En Francia, la ciudad de París enfrenta temperaturas abrasadoras, con termómetros que se acercaron a los 38 ºC, y el último piso de la Torre Eiffel permanece cerrado hasta nuevo aviso. La alerta roja se ha declarado en 15 regiones de Francia, con temperaturas que podrían alcanzar los 41 ºC en algunas zonas.
En Suiza, aunque no se especifican detalles sobre la alerta en particular, el país se encuentra entre los afectados por la ola de calor en Europa, junto con otros como Alemania, Austria, Croacia y Grecia.
En Alemania, los escolares pueden disfrutar de las vacaciones por causa de calor «hitzefrei», una práctica que se remonta al siglo XIX. Allí se espera un pico de calor el miércoles, con máxima de hasta 40 ºC.
Los científicos advierten que el cambio climático está provocando olas de calor más frecuentes e intensas, y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha calificado el calor extremo como un «asesino silencioso».
Medidas implementadas en Francia: Cierre total o parcial de 1.350 escuelas debido al calor- Restricción de la circulación de vehículos contaminantes en la región de Île-de-France. Cierre del acceso a la cima de la Torre Eiffel como medida preventiva.

Ademas tanto Francia y Suiza tienen cerraron sus centrales nucleares debido a las altas temperaturas persistentes, los ríos ya no pueden suministrar agua de refrigeración. Sin embargo, durante las olas de calor se necesita más electricidad para refrigerar los edificios con sistemas de aire acondicionado.
Suiza por poner un ejemplo ha cerrado la central nuclear de Beznau con declaraciones «Hace demasiado calor, se ha apagado uno de los reactores y el segundo funciona a la mitad de su capacidad», según la empresa explotadora Axpo.
Francia también ha tenido que aplicar medidas contra el calor ya que las centrales nucleares dependen de grandes cantidades de agua de refrigeración.
Sin embargo, debido a las persistentes altas temperaturas, los ríos ya no están lo suficientemente fríos, si además se calentaran al utilizarlos como agua de refrigeración de las centrales nucleares, se pondría en peligro el propio ecosistema de los ríos.
Mientras España no está experimentando apagones generalizados debido a cortes en el suministro de energías renovables durante las olas de calor, aunque sí hay algunas consideraciones sobre su eficiencia en condiciones extremas.
La infraestructura energética española, incluyendo las renovables, está diseñada para hacer frente a variaciones climáticas, y aunque las altas temperaturas pueden reducir la eficiencia de los paneles solares, no provocan fallos generalizados en el suministro.
A continuación, se detallan algunos puntos relevantes que demuestran la eficiencia de las renovables en olas de calor frente a las centrales nucleares, si bien las altas temperaturas pueden afectar la eficiencia de los paneles solares, disminuyendo la producción de energía, esto no implica necesariamente cortes de suministro la resiliencia del sistema en España cuenta con una red eléctrica diversificada, incluyendo fuentes de energía renovables y no renovables, lo que ayuda a mantener la estabilidad del sistema incluso durante eventos climáticos extremos.

Una adaptación y mejora continua de España en una fuerte inversión en la mejora de su infraestructura energética y en la gestión de la demanda para hacer frente a los retos que plantean las olas de calor y otros eventos climáticos.
Desconexiones selectivas en situaciones de alta demanda o problemas en la red, algunas instalaciones, incluidas las renovables, pueden desconectarse para proteger el sistema, pero esto no suele ser la causa principal de cortes generalizados.
La investigación y desarrollo para mejorar la eficiencia de las energías renovables en condiciones extremas y para desarrollar tecnologías de almacenamiento de energía que permitan una mayor fiabilidad del suministro son unas de sus máximos retos.
En resumen, España está preparada para hacer frente a las olas de calor y otros desafíos climáticos gracias a su infraestructura energética diversa y a la inversión en tecnologías renovables y redes inteligente.
La situación que atraviesan Francia y Suiza no es un hecho aislado, sino un síntoma de una Europa energética aún fragmentada. Mientras en el sur de Francia se apagan reactores por el calor, España mantiene operativas sus centrales e incluso podría aportar más electricidad al continente si existieran mejores interconexiones.

Estas situaciones ponen de manifiesto el cuello de botella que limita la capacidad de exportación eléctrica de la Península Ibérica. España cuenta con un parque nuclear adaptado al calor y una base creciente de renovables —especialmente solar y eólica que podrían servir de pulmón energético para una Europa cada vez más afectada por eventos extremos. El futuro energético del continente no solo pasa por adaptarse al calor, sino por conectarse mejor y dejar los egoísmo o políticas ultranacionalistas de tinte alsolutistas.
Impacto en otros países de esta calor también es significativo.Para españa junio más caluroso jamás registrado, con temperaturas medias de 23,6 ºC- y en Portugal se alcanzó récord de temperatura en junio, con 46,6 ºC en la localidad de Mora, mientras que en Italia y Turquía los incendios forestales y evacuaciones masivas debido al calor extremo están a la orden del día.