El líder brasileño también dijo que las grandes potencias de Europa que hicieron la Revolución Industrial tienen una «deuda histórica», porque contaminaron el planeta.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue claro este viernes en París durante su discurso en la Cumbre para un nuevo pacto financiero mundial: las exigencias de la Unión Europea (UE) para cerrar el acuerdo con el Mercosur son una «amenaza».
Lula hizo este comentario al lado del mandatario francés, Emmanuel Macron, que es uno de los principales detractores al acuerdo firmado en 2019 y todavía pendiente de ratificación.
Para sacarlo adelante, la UE propuso un protocolo adicional con cambios en el capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible, que incluye obligaciones, especialmente en materia ambiental, y sanciones en caso de incumplimiento.
«Estoy loco por realizar el acuerdo con la UE, pero no es posible: el protocolo adicional hecho por la UE no permite que se haga el acuerdo», destacó el líder brasileño.
En su opinión, no se puede mantener «una asociación estratégica» y que «haya una carta adicional que amenace a un socio estratégico».
«Deforestación cero»
El presidente brasileño aseguró que aquellos que hicieron la Revolución Industrial, las grandes potencias de Europa, tienen una «deuda histórica», porque contaminaron el planeta, y son esas naciones las que deberían financiar acciones de preservación ambiental en países en desarrollo, como Brasil.
La cuestión climática, dijo, «no es secundaria». «Es por eso que Brasil va a llevar a cabo el control de la deforestación. Vamos a terminar con la deforestación en 2030», señaló.
Además, recordó que en Brasil no solo se encuentra la Amazonía. «Hay cinco grandes biomas, todos víctimas de ataques cada año: por incendios, por lluvias y gente depredadora», detalló.
Durante su discurso, también quiso hacer hincapié en la desigualdad social. «Cada vez hay más riqueza que se concentra en manos de menos personas. Si no ponemos en el centro la lucha contra la desigualdad, el pueblo seguirá muriendo de hambre», sentenció.
Y continuó: «Durante al menos 20 años he oído decir a la FAO [Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura], que millones de personas en el mundo se acuestan con hambre. ¿Cómo vamos a acabar con esto si no hablamos de desigualdad?».
Al calor (literal) de una crisis ecosocial que es más palpable y tangible que nunca, las protestas climáticas empiezan a extenderse con fuerza por toda Europa. Estos movimientos, liderados en muchos casos por profesionales y científicos, se enfrentan en la mayoría de los países a causas judiciales y penas de prisión por la desobediencia civil de sus acciones.
En el caso de España quince investigadores están siendo juzgados por el lanzamiento de tinta roja biodegradable (zumo de remolacha) a la fachada del Congreso en abril del año pasado.
En Estas iniciativas en Europa dan la razón a Lula ante el mal acuerdo de la Unión Europea- Mercosur, donde la protección de la naturaleza y los ecosistemas de Latinoamérica, son olvidados, quedando solamente la sobre-explotación de los territorios y los recursos naturales.
Francia, el gobierno de Emmanuel Macron intensifica esta persecución con la decisión de ilegalizar un colectivo ecologista, resolviendo la disolución de «Soulèvements de la terre» (Levantamientos de la tierra), una agrupación formada en 2021 que aglutina a grupos ecologistas, agricultores y habitantes de territorios amenazados por la sobreexplotación de recursos naturales.
Estas políticas de avasallamiento colonial por parte de algunos países de la Unión Europea refleja lo que para muchos países de Latinoamérica representa: El colonialismo Europeo es síntoma de explotación comercial y de recursos, entendiendo aún hoy en día que tienen que imponer y no negociar, solo así se entendería esa mirada hacia los BRICS de forma determinante dejando a Europa y sus acuerdos el el dique seco.
Europa en su aires de supremacía colonial, no esta interesada en el medio ambiente y protección de los pueblos imponiendo en esos acuerdos las consignas de las multinacionales neoliberales para desarrollar sus políticas en la sobre explotación de recursos como el litio, gas o petróleo, aparte de garantizar el suministro de agua dulce (ante el cambio climático) en menor o mayor medida de los acuíferos de Argentina, Paraguay o Brasil.
Lamentablemente este Acuerdo del Mercosur – Unión Europea está basado en las demandas de los de siempre, los grandes oligopolios que buscan mediante este acuerdo, el blanqueamiento de un saqueo sistemático de Latinoamérica.
Redacción Revista TU VOZ en Brasil