Walter C. MedinaENTREVISTA A GABRIEL CAMPERO NAVA
Gabriel Campero Nava es Ingeniero Industrial por la Universidad José Antonio Echeverría de La Habana. Actualmente es el encargado de Negocios del Estado Plurinacional de Bolivia en Colombia, ha trabajado en diversos sectores de la función pública del Estado boliviano, siendo Director de Regularización, Comercialización de Redes de Gas Natural, Director del Observatorio Energético y Jefe de la Oficina de Defensa del Consumidor de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
También fue Jefe de Relaciones Internacionales y Responsable de Seguridad e Higiene Ocupacional del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, Asesor del Despacho de Medioambiente y Agua, Responsable de Operaciones en el Servicio General de Identificación Personal, Coordinador Departamental Cédula de Identidad Gratuita, colaboró con varios artículos de opinión en medios de circulación nacional como el periódico “Ahora El Pueblo”, el semanario “La Época”, además de brindar diversas entrevistas en medios internacionales como “Prensa Latina”, “Sputnik Mundo”.
Entrevistado por Francisco López y Miguel Ángel Ferris para el programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” (AM830 Radio del Pueblo), Campero Nava se refirió a la situación política que atraviesa Bolivia tras el intento de golpe de estado ocurrido el pasado 26 de junio.
Estás como asesor comercial o delegado comercial en Colombia pero eres quien hace la función de embajador. ¿Es esto correcto?Efectivamente. Estoy ejerciendo como jefe de la misión, máxima autoridad, representante del estado plurinacional de Bolivia, aquí en Colombia.
¿Cómo viviste todo lo acontecido en Bolivia con el golpe de estado frustrado ?Fue una situación muy penosa que nos acongoja mucho porque pensábamos que después del golpe del año 2019 habíamos logrado subsanar esa etapa de quiebre democrático por sectores que son militares y que no van acorde con lo que establece la constitución del Estado de Bolivia.
¿Por qué cuando creemos que ya tenemos asentada a la democracia surgen estos golpistas y qué crees tú que ha llevado a que pase esto en Bolivia?
Lo que sucede con la mayor parte de los bloques progresistas. En esta circunstancia lo que implica es la otorgación de derechos, la redistribución de la riqueza, los recursos naturales, siempre van orientados para intereses externos, hegemónicos, que cuando ven que entra un gobierno que va a favor de las grandes mayorías, empieza a redistribuir esas riquezas, ve afectado sus intereses y lógicamente empiezan a intentar la desestabilización como mecanismos para coartar la democracia y sobre todo para acortar mandatos de gobiernos democráticamente electos y que son lógicamente gobiernos que favorecen a estas mayorías que históricamente han sido excluidas.
Cuando la izquierda se divide, la derecha se une. ¿Crees que la izquierda tiene que estar unida para parar a los golpistas y a la derecha en el mundo?
Es muy importante y es un aspecto muy crucial; es la finalidad de todo el bloque que se ha planteado desde hace más de catorce años. Lo que han que recordar es que los procesos de gobiernos progresistas de izquierdas que vienen desde el año 2006 con el Comandante Fidel Castro y con el Movimiento al Socialismo dentro de lo que es el estado plurinacional; con Lula, con Pepe Mujica, esa ola, como se la denominó en primera instancia, iban asociados a lo que es la acumulación de luchas históricas de sectores que históricamente han sido excluidos.
En determinado momento estos bloques se organizan a través de diferentes peticiones para garantizar una redistribución de la riqueza y lógicamente justicia social. El bloque boliviano ha sido heroico, sus organizaciones sociales han sido heroicas. Desde el año 2019 cuando le dan un golpe de estado a Evo Morales, el bloque popular en Bolivia empieza a organizarse, a generar esa resistencia heroica que logra recuperar la democracia a través del voto popular.
La unidad de la izquierda estuvo garantizada y está garantizada, porque son las organizaciones sociales las que a través de su voto determinan quien es la persona que los va a representar. Por eso en el intento de golpe que tuvimos el pasado 26 de junio la reacción fue inmediata.
La gente empezó a salir hacia la plaza Murillo para poder resguardar todo lo que se refiere el núcleo del poder político que en ese instante está ahí. Las fuerzas políticas que se conglomeran en ese resultado de organizaciones sociales impidieron conjuntamente con acciones decididas que en determinado momento tocará abordarlas por parte de una comparativa de qué se hizo mal en el 2019 y qué evitó que en este 2024 se consolide este golpe. Existe un pueblo organizado que salió a defender la democracia.
¿Hasta qué punto vuestro gobierno ha cambiado o redirigido o modificado la trayectoria basada en gran parte en la obtención de riquezas para la exportación?
El presidente Luis Arce no ha cambiado ni una sola de las políticas sociales y económicas que se implementaron en el primer periodo del proceso de cambio, cuando él era Ministro de Economía. Y esto hay que dejarlo claro, pero con una diferencia, que estamos en unas condiciones mucho más difíciles de las que se tuvo en el primer período.
Las dinámicas que se utilizaron durante el primer período eran de la nacionalización de los recursos naturales y la distribución de bonos, la redistribución de la riqueza, el impuesto a los hidrocarburos, en una condición en la cual existían buenos precios, un bloque a nivel latinoamericano muy fuerte para la compra del gas, que era lo que más nosotros exportábamos y el principal recurso que se tenía, hacia Brasil y Argentina.
En estos catorce años de una bonanza económica con buenos precios de hidrocarburos, no se realizó una adecuada exploración hidrocarburífera para garantizar la continuidad de la venta del gas. Luis Arce está haciendo en tres años lo que debimos haber hecho en catorce. No se ha retirado ni un solo bono, no se ha quitado ningún tipo de beneficio social para las grandes mayorías, que se implementaron en los primeros catorce años.
Recientemente Bolivia ha iniciado relaciones geopolíticas con Rusia y China, ¿no puede interpretarse esto como un simple cambio en la dependencia extranjera pasando del bloque europeo y estadounidense al de las nuevas potencias emergentes? ¿Existe un camino posible en el no alineamiento en un contexto mundial como el actual?
En realidad no es una dependencia. El modelo económico boliviano, desde el año 2006 cuando ingresa el Movimiento al Socialismo, nunca ha dejado de lado a los socios comerciales; pero un socio comercial en el cual el estado boliviano es soberano y mayor accionista.
Por eso es que al instante en el que se realiza la nacionalización de los hidrocarburos y la implementación de diversos programas en los cuales no se tenía la capacidad para poder llevar adelante porque no se tenían los profesionales adecuados, lógicamente tenías que realizar asociaciones de carácter benéfico para instituciones privadas y lo estatal, con la diferencia de que el Estado era el mayor accionista con el 51 por ciento y eso se sigue manteniendo.
Bajo esta impronta que ha estado garantizando el imperialismo para mantener como pario trasero al estado boliviano dentro de su dinámica hegemónica, ha tocado a partir de las circunstancias que se han ido dando en el tiempo, buscando nuevos aliados comerciales.
Y en esta misma dinámica nosotros tenemos negociaciones, acuerdos comerciales, tenemos una serie de memorándums de entendimiento de beneficio mutuo tanto para los sectores que son educativos y de salud; esas áreas se han cerrado tanto con China como con Rusia