Por Jesús Rivero Redacción de Revista TU VOZ Rosario, Argentina.
La agenda electoral latinoamericana tendrá en 2024 seis escalas presidenciales que seguramente ratifiquen la volatilidad del ciclo político actual y la heterogeneidad de proyectos, con una marcada tendencia hacia los paradigmas de derecha que se están observando a nivel global.
Uno de los principales rasgos de estos tiempos es la inestabilidad y un guiño hacia la derecha a nivel mundial.
Desde 2019 hubo 19 elecciones presidenciales de las cuales las fuerzas opositoras ganaron 17. Sólo lograron reelegirse el Partido Colorado en Paraguay y Daniel Ortega en Nicaragua.Como contraofensiva a este giro a la derecha sólo encontramos el triunfo progresista de Bernardo Arévalo en Guatemala (2023). Luego la derecha revalidó en Ecuador y Paraguay mientras que la irrupción de Javier Milei en Argentina fue un poquito más allá, con su doctrina liberal (escuela austríaca).
Este año electoral latinoamericano tendrá inicio el 4 de febrero en El Salvador, cuando Bukele intente lograr un nuevo mandato.
Será luego de una polémica postulación, ya que la Constitución salvadoreña prohíbe explícitamente la reelección consecutiva, pero los jueces de la Corte Suprema reinterpretaron la Carta Magna para darle luz verde a la maniobra.
El que no apeló a vericuetos jurídicos ante la imposibilidad de reelegirse es el presidente mexicano. AMLO al igual que Bukele culmina con una alta popularidad.Ahora, si tiene un desafío, trasladar ese apoyo a su candidata Claudia Sheinbaum, reciente jefa de gobierno de la capital mexicana.
Del otro lado, en la oposición, para las elecciones del 2 de junio está la senadora Xóchiti Gálvez, candidata por la coalición de los partidos tradicionales PAN, PRI Y PRD.
La novedad es que México tendrá por primera vez una presidente mujer.Una de las elecciones que atraerá más miradas será la de Venezuela, con fecha a confirmar para el segundo semestre.
Nicolás Maduro que gobierna desde la muerte de Hugo Chávez en 2013, buscará su tercera victoria electoral en un contexto de leve mejoría económica, suavización de las sanciones de Estados Unidos y un diálogo abierto con la oposición.
La gran incógnita será si en esas negociaciones la derecha logra destrabar la inhabilitación que pesa sobre María Corina Machado por corrupción y usurpación de cargos durante el fracasado “plan Guaido».
La ganadora de la interna opositora pertenece al ala más radical y golpista del antichavismo, con mayor subordinación a Estados Unidos y nexos más fluidos con la ultraderecha mundial.Al igual que en Venezuela, en Uruguay la moneda está en el aire aunque, por los recientes escándalos que salpicaron al gobierno, el Frente Amplio aparece mejor posicionado para recuperar el Ejecutivo en los comicios del 27 de octubre.
En Panamá, ocho candidatos competirán por la presidencia el 5 de mayo, en un ambiente marcado por un reciente levantamiento popular contra la explotación minera que dejó con pocas chances al candidato oficialista José Gabriel Carrizo, actual presidente.Quien lidera las encuestas, es el ex-mandatario Ricardo Martinelli, quien en 2023 fue condenado a 10 años por lavado de dinero y posiblemente sea inhabilitado.
Dos semanas después la sub-región caribeña tendrá su jornada electoral en la República Dominicana, donde el mandatario Luis Abinader buscará la reelección frente al tres veces presidente Leonel Fernández.
Quizás, este giro hacia la derecha a nivel global tiene que ser contrarrestado desde nuestra Latinoamérica, a la vieja usanza, desde nuestras trincheras sin dar un paso atrás, con la conciencia de los determinantes externos y sus giros.