Por Walter C. Medina ,ARGENTINA
Por si algo le hacía falta al enrarecido escenario político pre electoral, sobre el que se cierne una ultraderecha desbocada y potencialmente peligrosa, Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza, se concedió el placer de escupir en la cara a la historia concretando un acto de homenaje a los responsables del genocidio ocurrido entre los años 1976 y 1983.
El acto, que con la anuencia de Juntos por El Cambio se llevó a cabo en la sede de la Legislatura Porteña, tuvo como finalidad reflotar la “Teoría de los dos demonios”, legitimar el accionar de la Dictadura Cívico-Militar y equiparar las acciones de organizaciones con el rol del Estado en el secuestro, tormento, asesinato y robo de bebés.
La candidata a vicepresidenta por Libertad Avanza,se ha mostrado siempre en contra de los juicios de Lesa Humanidad que dieron por cerrada toda discusión respecto del plan sistemático de secuestro, asesinato y desaparición de personas que se orquestó desde el Estado y cuyos responsables fueron debidamente condenados.
La postura de Victoria Villarruel al respecto es tan férrea como la convicción que la impulsa al delito de apología del genocidio. La candidata de LLA no reconoce la dictadura, la niega. De modo que en la falsa construcción que hace sobre la etapa más oscura de la historia reciente argentina, los crímenes cometidos desde el Estado no fueron tales o, en todo caso, estuvieron “justificados”. La abogada de 48 años se abrió paso en la política cuando en 2006 inició su militancia en las mal llamadas organizaciones “de memoria completa”, organizando visitas a genocidas como Jorge Rafael Videla y Alfredo Astiz.
Hija directa de la familia militar, Villarruel no encarna a un sector marginal sino que es la segunda en la lista más votada en las PASO y, en un hipotético triunfo de la ultraderecha en las generales de octubre, tendrá a su cargo los ministerios de Seguridad, Defensa e Inteligencia.
VICTORIA VILLARRUEL Y JAVIER ORTEGA SMITH, JUNTOS POR EL FASCISMO
El 1 de septiembre de 2019, el Secretario General de Vox, Javier Ortega Smith, brindó en Buenos Aires un seminario junto a Victoria Villarruel, coordinadora, por ese entonces, de una organización que negaba los crímenes de la dictadura y defendía a los responsables del genocidio.
La visita del número dos del partido conducido por Santiago Abascal tuvo como objetivo seducir a la derecha local más reaccionaria, supuestamente huérfana de representación.
La disertación de Ortega Smith en la sede del Circuito Militar conquistó a una facción de la sociedad argentina que dice no sentirse representada por la clase política.
Al mismo tiempo, Vox sentó las bases para la futura irrupción de su partido en Argentina. «Me atrevo a vaticinar que puede haber un 30% de los argentinos que esté buscando a alguien que realmente le represente», aseguró Ortega Smith, frente a un auditorio abarrotado”, publicaba el Diario Nueva Tribuna el 9 de noviembre de 2019.Villarruel y Ortega Smith celebraban de este modo sus respectivas y coincidentes posturas.
Así como en España Vox practica sin pudor la apología del franquismo, la derecha argentina, con Milei y Villarruel a la cabeza, añoran los años de plomo y justifican cualquier aberración cometidas por los genocidas a los que consideran “patriotas”.
Aquel encuentro en el Circuito Militar sentó las bases sobre las que la potencial vicepresidenta se sustenta: La complicidad con las altas esferas del poder militar, a quien Villarruel viene endulzando, desde hace tiempo, con oscurísimas intenciones.
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