Por Walter C. Medina
En diálogo con Ximena Donamaría para el programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” (AM530 Radio del Pueblo), la candidata a Diputada al Parlamento Europeo por Podemos, Mar Cambrollé, explicó cuáles son las iniciativas que su partido propone de cara a las próximas elecciones europeas.
Activista por los derechos de las personas transgénero, ex Presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía y de la Federación Plataforma Trans, Cambollé sostuvo que “Los derechos humanos no pueden ser una recomendación, sino que deben estar en el centro para que se cumplan en todos los países miembros, y así se pueda garantizar la igualdad del colectivo LGTBI”
¿Cómo te decidiste a dar el paso para ir en la lista de Irene Montero?
Desde el activismo también se hace política de cambio, para poder remover obstáculos que nos impiden vivir en igualdad; políticas para alcanzar marcos jurídicos y cambios culturales que favorezca la igualdad plena del colectivo LGTBI. Decidí ir con Irene Montero porque nuestra experiencia en España, ella, desde las instituciones, yo, desde la calle liderando al movimiento trans, hemos conseguido conquistar una de las leyes más avanzadas de toda Europa.
Una ley que ha situado a España en el ranking número 4, cuando estaba en el 14. Es una ley que ha venido a devolver a las personas trans la dignidad después de cuarenta y cinco años de democracia. Las personas trans hemos tenido treinta y seis años un modelo para poder rectificar legalmente nuestro sexo y nuestro nombre que obedecía a un chantaje del Estado que exigía como requisito una esterilización física, que era una cirugía genital o un tratamiento forzoso con hormonas, también con resultado esterilizante.
Por lo tanto el gobierno chantajeó durante treinta y seis años a las personas trans. Si queréis identidad, tenéis que pagar con la salud. Y esto se acabó con la ley trans, que nos ha devuelto la dignidad. Es una ley que prohíbe las terapias de conversión, que facilita la afiliación de sus hijas, hijos e hijes a mujeres lesbianas, que nos protege en el ámbito laboral de la discriminación a las personas LGTBI.
Es una ley integral que da respuesta en todos los ámbitos en donde hemos sido discriminadas; educación, salud, campañas contra la lgtbifobia; eso me hace ir con Irene en la lista, porque nosotras no vamos con promesas, con titulares. Hoy los derechos de las personas LGTBI son ley y están publicadas en el Boletín Oficial del Estado.
¿Serías la primera Eurodiputada trans que entra en el Parlamento Europeo? ¿Por qué crees que es tan necesario que una mujer trans pueda llegar a este tipo de espacios?
No puedo decir que sería la primera mujer trans en entrar al Parlamento Europeo, porque ya en 2006 estuvo una mujer italiana, y estuvo por el Partido Comunista de Italia. Yo sería la segunda mujer trans. Y creo que es importante que las personas trans, que hemos sufrido un proceso similar al de las mujeres, que han sufrido discriminación estructural porque han vivido en un mundo hecho por hombres y solo para hombres, donde fueron apartadas a los márgenes de la cultura, de la ciencia, de la política, de la vida social.
Hemos tenido leyes en España donde las mujeres no podían tener una cuenta corriente, donde las mujeres ni siquiera podía viajar solas sin un permiso marital, donde las mujeres que eran denunciadas por infidelidad por sus maridos, ingresaban en la cárcel; donde las mueres no podían ser herederas, donde las mujeres escritoras tenían que firmar con seudónimo.
Las mujeres no eran sujetos de derecho. El feminismo ha conseguido grandes cotas de igualdad, aunque aún continúa una cultura machista y patriarcal. Con las personas trans es igual. Vivimos a los márgenes de la cultura, de la ciencia, de la política y de la vida social. Es importante que empecemos a derribar ese mundo porque solamente con la voz del sujeto político podemos conseguir la igualdad, a través de cuestionar los privilegios para que todas, todos y todes seamos iguales. Es importante que las personas trans entren no solamente en el mundo de la política, sino también en el mundo de la ciencia, de la cultura, del arte; en todos esos espacios de los que hemos sido expulsadas a los márgenes.
En Europa, los derechos conquistados por el colectivo LGTBI se están recortando en países como Polonia, Italia, Hungría, en Países Bajos, con gobiernos de ideología fascista. ¿Qué políticas crees necesarias para que estos derechos se puedan afianzar y cómo se puede llegar a limitar estas políticas que incitan al odio? ¿Qué políticas se van a presentar desde Podemos?
Bueno, la realidad es que Europa en estos momentos está en manos de la derecha y de la ultraderecha, y con una social democracia que no hace oposición porque en el fondo comparte los mismos principios que es no cuestionar a los poderosos ni a los fondos buitre, ni tampoco las políticas que tienen que ver con el feminismo o con el colectivo LGTBI. Europa lleva treinta y cinco años recomendando a los estados miembro, pero nunca han obligado a los países a cumplirla, por lo tanto ha sido una gran pose.
Son importantes las resoluciones y las directivas, pero solamente son recomendaciones, por eso se da este fenómeno de Polonia y Hungría que no acatan las recomendaciones, y además prohíbe a las personas LGTBI poder existir, vivir, amar y ser libremente. Podemos va a llevar a Europa una directiva de obligado cumplimiento, porque los derechos humanos no pueden ser una recomendación, deben estar en el centro para que se cumplan en todos los países miembros, y así se pueda garantizar la igualdad del colectivo LGTBI a través de las distintas propuestas que llevamos, como la educación, una asignatura en todas las etapas educativas para el respeto a la diversidad de género, pero también a la igualdad de género.
Para poder combatir el patriarcado, el machismo y la violencia de género, así como la lgtbifobia a través de la herramienta de la educación. También llevamos una propuesta para que las mujeres lesbianas puedan filiar a sus hijas, hijos e hijes, para que todo el territorio europeo esté libre de espacios cerrados para las personas LGTBI, prohibir las terapias de conversión, las operaciones a bebés, garantizar que todos los países miembros de Europa reconozcan la libre autodeterminación del género como un mecanismo para rectificación del nombre y el sexo de las personas, extender el derecho al matrimonio igualitario con derecho a adopción de todas las personas gays y lesbianas, apoyar a las familias diversas, posibilitado la adopción.
Principalmente la propuesta es educación, salud, derechos; también en el terreno laboral llevamos la propuesta del cupo laboral trans para paliar una anacrónica situación que viven las personas trans en todo el mundo, así lo confirma la Organización Internacional del Trabajo: Uno de los colectivos excluidos del mercado laboral son las personas trans. No es paro lo que vivimos, sino una exclusión pura y dura. Todo esto va a garantizar los derechos en todos los territorios de Europa.