Por Jesús Rivero, Redacción de Revista TU VOZ, Rosario, Argentina
Deseo comenzar planteando e interrogando para otras respuestas posibles, el concepto de re-distribución. El prefijo “re» fija la repetición de algo, en este caso el del término distribución que etimológicamente significa “acción y efecto de imponer una separación”.
Tributum viene del latín y significa “impuesto» (imponer algo). En este caso ¿que se impone? Una forma de organización política que es una de las definiciones de Estado. Es decir, una forma de organización política a nivel estructural que es la del capital, método capitalista.Cuando hay repetición, hay capital. La repetición produce una acumulación y cuando uno acumula tiene un capital. Sólo los cambios efectúan re-distribución, repetición de una distribución (imposición) modificando una organización de poder.
Una política impositiva de re-distribución no debe confundirse con la pre-distribución de la riqueza, que no es lo mismo que la redistribución del capital, son conceptos distintos que disputan sentidos (poder) en el imaginario social. La pre-distribución de la riqueza no rompe con la brecha desigual, sino por el contrario sostiene esta forma de organización política, implícitamente, estratificando la sociedad.
Creo deseante y necesario re-difinir el concepto de igualdad y sociedad.Nadie es igual ante la ley, ante la cosa. La igualdad no comprende el contexto en su totalidad, la equidad si.Se lanzaron diversas propuestas alternativas de imposición, sin voluntad política de cambiar el orden establecido (statu quo).
Una de ellas la “Regla Buffett», es un modelo híbrido, una combinación equilibrada de sistemas opuestos, que pretende minimizar el favoritismo del diseño interesado del sistema impositivo.El sistema capitalista tiene una estrategia y sus tácticas (medios de producción) para llegar a su objetivo que es la maximización del gran capital.
En la actualidad el proletario (trabajador) para la extracción de su plus valor ha sido reemplazado por la revolución tecnológica materializado en los dispositivos tecnológicos. Es decir el trabajador como máquina en la división del trabajo ha sido sustituido por una re-división del trabajo, expulsándolo del sistema y neutralizando todo cambio posible.Dado que la acumulación de capital tiene subsumido el metabolismo social, su interrupción se expresa como crisis de reproducción societal, impactando directamente en los sectores más vulnerables. Imposibilitando la satisfacción de toda necesidad de consumo de los objetos demarcados por el propio sistema productivo.
Es decir, son los propios poseedores del capital los que demarcan la oferta, que objetos debe demandar la sociedad.Cuando la reproducción funciona en la lógica capitalista es efecto de la repetida producción y las elevadas tasas de ganancias, entonces tiene mayor elasticidad estructural para responder a las demandas colectivas.
Cuando la acumulación (repetición) no funciona la sola reproducción sistémica sin acumulación exige exacciones regresivas sobre las condiciones de vida del ciudadano común.Cuanto menos eficiente se torna la reproducción del capital, es decir la obtención de ganancias a tasas altas, cuanto más lentos son el crecimiento y los aumentos de la productividad, como efecto las exigencias estructurales en la sociedad se vuelven brutales.
En la actualidad el peso disciplinado de la crisis se esa manifestando en una dinámica de “double bind» para la acción colectiva en un marco sistémico.Primero la sociedad no resiste las agresivas demandas de la acumulación, por el contrario las aprueba, esto no es nuevo, Marx ya había anunciado la alienación del sujeto, pero en la actualidad está enajenación se hizo propia aceptando vivir peor para que el el capital en un marco sistémico se sitúa reproduciendo.

Este “double bind” explica la coexistencia de procesos de radicalización social, en la actualidad la mera reproducción sistémica se ha hecho propia con una clara tendencia a la derechización con base de masas que vemos en todo Occidente.Esta forma de organización política ha sido eficaz al producir subjetividades (por debajo de la objetividad) en donde son estas subjetividades las que re-producen esta forma de organización.
La única civilización moderna “con libertad individual, relativa abundancia material y desarrollo tecnológico” que conocemos es la capitalista. Si esta civilización se enfrenta a una crisis será preciso defenderla cueste lo que cueste. Si es necesario que la estabilidad de la biosfera y del ser sangren para qué el capitalismo funcione, que sea así, es la vida tanatica. Es claro que ante este capitalismo multipolar Estados Unidos sigue insistiendo, pero el eje Atlántico se encuentra en retroceso y sin garantías de triunfo final sobre sus ascendentes asiáticos.
Los signos explícitos o implícitos del cambio épocal lo vemos en la orientación de las propias potencias occidentales, que han dejado de ser globalistas para asumir actitudes nacionalistas defensivas. Occidente que convocaba al mundo a incorporarse a una expansiva modernidad capitalista conducida por Estados Unidos hoy parece más preocupado por defenderse y separarse del resto del planeta, ante el temible prospecto de una globalización asiática.
