En la nueva estrategia de conectividad de la UE para enfrentarse al desafio global que supone la Nueva Ruta de la Seda de China, la UE comprometió hasta 318.000 millones deeuros para proyectos de infraestructura en África y Asia.
En el discurso sobre el Estado de la Unión el 15 de septiembre de 2022 la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció a bombo y platillo el lanzamiento de la nueva estrategia de conectividad de la UE, la Global Gateway. Von der Leyen enfatizó que el Global Gateway garantizaría que la UE invierta de manera más estratégica en todo el mundo y «cree vínculos y no dependencias». El Global Gateway fue ampliamente
interpretado como una respuesta a las audaces iniciativas de la política económica exterior de China contenida en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China.
Certificó que:
«Apoyaremos las inversiones inteligentes en infraestructuras de calidad, en el respeto de las normas sociales y medioambientales más estrictas, y conforme a los valores y las normas de la UE. La Estrategia Global Gateway es un modelo de la forma en que Europa puede construir conexiones más resilientes con el resto del mundo»
Entre 2021 y 2027, las instituciones de la UE y los Estados miembros de la UE
conjuntamente, por medio de sus instituciones financieras y de desarrollo, concretamente el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) movilizará hasta 318.000 millones de euros de inversiones en el desarrollo de infraestructuras en todo el mundo en diversos sectores: hacer frente a la brecha digital, apoyar la transformación ecológica con la vista puesta en lograr que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos del Acuerdo de París y garantizar la
seguridad energética de la UE, respaldar redes, como la ampliación de la Red
Transeuropea de Transporte, dar prioridad a la seguridad de las cadenas de suministro y al desarrollo de la industria manufacturera local y diversificar sus cadenas de suministro farmacéutico, ayudar a los países asociados a transformar sus sistemas educativos e investigación.
Lo que se puede intuir es que el Global Gateway se arma con fines geopolíticos
hegemónicos, la propia web de la UE nos proporciona la pista, anuncia que «Iniciativas
como Build Back Better World (B3W) y Global Gateway (GG) se reforzarán mutuamente».
El Build Back Better World (B3W) anunciado por EEUU es la apuesta de Biden contra la Ruta de la Seda con un proyecto de mejorar la infraestructura global “de manera transparente y sostenible, financiera, ambiental y socialmente” según fuentes oficiales. Alplan se han comprometido Canadá, Japón, Reino Unido, y de la UE: Alemania, Francia, e Italia. El conjunto de lemas sobre «valores democráticos», «altos estándares», «transparencia» y «sostenibilidad financiera» es curiosamente coincidente tal como la Comisión Europea describe el GG.
El B3W estadounidense parece destinado a servir como un reemplazo para el BRI chino en aquellos países en desarrollo cuyos gobiernos podrían ser presionados agresivamente por Occidente para distanciarse de la iniciativa de conectividad global mutuamente beneficiosa de China. EEUU arrastra una tradición de diseñar revoluciones de color o movimientos de protesta armados que disfrazan su objetivo de cambio de régimen con respaldo externo
detrás de falsos eslóganes contra la «corrupción», «la democracia y los derechos humanos» etc….Estas tácticas pueden ser instrumentalizadas contra los socios del BRI.
Lanzada en 2013, la Iniciativa Belt and Road (BRI) de China es una estrategia que tiene como meta conectar Asia con África y Europa por mar y tierra con el objetivo de fortalecer el comercio, la coordinación de políticas, la conectividad de infraestructura, el crecimiento económico y la integración regional. Hasta marzo de 2020, 138 países habían firmado un Memorando de Entendimiento (MoU) con China sobre el BRI.
Muchos países, en particular los africanos, tienen una relación económica muy dependiente con la UE. En 2019, 35 países africanos tuvieron un déficit comercial con la UE, con más del 65% de las exportaciones de los países africanos a la UE en materias primas. A cambio, más del 70% de las importaciones de la UE a las economías africanas fueron productos
manufacturados, una relación sesgada que persiste a pesar de décadas de independencia del colonialismo europeo.
En la actualidad, la UE como región es el principal socio comercial de África en términos de volumen comercial general, así como de importaciones y exportaciones individualmente. En 2018, el volumen total del comercio de bienes entre África y los 27 estados miembros de la UE fue de aproximadamente 235 000 millones de euros, lo que representa más del 30 % del comercio en el continente. En comparación con los 125.000 millones de euros del comercio entre China y África, está claro que la UE tiene una fuerte presencia económica en el continente. Las tendencias de la Inversión Extranjera Directa (IED) de la UE en África confirman este predominio. En 2018, la IED de Europa representó cerca del 50% de las existencias totales en África, frente a China con poco más del 10%. Sin embargo, una
comparación más detallada de 2000 a 2019 revela el declive de la relación económica de la UE con África.
Mucho ruido y poca nueces Ursula von der Leyen, anunció el nuevo impulso a las infraestructuras como una «verdadera alternativa» a la multimillonaria iniciativa del cinturón y la ruta de China.
En un momento en el que los medios de comunicación occidentales promovían el mito de la «diplomacia de la trampa de la deuda» por parte de China, la UE insistía en que podía proporcionar a África y Asia infraestructuras vitales con su propio modelo del Global Gateway
A medida que el entusiasmo por la Global Gateway se ha ido apagando, la confusión parece reinar en Bruselas. Un alto directivo de la UE admitió en noviembre de 2022 ante periodistas que ninguno de los US$ 318 millones prometidos sería realmente dinero «nuevo». La Comisión Europea gastó 387 mil euros para llamar la atención de las nuevas generaciones de TikTok e Instagram en una «gala metaversa» para explicar el concepto de Global Gateway a jóvenes de entre 18 y 35 años. El evento fracasó y fue calificado como una debacle en las redes sociales.
Ante las preguntas de medios de comunicación, un portavoz de la UE dijo que no existía una lista central de proyectos de la iniciativa, ni podían precisar el importe total de los US$ 318 millones prometidos.
Sin embargo, Stefano Sannino, alto funcionario de la UE, declaró que el proyecto seguirá adelante este año y ofrecerá una «opción atractiva» para las infraestructuras en el Sur Global. Los analistas concluyen que la Global Gateway es un truco publicitario para reetiquetar los proyectos de desarrollo en curso de la UE y sus miembros bajo una misma marca en el Sur Global, queda por ver si dará lugar a una competencia concreta con la iniciativa de China en infraestructuras africanas y asiáticas.
De momento a pesar de la significativa influencia económica y militar de la UE en muchos países africanos, incluido el uso de sistemas legales europeos o el uso de idiomas oficiales europeos, el comercio de China con África se ha multiplicado por 20 y su IED en África ha crecido 100 veces. Esto no sólo significa que China ha logrado penetrar en la economía africana a un ritmo constante sino que representa las enormes oportunidades económicas que la UE a perdido.
Juan López, redacción de la Revista TU VOZ, Argentina