situación cada vez más compleja. Con una recuperación económica posterior a la pandemia todavía dubitativa y un crecimiento económico esperado para el 2023 del 6,5 %  https://es.dangcongsan.vn/vietnam-la-aspiracion-de-ser-un-pais-prospero/el-pronostico-del-pib-de-vietnam-alcanzara-el-6-5-en-2023-segun-el-bad-12799.html es a su vez, el cuarto exportador de chips a EEUU https://es.dangcongsan.vn/vietnam-la-aspiracion-de-ser-un-pais-prospero/vietnam-entre-los-4-principales-exportadores-de-chips-de-asia-a-estados-unidos-12900.html. Sin embargo, las perspectivas económicas globales apuntan a que Vietnam sufrirá su dependencia tanto de las exportaciones como de la inversión extranjera, pese a los continuos anuncios por parte tanto de las autoridades vietnamitas como de los organismos financieros internacionales https://www.mondaq.com/inward-foreign-investment/1272152/difficulties-of-foreign-enterprises-when-investing-in-vietnam https://asiatimes.com/2023/01/cracks-showing-in-vietnams-economic-miracle/. A todo esto hay que añadir que se ha desatado una campaña anticorrupción que ha costado el puesto a centenares de funcionarios del partido https://fulcrum.sg/red-card-for-the-president-vietnams-biggest-political-drama-in-decades/, incluidos dos vicepresidentes y el propio presidente de Vietnam, que se vio obligado finalmente a dimitir, con escándalos que han alarmado a la opinión pública ya que, durante la pandemia, fueron declarados como héroes tanto el viceprimer ministro Vu Duc Dam, uno de los dimitidos, como el propio presidente. Resulta extremadamente sorprendente observar que esta campaña, según diversos analistas, puede perjudicar la economía de Vietnam al alterar determinados consensos o statu quo entre diversas autoridades y los inversores https://www.controlrisks.com/our-thinking/insights/vietnams-burning-furnace-increases-risks-for-foreign-businesses?utm_referrer=https://www.google.com , lo cual supone de facto sostener que la corrupción resulta una suerte de mal necesario para el país, que pugna por convertirse en un centro de producción de tecnología que pueda absorber los procesos de desplazamiento empresarial que se están produciendo en China.

Cartel de propaganda que circuló en internet a raíz de la campaña de repatriación de vietnamitas. Vu Duc Dam, artífice del éxito de Vietnam, dimitido; Nguyen Xuan Phuc, presidente de Vietnam, dimitido; Nguyen Duc Chung, presidente del Comité Popular de Hanói, en prisión.

Dicho todo lo anterior, con una evaluación más que somera de la situación de los países que componen la ASEAN, lo que observamos es que, de un modo u otro, estos países afrontan desafíos más que serios en materia de estabilidad política, con gobiernos débiles, a excepción de Vietnam, Laos, cuyos gobiernos a fecha de hoy no tienen contestación pública, y con reservas Malasia, que ven totalmente condicionada su acción en relación a su propia situación interna, hecho que explica la política constante de la ASEAN de no intervención o injerencia en los asuntos internos de sus países. 

Desde luego, con este panorama, lo que si se puede sostener es que ninguno de estos países está, pero para nada interesado, o no debería de estarlo, en participar en algún tipo de acción bélica que pueda poner en peligro una estabilidad cogida con alfileres. No olvidemos que el objeto de este trabajo es intentar entender las posiciones de estos actores en relación al conflicto en el Mar del Este, conflicto que se enmarca en el de Taiwan, China y los EE UU. Es decir, que más allá de las oportunas declaraciones diplomáticas en relación a los reclamos en dichas aguas, la coyuntura de estos países resulta un evidente freno a cualquier impulso belicista en la zona que involucre a estos países. De lo que tampoco cabe ninguna duda es que, siendo todos ellos altamente dependientes de la propia economía china, aun si a algunos no les gustase, asunto también más que discutible, no parece que vayan a intentar maniobra alguna de desacoplamiento, es más, el uso de otras monedas en sus relaciones con el gigante asiático orienta en una dirección de distanciamiento de los EEUU y del dólar, asunto que como ya es conocido a enfurecido a la administración norteamericana.

En la siguiente entrega, analizaremos la actividad diplomática tanto de los EEUU como de China en la zona y podremos ver un poco más allá, si el tiempo y la situación no nos lo impide.

Continuará…

Ángel Maciá ; Doctorando en Sociedad, Desarrollo y Relaciones Laborales ; Escuela Internacional de Doctorado. Universidad de Murcia. Cruz de la Orden al Mérito Civil.

Redacción Revista TU VOZ, delegación Vietnam.

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