“LA SOLUCIÓN ESTÁ EN EL RECONOCIMIENTO DE LOS FALLOS” en España y Argentina.

Por Walter C. Medina.

Francisco López, del Consejo de Coordinación de la Red Círculos Podemos América- Latam y presentador del programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” (AM830 Radio del Pueblo), dialogó con Pablo Sercovich y Hugo Delgado en el programa “Argentina en Red” por Cadena Nacional. Sercovich inició la entrevista trazando un paralelismo entre los procesos electorales de España y Argentina.

Entre los temas abordaos en la entrevista, Francisco López sostuvo que hay que “Pensar en qué se ha fallado, en qué se ha hecho mal y en qué se ha hecho bien. Mientras que no se haga un examen de conciencia de los errores propios, difícilmente se va a encontrar una solución a los problemas que hay ahora y a los que pueden venir”

¿Qué está pasando en España en estos momentos?

Bueno, lo que está pasando en España es que vamos a tener otros cuatro años más de gobierno progresista, esencialmente porque se daba una circunstancia muy similar a la de Argentina; o sea, se preveía que iba a ganar la derecha y la extrema derecha, es decir VOX.

Hay que recordar que en España tenemos un sistema parlamentario, que no es un sistema presidencialista como es el caso de Argentina. Y al presidente del Gobierno indudablemente lo elige la Cámara de Diputados. Y allí la opción progresista indudablemente que acompaña tanto el Partido Socialista, Sumar, del cual Podemos era parte, y está dentro de ese entorno progresista junto con los partidos Bildu, vasco, y Esquerra Republicana y Junts, de Catalunya, inclusive la Coalición Canaria, que es de centro derecha, le dieron su voto a Pedro Sánchez para que fuera presidente del Gobierno.

Nadie se pensaba que iba a ganar el progresismo, todo indicaba que iba a ser el Partido Popular con VOX, y no ha sido así. Se tocaron los cimientos, se tocaron las fibras de los derechos, y hubo muchísima sensibilización por parte de la ciudadanía española y eso contribuyó a parar a la derecha. Ha sido difícil, en Países Bajos también ha ganado la extrema derecha con un 26 por ciento de los votos.

España ha sido la contención en el sur de Europa, tanto España como Portugal, en donde gobierna también el Partido Socialista con mayoría absoluta. Y esa contención de la derecha siempre se ha dado en el sur de Europa.

¿Ustedes articulan fundamentalmente con toda la comunidad española en el exterior, especialmente la que se encuentra en el ámbito latinoamericano?.

Nosotros tenemos llegada no solamente en Latinoamérica, tenemos círculos en Europa, América, Asia. Hay unos veinte círculos en todo el mundo y unos 18 mil afiliados de Podemos en el exterior.

Tenemos la particularidad de que somos descendientes de españoles algunos, otros somos españoles que hemos emigrado, y entonces es como que estamos muy empapados del internacionalismo.

Somos un partido internacionalista; no estamos recluidos sólo a España, sino que estamos en muchos sitios. En Latinoamérica, que es la región que coordino junto a otros compañeros, estamos muy al día a día porque nos involucramos en movimientos progresistas, cada uno dentro de su territorio, con el cual vemos una similitud en el modus operandi de la derecha y la extrema derecha que no solamente se ha dado en España.

Hay una bajada de línea por parte de los servicios de inteligencia y de la CIA de los Estados Unidos al conjunto de los países que intentan buscar la independencia económica y política, y yo creo que esa es una similitud en todo lo que se está dando.

Lo estamos viendo en Europa con la guerra de Ucrania, y lo estamos viendo aquí, en Latinoamérica, intentando de apropiarse del litio, del agua dulce, etc.

No podemos olvidar cuando, de la mano de la FAES, José María Aznar desembarca en Argentina, dándole acompañamiento a lo que posteriormente fue el macrismo en todo su esplendor. ¿Cómo ves esta dinámica de cara al futuro?

Bueno, de cara al futuro es bastante preocupante, a mí me preocupa mucho. La Fundación FAES se hizo a imagen y semejanza de José María Aznar que fue uno de los artífices del famoso pacto de las Azores para la invasión de Irak.

La situación ahora mismo es bastante preocupante. Entonces estaba la FAES, pero ahora tenemos el Pacto de Madrid, donde tienes a toda la derecha y a la ultraderecha de Latinoamérica. Hay que recordar que ahí tenemos a Fujimori, al uribismo, a Fox, o sea, todo el núcleo duro que tenemos mueve al fascismo aquí en América Latina. Y hay otro derrotero que es muy significativo.

