Los desafios mundiales y las acertadas premoniciones de Ramonet

Ignacio Ramonet, para quienes todavía no lo hayan conocido, es un prestigioso periodista de origen gallego que ha dirigido una de las cabeceras de prensa más preclarividentes del panorama internacional, en concreto la edición en español de “Le Monde Diplomatique”. Sus análisis,opiniones y dictámenes sobre la dirección de la política, la sociedad y economía actual son muy
apreciados entre los especialistas, responsables de organismos internacionales y la mayoría de
las audiencias y lectores de carácter progresista y antiglobalización.
Hace poco más de tres años, antes del estallido de la Pandemia, dio una conferencia en la
llamada “Casa Encendida” de Madrid, centro cultural de vanguardia donde los haya, titulada “La
información en la era de las fake news”. En ella vaticinaba que los tres principales retos de la
Humanidad a los que nos enfrentábamos eran el Cambio Climático ya en marcha, los efectos de
las migraciones y la extensión de la Desinformación.
Tras estos terribles años en los que nos han caido encima nuevas -o no tan nuevas- plagas de
Egipto, como la mortal pandemia del Covid o más recientemente la invasión de Ucrania y el
incremento del belicismo mundial, el planeta y la especie humana siguen padeciendo y de forma
creciente incluso, los efectos de los tres jinetes del apocalipsis mencionados por Ramonet.
En primer lugar, realimentado por la inacción de los gobiernos y la acción de los lobbys
industriales, extractivistas y del comercio y agravado por el impacto retardatario en la aplicación de la Transición Ecológica que ha supuesto la nueva guerra en los contornos de Europa, volvemos a plantearnos con angustia las respuestas más eficaces y solidarias ante el ya incontestable Cambio Climático. El conflicto de intereses entre las élites y los pueblos va a determinar el rumbo de las políticas para hacer frente a este grave reto.
Los desplazamientos masivos por múltiples causas de la población en diferentes regiones del planeta, a las que hay que sumar los provocados por el imparable calentamiento global y la escasez de agua y recursos alimentarios, no han hecho más que aumentar en el escenario postpandémico, agravados por la deriva xenófoba y el discurso demagógico de la extrema
derecha, quienes sacan réditos electorales imparables del mensaje del miedo a la inmigración que termina en odio a lo diferente y lo desconocido. Un verdadero drama a resolver o al menos aminorar.

Finalmente y cada vez más preocupante resulta la extensión del mal uso de las nuevas
tecnologías de la Información por parte de los enemigos de la Democracia y defensores de las opciones más autoritarias y las minorías privilegiadas. Su objetivo es, ha sido y será crear una realidad paralela a través de la intoxicación premeditada, sistemática y generalizada en las redes sociales. Cualquier defensor de los Derechos Humanos, el Estado del Bienestar o las libertades individuales o colectivas es de esta forma linchado mediáticamente combinando los canales
mainstream con esa potente maquinaria en un limbo legal que son las Plataformas digitales que actúan a las órdenes de las Agencias de Inteligencia y multinacionales que dirigen la globalización.
En Europa el auge de los negacionismos de diverso pelaje viene siendo imparable. En primer lugar tenemos el climático que en España va desde el mismo expresidente Rajoy a la lideresa ultra en Madrid, Isabel Diaz Ayuso, pasando por el de la ciencia y la medicina plasmados en la infiltración del discurso ultra en las manifestaciones antipandemia, y siguiendo por el de la
propia Historia que pretende reescribir y reinterpretar la misma evitando la recuperación de la Memoria colectiva sobre lo que supuso el fascismo en España y el continente.

Todos estos negacionismos van en la línea de hacer retroceder el escenario mundial al de un Capitalismo feudal y un mundo de monarquías depredadoras que distraen y encandilan a la opinión pública, liquidando derechos conseguidos desde mediados del siglo XIX. Su mecanismo principal se basa en una serie de distorsiones de la realidad fruto del aumento ya mencionado de las fake news y la imposición de los marcos culturales del neoliberalismo en su fase actual de apuesta por el ascenso de gobiernos y regímenes autoritarios.
Los triunfos electorales recientes de las formaciones racistas y populistas de derechas en Hungría, Francia, Suecia y el ya vaticinado en Italia deben ponernos en guardia para prevenir y combatir a tiempo las causas y errores que han permitido que los enemigos del Bien Común y las clases populares hagan caer a estas mismas en la seducción de masas provocada por el fascismo renovado, con lideres y lideresas que intentan disfrazarse de heroínas patrióticas y que disponen de una enorme maquinaria de carácter mediático y judicial a su servicio.
La unidad en la diversidad y el fortalecimiento de alianzas de Gobierno y electorales de cara a los multiples procesos decisorios que afrontaremos en los próximos tiempos, serán una parte importante de las medidas que pueden frenar y revertir esta tendencia. Las fuerzas progresistas y de izquierdas deben de reconectar seriamente con la ciudadanía en la línea de la recuperación de una democracia participativa que nutrió a la oposición en los momentos insurreccionales anteriores como el del 15M en España, los Estallidos sociales en Chile, Brasil y Colombia, etc.
Finalmente constatar que todos los retos están conectados, pero que sólo la convicción personal primero y luego la conciencia colectiva de las amenazas que describía el profesor y periodista Ignacio Ramonet, más una reacción a tiempo y la rectificación de los errores cometidos en el pasado, pueden cambiar el rumbo al desastre al que nos llevan cual corderos los propietarios y
conductores actuales de nuestros destinos. De todas nosotras y nosotros depende.

Miguel Ángel Ferris

Portavoz Red de Círculos Europa.