Por Jesus Rivero, Redacción Rosario, Argentina
Una intervención militar terrestre de Estados Unidos en Venezuela podría desatar un caos generalizado en todo el hemisferio.Sin embargo, a diferencia de Irak en 2003, el accidentado relieve selvático venezolano, y sobre todo sus alianzas geopolíticas con China, Rusia e Irán, pueden convertir cualquier operación en un desafío prolongado y costoso.
No sólo se pone en riesgo la región caribeña y americana, sino el orden mundial, porque Venezuela es China, Rusia e Irán.
El dos de diciembre el presidente Donald Trump en una reunión de gabinete anunció que “los ataques terrestres selectivos contra objetivos “narcotraficantes» en Venezuela, Comenzarían muy pronto para frenar el supuesto flujo de “droga», que según él amenaza a Estados Unidos.
No podemos concluir el conflicto en lo dicho por Donald Trump. El mismo es un movimiento táctico parte de la estrategia de Estados Unidos, que además de querer el petróleo del país caribeño, apunta como mensaje específico a China y sus aliados.
Además que el republicano fiel a su historia, ve una amenaza el desplazamiento de los inmigrantes venezolanos hacia el país del norte.No nos olvidemos que las sanciones de Estados Unidos con el intento de destituir a Nicolás Maduro, no han sido efectivas más allá que la producción y venta de crudo ha caído a la mitad. Esta acción norteamericana a producido el efecto inverso y el país del Caribe como efecto ha generado alianzas con China y Rusia.
Trump, no dudó cuando el halcón ex secretario de Defensa Mark Espero, le dijo que una intervención terrestre restauraría el flujo de crudo estable.
Otro elemento a tener en cuenta son las dinámicas internas en Estados Unidos. Con las elecciones de medio término de 2026 en el horizonte, Trump capitaliza el descontento antiinmigratorio en estados claves como Texas y Florida, donde la diáspora venezolana es ruidosa, pero presenta divisiones.
En lo que concierne a las repercusiones por la posible intervención de Estados Unidos en territorio venezolano, porque en el Caribe siempre estuvo, podría reordenar el tablero geopolítico, porque Venezuela es Irán, Rusia y China.
Como alertaron en su debido momento el general Mark Milley y otros altos mandos del Pentágono, una operación terrestre en Venezuela repetiría el patrón de los grandes tropiezos militares estadounidense que prolongaría el conflicto y como efecto un costo muy alto.Colombia saturada con 2,8 millones de refugiados venezolanos enfrentaría una avalancha adicional, tanto que colapsaría su sistema de salud y económico.
Como efecto Gustavo Perro mandatario de Colombia rechaza cualquier intervención de Estados Unidos en territorio venezolano.En lo que respecta a Brasil, su mandatario Lula da Silva, ve amenazada su frontera amazónica.
A nivel global, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos han condenado la retórica trumpista advirtiendo sanciones, mientras China e Irán suministrarían al gobierno venezolano convirtiendo el campo en un escenario geopolítico.
