MILEI: «LA DANZA MALDITA DISFRAZADA DE TANGO»

Por Fernando Ortega, desde Catalunya.

Sí… Hoy lloro por ti, Argentina.Tú, que viste nacer a Gardel, a Perón, a Evita, al “Che”…Tú, que regalaste al mundo el tango, hoy te veo obligada a bailarlo con uno de los personajes más siniestros que ha dado la historia reciente.

Este hombre que se hace llamar “presidente” y “libertario” sin tener idea de lo que eso significa.Un libertario auténtico lucha contra toda forma de dominación, incluida la económica.

El anarco-capitalismo que Milei defiende no es libertad: es oligarquía con estética punk. Es mercado sin ley, sin justicia y sin alma.Milei no gobierna: experimenta. No lidera: ejecuta un dogma.Ha desmantelado políticas esenciales, paralizado obras, despedido trabajadores, recortado salud, educación y cultura.

El resultado no es una liberación del pueblo, sino su abandono.Aumento de la pobreza, desesperanza, hambre.Pero esto no es un error de cálculo: es el plan.

Porque Milei no vino a corregir. Vino a destruir el Estado como herramienta de equidad, y a entregarlo como garantía a los grandes capitales. Se presenta como el enemigo de “la casta”, pero actúa como su instrumento más obediente. Su supuesta “revolución” no es más que una revancha de los poderosos.

El pueblo paga, él cobra. El pueblo sangra, él sonríe.Habla de “libertad” mientras criminaliza la protesta.Habla de “justicia” mientras revictimiza a los pobres.

Habla de “igualdad ante la ley” mientras pisotea al que no tiene voz. Y lo hace con brutalidad, convencido de que el dolor purifica, como si el sufrimiento colectivo fuera parte de una ecuación matemática.No hay empatía, no hay dudas, no hay freno.

Pero aún queda algo que no puede destruir:la memoria, la dignidad y la conciencia de un pueblo que ya ha despertado antes.Argentina ha caído muchas veces, sí.Pero ha sabido levantarse. Y cuando lo ha hecho, lo ha hecho con fuerza, con pasión, con justicia en las manos.

No nos confundamos: esto no es economía.Esto es una guerra cultural, ética y humana.Una lucha entre quienes creen en el derecho a vivir con dignidad, y quienes llaman “libertad” al saqueo disfrazado.Es hora de hablar.De organizarnos.

De resistir con inteligencia, sin odio, pero con firmeza.Porque no hay modelo económico que justifique la humillación de un pueblo.No hay libertad real sin justicia social.

Y no hay futuro si dejamos que lo arrasen en nombre de una ideología sin alma.Argentina no necesita salvadores.

Necesita recuperar su voz.

Fernando Ortega.
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