Hace unos días el nuevo presidente de Colombia y uno de los principales líderes en la nueva realidad política Latinoamericana, Gustavo Petro, se entrevistó con la Comisión de apoyo al periodista de investigación y director de Wikileaks Julien Assange. De dicha reunión salió su firme compromiso con la causa de la Libertad de expresión e información, claves en la defensa de los sistemas democráticos más avanzados a los que aspira su país y que se ven en grave peligro por el papel de matón mundial de la potencia Estadounidense y las agresivas y tóxicas estrategias mediáticas de las élites en el Poder a uno y otro lado del charco.
No por casualidad, tras la experiencia colombiana de dominio total del aparato informativo por parte de las mafias, la ultraderecha y los poderes financieros, en Colombia ha surgido un nuevo movimiento impulsado por el Colectivo “Periodismo por la Verdad”, surgido desde los profesionales que han sabido aliarse estos últimos años para contrarrestar las mentiras oficiales sobre la realidad del país y la verdadera voluntad de Cambio manifestada en las plazas y las urnas. Su propósito, parece mentira a estas alturas, es recuperar el valor de la información veraz y contrastada y, de paso, el prestigio social del periodismo, tan ligado hoy en dia a su papel de correveidile del poder económico más voraz.
Precisamente, en un reflejo común a las dos orillas, señal de lo muy parecido que resultan los hechos y mecanismos que rigen nuestros sistemas tanto en Europa como en América Latina, en el Estado Español han aparecido recientemente iniciativas periodísticas que están poniendo en cuestión gravemente el control y manipulación sine die de la opinión pública y la Agenda mediática de las masas. La batalla mediática, junto a la judicial, son los dos frentes en los que el nuevo mecanismo golpista del Lawfare opera mayoritariamente en descrédito de la propia Democracia liberal y sus principios Constitucionales.
Tanto en Argentina, como en España, en Brasil, en Chile o cualesquiera de los países de nuestro entorno la asfixiante concentración de medios de comunicación y su dependencia de los poderes financieros nacionales o multinacionales, ha puesto en peligro esos dos derechos mencionados, el de expresión y de información plural. Quienes pretenden desestabilizar los actuales gobiernos progresistas, ya de por sí muy vigilados y presionados por los Mercados y organismos Internacionales, necesitan un escenario de “silencio mediático” total, en el que no se escuchen las voces de los sectores afectados por sus políticas antisociales, ni se vean confrontados al dilema aquel de no dejar “que la realidad les pueda estropear un buen titular”.
Una de esas voces que se les ha atravesado en el silencio del desierto mediático ha sido la del Podcast “La Base”, impulsado desde hace ahora menos de un año por el exvicepresidente del Gobierno español y exsecretario General de Podemos, Pablo Iglesias. Con una audiencia media de 230.000 ciudadanos y picos de hasta 600.000, ha ido incrementando en poco tiempo su presencia en el panorama mediático a uno y otro lado del Atlántico, con presencia creciente en Chile, Argentina, México o Brasil.
Ahora, a las puertas de un nuevo Ciclo electoral en España sin precedentes, con la misma polarización entre Democracia y Derechos o Fascismo y sumisión que se ha producido en los recientes comicios en América Latina, Pablo Iglesias ha anunciado la puesta en marcha de “Canal Red”, una alternativa televisiva que pretende romper el monopolio del Poder mediático y cuya financiación ha tenido una desbordante respuesta de la ciudadanía a través de un crowdfunding.
Canal Red se propone, mediante esta nueva plataforma audiovisual, conectar las dos audiencias, la española y la latinoamericana. La cara visible en Latinoamérica será el periodista argentino, Daniel Tognetti. «Va a ser un canal que impulse las libertades y los derechos de nuestro país, un canal que va defender a los de abajo, un canal para cambiarlo todo», explicó en su presentación el propio Iglesias.
Quedamos a la espera del nacimiento de esta nueva ventana de libertad y pluralidad informativa, sin dependencias gubernamentales ni privadas y abierta a la participación de la ciudadanía. Un concepto que ya funcionó cuando el boom de las Radios Libres y Comunitarias de los 80 y que, con la aportación valiosa de las nuevas tecnologías, nos permite ahora llegar más y mejor a las audiencias, contribuyendo al servicio público y social de la Información.
Por nuestra parte, desde los núcleos organizados de la emigración española, también estamos en proceso de alumbramiento y pronto anunciaremos una nueva apuesta por la Comunicación popular en las dos orillas, como lo es ya este espacio radiofónico de ‘Cenizas de Babilonia. la Diáspora española’.
Conscientes de que la “lucha final”, como alude uno de los himnos más conocidos del género humano, se libra ahora en el campo de batalla mediática, en donde se puede legitimar tanto la ruina económica y el saqueo de un país como la petición de un golpe de Estado ante el no reconocimiento del resultado de la voluntad democrática en las urnas, todas las iniciativas del periodismo sin tutelas y de la ciudadanía empoderada construyendo sus propios Medios son de agradecer.
Estas y otras noticias similares deben ser una fuente de esperanza. Que ya es hora de que los Pueblos tengan menos miedo y más esperanza y las élites empiecen a preocuparse y renuncien a sus macabras distopias. Sus sueños delirantes no pueden ser las pesadillas de la Humanidad. Acordémonos del “Reloj del Apocalipsis” de mi anterior Columna, y démosle la vuelta a las manecillas, en sentido contrario, a las actuales amenazas mundiales, pero sin dudas ni temores. En definitiva, que “Sí se Puede”.
En España, como en todo el mundo, la defensa de la titánica batalla por la Libertad de expresión e Información realizada por Julian Assange y Wikileaks nos concierne a todos. No se puede apagar ni una voz más en las mazmorras del Imperio. Aquel y aquello que simboliza la lucha más digna y frontal por las Libertades que fundamentan la posibilidad del derecho real a elegir, clave de bóveda de nuestra Democracias, debe ser liberado del secuestro judicial de las autoridades británicas y nuestros países, mayoritariamente representados por gobiernos que creen firmemente en los Derechos Humanos y los valores mencionados, han de ser un ariete contra las pretensiones del país cuya famosa estatua de la Libertad hace tiempo que no ilumina más que las vergüenzas de lo peor de la raza humana, la violencia, la desigualdad y la opresión
Miguel Ángel Ferris, Portavoz de Red de Círculos de Podemos Europa Equipo de Redacción de Revista TU VOZ y Radio Cenizas de Babilonia Diáspora Española.