Tanto en Rusia como en Irán el problema es el mismo: los políticos y los militares. Los primeros son pro-occidentales, con alguna que otra consideración en Rusia, mientras que los segundos son quienes están poniendo la cara una y otra vez ante los bofetones. En Irán existe el mismo debate que en Rusia sobre hasta dónde hay que aguantar. En los dos países la sensación es que los políticos, el Kremlin en un caso y el bazar en otro, creen que jugando con el niño (Trump) se puede llegar a algún tipo de acuerdo.
No. No es posible. Quien escribe como un niño de 12 años y para niños de 12 años (porque ese es el nivel intelectual de los estadounidenses) es tan voluble y caprichoso como ellos: ahora quiero esto, ahora quiero esto otro. La cuestión es que rusos e iraníes cuando ofrecen una cosa hoy ya el niño ha cambiado de opinión y no la quiere.
La realidad es que en Irán ahora mismo hay un debate abierto entre «el campo derrotista pro-occidental liderado por Pezeshkian y los militares, que quieren levantar la prohibición del uso de armas nucleares». Vamos, lo mismito que en Rusia de lo que os he venido hablando. Así es como hay que interpretar lo que está ocurriendo en el Parlamento iraní, con unos diciendo que hay que retirarse del Tratado de no Proliferación Nuclear y otros que no. Incluso se ha llegado a informar de un acuerdo en ese sentido, aunque luego se ha desmentido. El debate, o el enfrentamiento, es muy fuerte y a eso está jugando también Occidente, con el cambio de gobierno o el reforzamiento de los pro-occidentales.
Mientras continúen los ataques sionistas, cada vez más protegidos por Occidente (con barcos estadounidenses y británicos guiando los misiles y los aviones de la OTAN haciendo lo mismo para derribar los misiles de represalia que lanza Irán), ese debate no va a ninguna parte, pero las señales están ahí como cuando el Ministro de Asuntos Exteriores dice que se puede hablar de todo si terminan los ataques. Textual: «Irán está dispuesto a concluir un acuerdo para impedir la adquisición de armas nucleares, pero no aceptará condiciones que limiten su legítimo derecho a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos».
Según Irán, estos son los vuelos de la OTAN y de EEUU para ayudar (con poco éxito hasta ahora) a contrarrestar los misiles iraníes.

De hecho, no hay aparentemente ningún cambio en la postura oficial iraní, puesto que durante años ha venido diciendo que no tiene ninguna intención de crear armas nucleares, que hay una fatwa (decreto religioso) que las prohíbe, y que salvo el IVRS hasta ahora nadie creía tal patraña. Hasta ahora porque Occidente, al apoyar la guerra que en su nombre ha lanzado el IVRS, afirma lo contrario, como acaba de hacer el alemán Merz.
Irán reitera lo de siempre. Lo que pasa es que ahora ya no estamos en lo de siempre porque el país ha sido atacado. No se le ha hecho caso. Y los militares iraníes están diciendo lo mismo que los militares rusos: ¿por qué seguir jugando con un niño caprichoso y voluble? Y no se refieren a Netanyahu precisamente. De ahí el debate abierto, que está lejos de cerrarse y no lo estará a medida que la cosa siga.
Y a medida que los días pasen y el destrozo que Irán está causando al IVRS se amplíe, como está ocurriendo, los militares irán ganando puntos en la sociedad y los pro-occidentales los irán perdiendo.
Mientras tanto, el nivel de especulación que hacía ayer se asienta un poco y da paso a otra fase que parece especulativa también, pero en mucho menor medida.
Por una parte, se refuerza la opinión de quienes, como yo, piensan que Putin está nadando entre dos aguas.
Esto es de la página oficial del Kremlin y la he traducido al castellano para mejor comprensión.

Es muy, pero que muy raro en los ámbitos diplomáticos que una conversación de un jefe de Estado con otro no se dé a conocer por separado. Lo lógico hubiese sido dos notas, una de cada conversación. Pero no. Aquí se juntan las dos. Muy inusual, como digo. Tanto que en Irán la agencia Tasnim publicó un artículo mostrando su sorpresa por este hecho y añadiendo que tras ello el ministro de Exteriores persa llamó a su colega ruso para pedir aclaraciones y/o explicaciones y que este no se las pudo dar. Es la versión iraní, por supuesto, pero cuando el río suena, agua lleva.
Otra cosa es lo de China. Cada vez hay más evidencias de que sí, de que China está apoyando silenciosamente a Irán. Si EEUU y Occidente lo están haciendo con el IVRS, como os he dicho más arriba, China (bien sola o a través de Pakistán) lo está haciendo con los iraníes. No perdáis de vista a Pakistán en todo esto porque para este país la amenaza de una presión israelí-india sobre su soberanía es real y existencial. Y más desde el reciente enfrentamiento armado con India, del que salió muy bien gracias a las armas chinas. No os olvidéis de lo que también os comenté, que la Organización de Cooperación de Shanghái aprobó un documento de apoyo a Irán que no firmó India.
Se habla de forma casi abierta de «una guerra indirecta entre EEUU y China» porque ninguno de estos dos países quiere una derrota militar de su aliado. Aunque también se habla de una «participación de estos países en distintos grados», desde la participación más abierta y amplia de EEUU a la más oculta y en menor escala de China. La resistencia iraní después del primer día, con una alta proporción de altos mandos asesinados en los primeros ataques, está sorprendiendo y mucho a Occidente.
Se ha llegado a un punto en el que Occidente puede reclamar victoria («hemos destruido la capacidad de Irán de fabricar armas atómicas», por ejemplo) que, siendo irreal, le permita retirarse de la guerra con la cabeza alta. Pero en el mejor de los casos será un empate porque no habrá desaparecido el sistema político iraní, y en esa tesitura tampoco tendrán mucho que decir los «intermediarios» tipo Rusia.

Como dije ayer, la derrota de Irán es la derrota no solo de Rusia y de China, sino del nuevo mundo en marcha. Y si a Rusia no parece importarle mucho porque sigue intentando jugar con el niño (aunque el niño acaba de decir que la reunión que estaba prevista entre los dos países para este mes se aplaza sin fecha), a China sí le importa porque Irán tiene una gran importancia como corredor logístico de la Nueva Ruta de la Seda. Solo en un año, del 2023 al 2024, el comercio entre los dos países en este marco de la NRS se multiplicó por diez.
¿Cuál es la base para sostener esto? Pues que a pesar de la destrucción de parte de los órganos de mando y comunicaciones militares del primer día del ataque occidental contra Irán, del que el IVRS es su vanguardia, los misiles iraníes han seguido siendo lanzados y cada vez con mayor precisión. Puede que los militares iraníes no sean tan incompetentes como algunos piensan. Puede, también, que alguien les esté ayudando y así se haya podido restaurar el sistema de mando.
Por eso está sorprendiendo, y mucho, a Occidente, la reacción de Irán y las represalias de estos días, cada vez más letales y eficaces. Y porque se está llegando a un punto en el que cuanto más se extienda la guerra mucho peor para el IVRS y para Occidente. De ahí que Occidente no vea con malos ojos lo penúltimo del IVRS: asesinar a Jamenei. En fin, los «valores democráticos», ya sabéis.
Fuente y Articulo: El Lince