Comunicado de prensa del El Partido Comunista de Honduras
El PCH expresa su firme solidaridad con el pueblo y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela frente a las acciones y amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, las cuales constituyen una agresión abierta y peligrosa contra la soberanía venezolana y la paz regional.
Las expresiones emitidas el 16 de diciembre de 2025 representan una violación flagrante del Derecho Internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios elementales de convivencia entre los Estados.
Pretender adjudicarse, de manera delirante y colonialista, la propiedad sobre el petróleo, las tierras y los recursos naturales de Venezuela revela un desprecio absoluto por la legalidad internacional, y desnuda la lógica histórica del imperialismo: el saqueo, la dominación y la amenaza permanente contra los pueblos que deciden ser libres.
El Partido Comunista de Honduras condena enérgicamente cualquier intento de bloqueo, agresión militar o coerción económica contra Venezuela. Tales acciones no buscan la “democracia” ni el “bienestar”, sino la apropiación de las riquezas estratégicas de una nación.
El discurso belicista y arrogante de Donald Trump constituye una amenaza real no solo para Venezuela, sino para la paz y la vida. La historia de Nuestra América ha demostrado que este tipo de amenazas anteceden a guerras, despojos y graves violaciones a los derechos de los pueblos.
El Partido Comunista de Honduras respalda el derecho legítimo del pueblo venezolano a defender su soberanía, sus recursos naturales y su proyecto político, sin injerencias externas. Asimismo, valora la decisión del Gobierno Bolivariano de acudir a los mecanismos internacionales correspondientes para denunciar esta grave agresión y reafirmar el principio de solución pacífica de las controversias.
Desde Honduras, tierra también golpeada históricamente por la injerencia imperialista, se hace un llamado a los pueblos de América Latina, del Caribe y del mundo, así como al propio pueblo trabajador de los Estados Unidos, a rechazar de manera contundente estas amenazas y a movilizarse en defensa del Derecho Internacional, de la autodeterminación de los pueblos y de la paz.
Venezuela no está sola. La memoria de Simón Bolívar y de las luchas antiimperialistas de Nuestra América sigue viva. Frente a la prepotencia y la amenaza, la respuesta debe ser la solidaridad internacionalista y la unidad de los pueblos.