Guiovanna Bendezu es una dirigente y activista peruana, referente del Comité “Peruanos Autoconvocados del Exterior por la libertad de Pedro Castillo” e integrante colaboradora de Podemos en Perú . En medio de la crisis social que vive por estas horas Perú, Bendezu, que comanda en Lima los comités de movilización popular, dialogó con “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española”, programa radial de AM 570, presentado por Roberto San Martín y Francisco López. Durante la entrevista se refirió, entre otros temas, a la necesidad de una asamblea constituyente que ponga freno a los atropellos que se están cometiendo contra el pueblo peruano.
A un mes de la detención de Pedro Castillo, con un golpe de Estado encubierto, ¿cómo está la situación en estos momentos en Perú?
Las movilizaciones siguen, pero esto es algo que comenzó ya en diciembre. En medio hubo una tregua por las fiestas navideñas, porque esto iba a perjudicar directamente a las pequeñas PyMes, y al campesino que vive de la producción y la distribución de sus alimentos. Esta fuerza se siente, en algunas provincias del sur del Perú, como el caso de Puno, aún se siente más fuerte. Desde el primer día hasta el día de hoy no han cesado en sus paros. No todas las carreteras en Puno han comenzado a funcionar al cien por ciento desde el inicio, desde que se salió a las calles con la consigna del pedido de renuncia de Dina Boluarte, del cierre del Congreso, de la nueva asamblea constituyente. Y creemos que esa fuerza irá tomando cuerpo y estructura, pero con los pasos de las semanas, e incluso meses. Sabemos que las vidas acá en el sur no valen mucho, no tienen mucha repercusión a nivel nacional y la prensa internacional hace lo que puede. No vemos una prensa que esté atrás de lo que sucede, sólo algunos medios que siempre realzan las noticias, las masacres; pero en lo personal creo que este objetivo final, que es el de una asamblea constituyente, va a ir tomando fuerza con las manifestaciones, y lamentablemente con el sello de nuestros hermanos héroes asesinados por la policía de Dina Boluarte. Ahora es como una conmoción, movilización, protesta, enojo, pero esta rabia que estamos teniendo va a comenzar a organizarse. Porque no queremos repetir la misma historia. En menos de cinco años tuvimos seis presidentes. Y sabemos que la solución no es siempre nuevas elecciones, y esto es lo que también está en debate. Las nuevas elecciones tienen que acompañarse con una reforma estructural de del sistema de elección. Una nueva ley de partidos políticos, una constitución que garantice el voto popular, que haya una garantía jurídica respecto a eso; que no haya desorbitaciones de los poderes en nuestro estado. Es inconcebible tener un poder legislativo totalmente poderoso, autoritario, dictador, frente a un poder ejecutivo que todavía no terminó de estructurar su plan de gobierno, de elegir su gente de trabajo. Muchas de las reuniones son para poder escucharnos; porque son muy pocos los momento en los que nosotros nos sentamos a hablar de política. Salimos cuando hay indignación total. Pero esa fuerza se irá construyendo con el paso del tiempo, teniendo como precedente que la constitución de nuestro país no es garantía de absolutamente nada en beneficio del pueblo. Necesitamos darnos la oportunidad de tener nuevas reglas de juego.
La lucha del pueblo peruano y su presencia en las calles ¿tendrá la fuerza suficiente para cambiar la dirección y el rumbo político en el Perú? ¿Cuánto tiempo podrá aguantar en el poder la usurpadora presidenta de Perú con más de veinticinco muertos y miles de heridos?
El tiempo que va a aguantar Dina Boluarte no depende de los muertos, que ya suman más de cincuenta. Pero sí sabemos quién va a medir su continuidad en el poder ejecutivo. Son las fuerzas económicas, los grupos de poder que son los verdaderos dueños de nuestro país. Ellos le darán el ultimátum. Pero también sabemos que hasta el día de hoy Lima recién ha hecho una movilización grande. No de la cantidad de personas que nosotros en el sur hubiéramos querido, porque en Lima el ochenta por ciento son provincianos, son de acá, son del sur, que han emigrado a Lima justamente para tener nuevas oportunidades, pero ellos son provincianos tal como nosotros. Lamentablemente, al vivir en una capital racista, clasista, creo que también se han contaminado con esos vicios. Tranquilamente Lima podría poner en jaque mate a este Congreso. Pero nuestros hermanos en Lima todavía no han reaccionado. Creo que porque allí no ha habido ni un solo herido, ni desabastecimiento de alimentos.
Pero yo estoy segura de que si hubiera habido un fallecido en Lima, ya hubiera renunciado Dina Boluarte. Si no se hace la protesta frente a las instituciones principales, su voz nunca va a ser escuchada. Por eso muchos hermanos viajan a las capitales para hacerse oír. El ejército está resguardando estas instituciones y es por esto la cantidad de muertos de nuestros hermanos que se acercan a estos lugares poderosos, de mucha concentración, no sólo de poder, sino de poder económico. Y el ejército dispara contra ellos a quemarropa. Pero como ya he dicho, los muertos no son medibles para que Dina Boluarte siga o no en el poder. Son los monopolios, los grupos económicos de poder de este país los que van a decidir hasta qué momento la quieren tener. Y es por esto que el pueblo sigue marchando, manifestándose, haciendo paro; para hacer escuchar nuestra voz. Somos los comuneros, los campechanos los que vamos a salvar el país; ya no esperamos nada de nadie, menos de ningún político; porque los que ha habido no han tenido la suficiente talla ni madurez para hacer respetar nuestros reales derechos y peticiones.
¿Qué reflexión o acciones inmediatas contempla el pueblo peruano a corto plazo para la solución del conflicto?
A más de un mes de la detención de Pedro Castillo lamentablemente sabemos muy poco sobre la situación de nuestro presidente. Lo que sí sabemos es que hace menos de una semana, a su esposa le han abierto una investigación. Y tampoco sabemos muy bien la situación de salud de Pedro Castillo; hay muy poca información sobre eso.
Hace menos de una semana salió por los medios y en las redes sociales diciendo que no puede comunicarse con su familia. Es parte de la dictadura que estamos viviendo en el Perú. La mayor convulsión social se está viviendo en el sur. Claramente es un conflicto entre la sociedad civil contra el poder ejecutivo y todo su aparato represivo. No nos sentimos a gusto, estamos detestando este sistema político. Es un hartazgo, estamos asqueados de este sistema político que nace desde la instauración de la dictadura de Alberto Fujimori. Lo que hoy tenemos es una saturación del descontento social, de todo el sistema representativo político. Ningún partido representa los verdaderos intereses del pueblo peruano. Lamentablemente los partidos políticos se han vuelto grupos de amigos, es simplemente una repartija de cuotas de poder para las candidaturas. No hay credibilidad en ninguno de los partidos políticos. Nosotros estamos pidiendo el cese de las matanzas, de las masacre de nuestros hermanos del sur. Hay cerca de cincuenta asesinados por la policía nacional y lo peor es que vemos que no van a dar marcha atrás. Son vidas que para ellos no vales. Es crudo decirlo así pero es la realidad. Lamentablemente Perú es muy racista estructuralmente y este sistema político lo consolida. Muchos de los muertos, asesinados por la policía nacional, son menores de edad. La solución final sería una asamblea constituyente, pero eso va a tardar. Lamentablemente por ahora no vemos la salida.
Walter Medina, Redacción de Revista TU VOZ, Delegación Argentina