El presidente Biden y los líderes del G7 lanzan la iniciativa B3W, «Build Back Better World» para hacer frente a la Nueva Ruta de la Seda china en los países en desarrollo.
El B3W es la apuesta de Biden contra la Ruta de la Seda con un proyecto de mejorar la infraestructura global “de manera transparente y sostenible, financiera, ambiental y socialmente” según fuentes oficiales. Al plan se han comprometido Canadá, Japón, Reino Unido, y de la UE: Alemania, Francia, e Italia.
Persigue el objetivo de reducir las necesidades de más de 40 billones de dólares en infraestructuras de los países en desarrollo, una brecha que se ha ensanchado con la pandemia del Covid-19, un plan que se extendería hasta 2035 que insiste en coordinar y movilizar el conglomerado de capital privado conjuntamente con las agencias de desarrollo estadounidenses tales como la DFC, (Corporación de Financiamiento para el Desarrollo), la USAID, el EXIM Bank, la MCC (Millennium Challenge Corporation) y la USTDA (Agencia de Comercio y Desarrollo de EEUU) para armonizar los esfuerzos en 4 líneas de acción: clima, salud y seguridad sanitaria, tecnología digital y equidad e igualdad de género.
Latinoamérica se convertirá en el punto de fricción de la competitividad entre el B3W y la NRS, (Nueva Ruta de la Seda). China durante las últimas dos décadas se ha convertido en el primer socio comercial de Brasil, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela, además de contar con la integración de 19 países en la Franja y la Ruta, firmantes del memorándum de entendimiento de la iniciativa global china que abre el grifo del financiamiento chino para obras energéticas, viales y portuarias y nuevas oportunidades comerciales bajo el prisma del «win-win» del abanico de proyectos.
Desde la perspectiva del capital financiero el recelo de bancos e instituciones financieras de los países socios del G7 han visto muy arriesgadas las inversiones en países de bajos ingresos, especialmente en África, y han evitado financiar sus proyectos, hecho que le abrió el camino a China para convertirse en el principal aliado económico de África.
En la UE, por un lado, el llamado “Tren Yiwu a Madrid-Londres” es una de las apuestas más importantes de la Nueva Ruta de la Seda, que atraviesa el corazón geopolítico euroasiático de este a oeste.
La compañía China State Railway Group Co. Ltd. Informó que el tren de carga que une China con Europa hizo un récord de 12.400 viajes en 2020, un 50% más que en el año anterior, según el operador ferroviario de China. Los convoyes transportaron el año pasado 1,14 millones de Teus (número de unidades de carga) lo que constituye un aumento interanual del 56%.
Por otro lado, Italia es la prueba más evidente del éxito de la NRS. Es el único país de G7 que ha firmado el memorándum de entendimiento sobre la Franja y la Ruta, Roma ha suscrito desde entonces una docena de acuerdos con Pekín que van desde regulaciones fiscales hasta requisitos sanitarios para la exportación de carne de cerdo, ante las presiones estadounidenses se ha impedido el acuerdo de implantación de la 5G con Huawei.
Otro ataque contra la política interna de China fue la aprobación por EEUU de la Ley TAIPEI sobre la Iniciativa de Protección y Mejora Internacional de los Aliados de Taiwán en 2020 tras las decisiones de Panamá y El Salvador de romper con Taipei y reconocer a la República Popular a la que se sumó Nicaragua últimamente. La Ley TAIPEI autoriza al Departamento de Estado de EE. UU. a tomar en consideración la “reducción de sus compromisos económicos, de seguridad y diplomáticos con las naciones que toman medidas serias o significativas para socavar a Taiwan”.
Una iniciativa anterior con la administración Trump fue la iniciativa BDN, Blue Dot Network, participada por EEUU, Japón y Australia con el objetivo de movilizar capital privado para invertir en el exterior, en ella se encuentra la DFC, U.S. International Development Finance Corporation, la banca de desarrollo de EEUU que cuenta con un capital de 60.000 millones de dólares.
El plan B3W forma parte del poder estadounidense global en su expansionismo y su necesidad de bloquear a la política asertiva de China que se complementa con tres acuerdos en colaboración con países del Pacífico:
-El FVEY (Five Eyes), alianza de inteligencia de señales de comunicación que integran Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá y EEUU que Interceptación y recopilación de señales (SIGINT) mediante: inteligencia de comunicaciones directas entre personas, captura de comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos en casi todo el mundo (COMINT), o por medios electrónicos: radares, sistemas de misiles tierra aire, aeronaves (ELINT) Estos sistemas constituyen Echelon, la mayor red de espionaje y análisis capaz de interceptar más de tres mil millones de comunicaciones al día.
-el QUAD (Quadrilateral Security Dialogue) alianza para frenar a China en el Indo-Pacífico y particularmente en el Mar de China Meridional.
Integrado por Japón, India, Australia y EE UU. En 2010 la cooperación militar mejoradaentre los EEUU y Australia, llevó a la colocación de marines estadounidenses cerca de Darwin en territorio australiano, con vistas al Mar de Timor y al estrecho de Lombok.
Mientras tanto, India, Japón y EEUU realizan ejercicios navales conjuntos en Malabar, costa suroeste de la India.contrarrestar a China militar.
-el AUKUS, pacto firmado por Australia, Reino Unido y EEUU en septiembre de 2021 que incluye la cooperación en capacidades cibernéticas, AI (inteligencia artificial), tecnologías cuánticas y ayuda a Australia en adquirir submarinos de propulsión nuclear. El otro país de la zona, Nueva Zelanda, importante aliado estratégico en la región del Pacífico, quedó excluido debido a su política libre de armas nucleares para el país en virtud de la Ley de Control de Armas, Desarme y Zona Libre de Armas Nucleares de Nueva Zelanda de 1987 por el cual el mar territorial, la tierra y el espacio aéreo de Nueva Zelanda se convirtieron en zonas libres del transito y armas nucleares.
Según Refinitiv, la Franja y la Ruta por contra ofrece “enormes oportunidades para iniciativas de inversión y asociación”, en junio de 2020 el plan de Xi Jinping había acogido más de 2.600 proyectos por un monto de 3,7 billones de dólares.
Biden con su consigna “America is back” pretende volver a resituar a su país como socio clave de la mayoría de esos Estados con la obsesión de cerrar el paso al imparable avance chino en la tercera década del siglo XXI.
Juan López, Redacción Revista TU VOZ Delegación de Argentina.