Lo mismo que ha sucedido en España con ese vuelco del Partido Popular, de la derecha hacia la extrema derecha con Santiago Abascal, la misma situación se está dando aquí en el resto de América Latina.

Lo hemos visto con el candidato en chile, lo hemos visto con el apoyo que le dio Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid o el propio Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, le dieron el apoyo implícito a Milei, que es un referente del fascismo en argentina.

Es suficientemente grave y ahí se puede ver la dirección que va a buscar este gobierno, que no solamente va a ser una dirección neoliberal en cuanto a políticas económicas, sino que va a ser una dirección hacia el recorte de derechos, lo contrario a lo que predica con la “libertad”. Es la misma bajada de línea que se está dando en toda Latinoamérica y en muchos países de Europa.

Sabemos que el populismo es por definición la expresión del fascismo, es decir, partidos que con ciertos visos de pan y circo para el populacho, logran una masividad. Sin embargo en Europa se habla de populismo cuando se refieren a los sectores populares de América Latina. ¿Por qué creés que se da esto?

Yo creo que en Europa no se habla de un populismo cuando se habla de América Latina. Hay que saber identificar lo que son los movimientos populares, de defensa y de justicia social, y otra cosa son los populismo que no solamente es de los partidos progresistas, populismo era lo que tenía Adolf Hitler, Mussolini, Franco, en ese acopio de masas y de ensalzamiento de la propia personalidad, lo que está pasando aquí ahora con Milei; esos sí son populistas.

En Europa se identifica a los movimientos populares, tienen muchísimo respeto por esos movimientos. Argentina es un referente en cuanto a derechos humanos y a conquistas de derechos de la población civil. Yo creo que es ahí en donde se da esa confusión.

Qué es populismo y qué es fascismo. Hoy el populismo es el fascismo, porque ellos dicen lo que la sociedad quiere escuchar. Si la sociedad quiere escuchar que le están recortando derechos, indudablemente se hacen con el relato. Se han apoderado de ese relato popular que no es el relato real, que es lo que marca la ciudadanía.

Tenemos por delante en todo el continente de reestructurar una propuesta de reorganizar el campo nacional y popular, de intervenir desde todos los espacios en este proceso de construcción.

Ustedes tienen una experiencia en Podemos de intervención directa, de participación asamblearia, de producción de abajo hacia arriba. ¿Cómo debiéramos en esta etapa abordar este proceso?

La primera cuestión es hacer un examen de conciencia. Pensar en qué se ha fallado, en qué se ha hecho mal y en qué se ha hecho bien. Mientras que no se haga un examen de conciencia de los errores propios, difícilmente se va a encontrar una solución a los problemas que hay ahora y a los que pueden venir. Milei no ha venido para irse rápido.

Él se puede ir, pero indudablemente puede ser un alfil de un juego de ajedrez que en un momento determinado se puede sustituir por una torre o cualquier otra pieza. La clave está en ver dónde se ha fallado, en volver a la transversalidad.

No se puede decir “yo pienso así y el que no piensa como yo es mi enemigo”, a pesar de que todos están dentro de la mismo trinchera. Es el error en el que siempre ha caído el progresismo, siempre buscando al enemigo en la trinchera propia, y no al que está en frente.

Yo creo que la solución está en el reconocimiento de los fallos, en un reciclaje y dar la oportunidad de que surgen nuevos líderes, no implantar a los líderes; los líderes surgen en función de las necesidades del pueblo.

Esa transversalidad es la que va a llegar a la transformación que se puede dar aquí en Argentina y en muchos países latinoamericanos. Y eso es algo que se tiene que extender para recuperar la ilusión. No es que Milei ha ganado por ser Milei, ha ganado porque los que lo han votado no eran peronistas.

Por ejemplo, lo que se estaba buscando en España con ese acoso y derribo hacia el progresismo, primero era Podemos el enemigo, después Podemos ya no era tanto en enemigo porque también están los partidos independentistas.

No puedes centrarte en un enemigo, hay que tratar de diversificar para distraer los perdigones del contrario, porque si siempre buscamos a la misma persona para que sea el líder indudablemente va a ser fácil para ellos identificar quién es el enemigo.

Esos relatos son los que tiene que darse la sociedad argentina y muchos países de Latinoamérica, porque en Ecuador ha pasado algo que es un calco de lo que ha pasado en Argentina con el triunfo de Novoa.

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