“Los medios de comunicación en España pertenecen a un ecosistema mediático del régimen”

Por Walter C. Medina

ENTREVISTA A LAURA ARROYO

Nacida en Lima, Perú, en 1986, Laura Arroyo es periodista, comunicadora, canta-autora (tiene dos discos editados), conductora, directora de “Zona Comanche”, y analista política de “El Tablero”, Canal Red. Entrevistada por Hugo Castro Fau para “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española”, Arroyo reflexionó respecto de la actualidad de los medios de comunicación españoles. “Nunca se pregunta si la gente querría una república o no; o si por lo menos estaría de acuerdo con un referéndum entre monarquía o república. Los medios de este ecosistema son profundamente monárquicos”, sostuvo durante la entrevista en la que además se refirió a la situación política y social de la Unión Europea.

¿Cómo ves la situación actual de los medios de comunicación en España? Bueno, hablar de medios en España supone hacer una descripción de una foto muy amplia y muy grande, pero yo creo que además se parece al ecosistema mediático en América Latina. Yo diría que se caracteriza por dos cosas fundamentales, y la segunda es especialmente preocupante.

La primera es que hoy en día los medios de comunicación en España pertenecen a un ecosistema mediático del régimen; esto quiere decir que se caracterizan por dos cosas fundamentales, por supuesto en pos de defender en régimen del ’78, es decir, una transición modélica, de venderte una democracia maravillosa que se alcanzó después de la dictadura franquista, etc.

Y por tanto defienden el bipartidismo; todos los debates que se hacen sobre política en cualquier término aquí en España, están ancladas en coordenadas bipartidistas, PP y PSOE. Como si no hubiera otra opción.

Hay algunos satélites más bien locales: la derecha catalana con JUNTS o la derecha vasca como es el caso del PNV. No hay más opción más allá del bipartidismo. La otra pata de este ecosistema mediático profundamente de régimen es la defensa a ultranza de la monarquía, lo que supone que hay cosas que no se pueden decir o que nunca vas a oír en los medios de comunicación, porque además hay instituciones como las encuestas, por ejemplo las que podría hacer el CIS (Centro de investigaciones Sociológicas), donde nunca se pregunta por ejemplo si la gente querría una república o no. o si por lo menos estaría de acuerdo con un referéndum entre monarquía o república.

Por ende los medios de este ecosistema son profundamente monárquicos, algo que tampoco nos extraña porque esto es el bipartidismo puro y duro. En el Partido Socialista algunos se consideran republicanos, pero lo cierto es que es un partido profundamente monárquico, ha votado repetidas veces para que no se pueda investigar ni en el Congreso de los Diputados a Juan Carlos I.

Laura Arroyo es periodista, comunicadora

La otra característica del ecosistema mediático es que es un ecosistema mediático del capital, donde están representados de manera mucho más que mayoritaria los intereses de los grandes capitales en sus diferentes formas, por ejemplo vemos que están representados los intereses de las energéticas.

Repsol, Iberdrola, etc, representados con sus publicidades y también con sus grandes altavoces, defendiéndolos como si fueran periodistas neutrales. O por ejemplo, por poner un nombre propio, los intereses de Florentino Pérez, que es un sujeto que sabemos que tiene muchísimo poder, muchísimo dinero, que manda más que personas que se presentan a elecciones.

Sus intereses están perfectamente representados en A3Media; yo creo que el caso de La Sexta es especialmente flagrante. Y el hecho de que sea un ecosistema mediático al servicio del capital es especialmente preocupante. Es que estamos en un momento en el que el capitalismo está bestializado, y en esa bestialización han salido los perros del capital a defender sus intereses, es decir, el neofascismo.

Y esto es preocupante porque si tienes un ecosistema mediático al servicio del capital en esta versión del capitalismo bestializado, lo que tienes es un ecosistema mediático que le está abriendo las puertas a los discursos neofascistas, pero también a los sujetos neofascistas, y por supuesto, todo lo que esto supone como consecuencias. Tienes a escuadristas fascistas que están lucrando con expulsar a las personas de sus casas, que gozan luego de sus altavoces en sus medios de comunicación que los presentan para normalizarlos en términos mediáticos.

Eso a mi juicio es gravísimo y está pasando en España; por eso insisto en que estamos en un contexto de ecosistema mediático muy peligroso que hay que denunciar, porque hay determinadas cosas que no se pueden decir, determinadas personas de las que no podemos hablar, y determinados cuerpos que nunca podemos estar en los medios de comunicación. Ya me gustaría ser optimista, pero la cosa no pinta muy bien que digamos.

