ENTREVISTA A MARÍA BALLESTER
La Presidenta de la Comisión de la Mujer y Juventud del Consejo General de la Ciudadanía de Españoles en el Exterior, María Ballester, se refirió a la necesidad de ampliar los protocolos de protección de la mujer en el exterior. Además explicó los proyectos en los que trabaja desde la comisión que preside y aseguró que “cuando se baja la guardia es cuando se pierden derechos”
¿En qué propuestas estás trabajando en esta nueva legislatura dentro del Consejo General?
Aún quedaron algunas propuestas pendientes del anterior mandato, de la anterior legislatura que no llegaron a ser tratadas en comisión porque durante dos años no se convocó al Consejo. En las pasadas reuniones de nuestra comisión nos hemos dedicado a trabajar las propuestas que aún hoy tienen relevancia. Por nombrar algunas, el fomento e implementación de algunos programas de enraizamiento para los jóvenes en el exterior, que puedan visitar su tierra, su comunidad autónoma y no pierdan ese cordón cultural, esos orígenes. Por otro lado también trabajamos en programas de becas de estudios para la juventud en el exterior, que se realiza en convenios con diferentes universidades para convocar más pasantías dentro de las instituciones de la diáspora, pedimos también que se asegure la protección del menor en el extranjero a partir de un protocolo específico para los casos de abuso en menores, para que la violencia de género también cubra esto. Actualmente también trabajamos en una propuesta para que se actualice el material didáctico, también insistimos en que se actualicen los libros y las actividades de material de inclusión; que se revisen, que se eliminen los estereotipos, que se utilice un lenguaje más inclusivo y los criterios de igualdad de inclusión, a lo que obliga la nueva ley de inclusión; una ley que no se está cumpliendo al cien por cien, y se tienen que revisar estos materiales que les estamos enseñando a los niños. Y en violencia de género, que es uno de los temas base de nuestra comisión, también tenemos varias propuestas dedicadas al protocolo de actuación para la atención de víctimas de violencia de género en el exterior. Este protocolo es bastante extenso y existe desde el 2015 y engloba la labor de cuatro ministerios españoles, cubre la sensibilización de la población en materia de género, la atención primaria, la ayuda y acompañamiento de la víctima y garantiza el retorno a España y la inserción laboral de dichas víctimas. Y sin embargo nos consta que dependiendo del país, la embajada o la oficina consular se aplica de una forma parcialmente o no se está acompañando a la víctima, tampoco se hacen campañas de concientización, algunos consulados se escudan en que tienen toda la información sobre el protocolo en sus páginas web; pero tenemos que exigir más esfuerzo, que salgan, que hablen de esto. Es insensato pensar que sólo con un artículo o una página web la mayoría de las españolas ya saben exactamente qué opciones tienen y que deben hacer en caso de ser víctimas de violencia. En nuestra propuesta solicitamos básicamente que se coordine en todos los organismos por igual y que se realice un seguimiento de cómo se está aplicando este protocolo en todos los países, que se destine más presupuesto y más personal para esto porque puede salvar vidas.
Del mismo modo en que existe la consejería de Educación, y dependiendo el consulado… ¿sería posible que existiera una consejería de la Mujer para llevar a cabo el tratamiento de este tema específico y se le destine personal y presupuesto?
Esta ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, para quienes no la conozcan, es una ley que va un paso más allá y protege un poco más a las víctimas de acoso, de violencia de género y de violencia sexual. Y es necesario que se aplique al exterior. No es que sería conveniente sino que es necesario. Es cierto que algunos aspectos de esta ley pueden ser complicados aplicarlos en todos los países porque hablamos de diferentes sistemas judiciales, pero muchos otros sí; como los centros de atención de 24 horas, las campañas de sensibilización e información, rutas específicas para los menores, ayuda psicológica a las víctimas, a los niños; un incremento de ayudas también para las víctimas; en fin, que nuestras propuestas también van encaminadas en esta dirección y debemos insistir en que las instituciones velen también por el derecho de las víctimas, y no solamente en el territorio español. Pero es un paso en la dirección correcta pero se puede llegar más lejos y debemos llegar más lejos.
En cuanto a una consejería específica en el exterior para la mujer y para la niñez, estoy a favor de que se cree una comisión específica pero no sólo para jóvenes y mujeres, sino también se deben defender los derechos de aquellos colectivos que son susceptibles de discriminación o que se vean oprimidos por razón de género, edad, raza o sexualidad. Nuestra comisión se llama Jóvenes y Mujeres pero intentamos abogar por la inclusión en todos los aspectos y soy consciente de que esto no lo vamos a lograr de un día para otro, aunque es cierto que vamos en la dirección adecuada y con más ganas de trabajar que nunca.
Debemos ser conscientes y realistas de que la lucha es continua.
Respecto a esto, Ballester agregó que “es necesaria una mayor vigilancia ya que no basta solamente con realizar un protocolo que es bastante extenso, sino también realizar un seguimiento, que se pueda comprobar que se están cumpliendo los puntos de este protocolo. Estamos hablando de un protocolo que engloba la labor de cuatro ministerios con sus respectivas consejerías, y es necesario que se haga una vigilancia; monitorizar. Otra demanda que queremos cubrir desde nuestra comisión es que se realicen más informes, más estudios de población fuera del territorio español. Faltan muchísimos datos y nos consta que las instituciones no se están esforzando lo suficiente en conocer la situación tanto demográfica como económica y social de la ciudadanía española en el exterior. Debemos insistir desde los CRE y desde toda la diáspora en que las instituciones cuenten también con esta diáspora, que las medidas que se tomen se apliquen también al exterior, que no solamente se apliquen al territorio español, y que nos veamos más representados en más organismos.
No somos ciudadanas de segunda, y sin embargo muchas de las ayudas, leyes, protocolos, etc, no cubren esas necesidades de quienes estamos en el exterior. Sí es cierto que se nos empieza a escuchar, pero aún nos queda mucho trabajo y mucho compromiso por delante. Esta es una lucha que no cesará nunca, y cuando se baja la guardia es cuando empiezan a recortarnos derechos. Entonces no podemos bajar la guardia”.
Por Walter C. Medina
Equipo de Redacción de Revista TU VOZ.
Fuentes : Programa de Radio «Cenizas de Babilonia Diáspora Española, tiempos del CRE.»