En este análisis que haces de la realidad del funcionamiento de los medios de comunicación en España, ¿cómo irrumpe Canal Red? Yo creo que en sociedades mediatizadas, como son las sociedades en el Siglo XXI, la disputa está en los medios de comunicación. Cuando decimos esto no estamos diciendo que hay que dejar de dar la disputa en otros territorios, pero es fundamental entender que la gran disputa está en los medios de comunicación porque es allí en donde se construyen los sentidos comunes.

Los medios de comunicación son tan importantes porque son los que permiten delinear los sentidos comunes que luego van a definir los estados de ánimo y las pulsiones políticas de una sociedad. Necesitamos entender que ahí las izquierdas hemos tenido una deuda pendiente de muchísimo tiempo.

Es que necesitamos construir medios de comunicación. Si están en los medios sin tú tener un medio propio, estás en un territorio enemigo en donde puede pasarte lo que le ha pasado a Irene Montero. A mí me parece muy bien que ella sea capaz de no callarse.

Ni hay que dar un paso atrás cuando estás en ese territorio, con la factura que eso supone; esto en Podemos lo sabemos muy bien. Por eso creo que Canal Red ha sido y sigue siendo una referencia de cómo se puede hacer. Necesitamos medios de comunicación y contenido audiovisual, y eso supone dedicarle tiempo, tener un equipo, tener militancia que difunda.

El gran éxito de Canal Red es que la gente está exigiendo este tipo de información. Es tiempo de mentiras, de fakes, de bulos, por eso es que la gente está demandando verdad y rigor periodístico. Y creo que Canal Red está demostrando que ese pedido es mayoritario.

¿Qué pensás que deberían hacer los partidos de izquierda europeos para evitar el avance de la ultraderecha en Europa? No hay nada que esperar de la Unión Europea en este momento; me refiero a la institucionalidad de la Unión Europea, que incluye a los líderes de la Unión Europea, y por supuesto al Parlamento Europeo. Que hayan llegado a un acuerdo para la Comisión Europea entre socialistas, liberales y fascistas, es la muestra más clara de que la unión Europea se ha entregado completamente al régimen de guerra, con lo cual han renunciado a ser lo que alguna vez quisieron ser en términos de referencia, faro mundial de la ética, los derechos humanos y la democracia.

La OTAN en esto encaja muy bien porque es una evidencia particular de cómo el régimen de guerra lo ha tocado todo. Parece que en la Unión Europea tampoco hay vida más allá del régimen de guerra y, por tanto, más allá de la institucionalidad de la OTAN. Incluso cuando hay líderes europeos que se quieren oponer a los afanes intervencionistas de Trump o de Elon Musk, que es lo mismo, porque son las dos caras de la misma moneda, no se sabe cuál es más malo de los dos.

Laura Arroyo es periodista en TVE.

Cuando quieren enfrentarse a eso –pienso en Emmanuel Macron, pienso en el Primer Ministro británico- lo hacen en los mismos términos que Estados Unidos. Dicen que Europa necesita ponerse más fuerte, más soberana o más autónoma para recibir el respeto de Donald Trump (así lo dijo Macron), y para eso necesitamos invertir más en defensa y en armas, que es exactamente lo que quiere Donald Trump.

Es decir que no hay una capacidad real de enfrentar porque no hay una voluntad real de enfrentar, porque son conscientes en la unión Europea el papel de sumisión que han llevado durante años y no se atreven a hacer algo distinto. La Unión Europea es una colonia de los Estados Unidos.

La OTAN es la institución de referencia en ese régimen de guerra. Yo confío más bien en el pueblo europeo que está compuesto por la diversidad real del pueblo que lo compone, tanto los que han nacido en Europa, los que solicitan asilo, los que mueren en el mar, que son los muertos de Europa. Es muy importante entender que el pueblo europeo es todo eso.

El pueblo europeo soy yo que no tengo DNI español; yo soy Europa del mismo modo que soy también España, del mismo modo que soy Perú también. Ese es el pueblo europeo, y en ese pueblo confío. Es el pueblo que se manifiesta en favor del pueblo palestino, que se opone al envío de armas a Ucrania, el pueblo que pide paz entre Rusia y Ucrania, que defiende a la clase obrera.

De este pueblo sí creo que podemos esperar algo, porque hay acción, hay movilización y organización. La gran clave es ser capaces de generar una alianza internacional, pacifista si quieres, humanista si quieres, internacional anti-fascista si quieres.

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