“Cuando el pueblo se frustra mira más hacia la extrema derecha o hacia el fascismo”

Por Walter C. Medina

ENTREVISTA A PABLO SEPÚLVEDA ALLENDE.

En tiempos de neofascismos, de globalización y geopolítica, Pablo Sepúlveda Allende –nieto de Salvador Allende- reflexionó acerca de la realidad socio-económica de Latinoamérica, sus desafíos y sus contradicciones.

En diálogo con Francisco López para el programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” que emite AM830 Radio del Pueblo, Allende sostuvo que “cuando el pueblo se frustra mira más hacia la extrema derecha o hacia el fascismo”

¿Cómo ves la situación de Latinoamérica con respecto al fascismo?

Como hemos visto recientemente en México, en Colombia han seguido eligiendo candidatos más hacia la izquierda, pero tenemos las amenazas latentes como en Argentina, con Milei, con un discurso ultra neoliberal, fascistoide, sionista, que ganó electoralmente, haciendo una especie de terapia de shock económico.

Muchos creíamos que no iba a durar mucho por las medidas económicas, por los despidos de los funcionarios de distintos ministerios que ha ido cerrando, etc, y el empobrecimiento que se ha visto mucho más acelerado; pero se ha mantenido con un cierto apoyo aún, pero sí hay un riesgo latente. Creo que el discurso de la ultraderecha en el mundo utiliza simplificaciones muy básicas para explicar las cuestiones económicas, sociales, migratorias y de geopolítica; una forma muy agresiva que pega en ciertos grupos de gente.

En Chile no estamos muy alejados de que salga una especie de ultraderecha; hasta ahora la candidata favorita viene de un padre militar, golpista, general de la Fuerza Aérea responsable de crímenes de lesa humanidad. Se pinta como una derecha más moderada al candidato republicano José Antonio Katz, que es hijo de un oficial nazi que escapó de Alemania y se exilió en Chile.

¿Crees que facilita esto el progresismo que cuando llega al poder tiene tibieza para solucionar los problemas, y les dejamos las puertas abiertas a estos personajes de la ultraderecha?

Cuando la izquierda no concreta los procesos de transformación que demandan los pueblos en los momentos de crisis, o se pierde una oportunidad más o menos revolucionaria y no lleva a cabo las reformas por distintas causas o porque no tiene el coraje, la valentía o la voluntad política, el pueblo se frustra y es ahí cuando mira más hacia la extrema derecha o hacia el fascismo.

Aquí lo más probable es que se entregue el poder a la derecha. Lo vimos en el caso de Argentina después del gobierno de Alberto Fernández, en donde el empeoramiento de las condiciones, con una economía que también estaba empeorando, con las mismas políticas neoliberales, el gran error fue asumir la deuda como legítima y seguir gastando grandes fondos en eso. Y acá el proceso más transformador que Chile tuvo como momento político fue la reunión popular del 2019.

Pero las propuestas tampoco respondían a las demandas económicas de transformación. Se enfocó mucho en factores identitarios que no hacían tanto ruido o sentido al pueblo, no hubo propuestas profundas al cambio del modelo económico. Tampoco había mucho margen para dar respuesta a las demandas sociales.

Por eso a la hora de ratificar este proyecto constitucional la derecha hábilmente lo puso como un voto obligatorio; y una masa que antes no votaba, muy descontenta, cayó más fácilmente en el discurso de la derecha que utilizó mucho fakenews diciendo que no iba a ver carabineros, que no iba a ver policías, que iba a crecer la delincuencia, que te iban a quitar tu casa, etc.

Sumado esto a todo el aparato mediático tanto en redes como en los grandes medios de comunicación que aquí en Chile están ultra concentrado en grupos económicos y tienen el dominio del relato. La pandemia también influyó mucho en parar las grandes movilizaciones; de hecho eso fue clave; y el discurso del miedo.

¿Qué queda hoy en día en la izquierda de los mensajes de movilización del pueblo de los que supo hacer bandera Salvador Allende?

Yo creo que el proyecto de sociedad revolucionaria o de transformación social, económica y política está vigente. La piedra angular de la transformación de la vida chilena hacia el socialismo de Allende partía de la nacionalización de los grandes bienes comunes naturales, de los recursos estratégicos, principalmente los mineros; la reforma agraria, la propiedad de la tierra, que la tierra sea para la producción de alimentos, y el cobre.

Chile es la mayor reserva del mundo de cobre; alrededor del 25 o 30 por ciento de las reservas mundiales, y él tenía todo un proyecto de industrialización basado en el cobre y en las tecnologías, desarrollar todo el capital humano, la educación técnica y científica a todos los niveles; es decir, tenía todo un proyecto de país, de desarrollo nacional bastante avanzado, que es todo lo contrario a lo que tenemos ahora, que somos un productor básico.

Cada vez se privatiza más los yacimientos de cobre y de litio; todo eso está en manos de privados. De hecho el litio, la empresa más grade, es del yerno de Pinochet; nacionalizada por Allende, privatizada por Pinochet que se la dio a un precio muy barato a su yerno, y él se ha hecho millonario, es el hombre más poderoso de Chile. Ese proyecto quedó ahí, y ahora somos un país exportador de materia prima; dependemos ahora de los llamados “comodities”

¿Crees que es amplio el intervencionismo? Porque los comodities en su mayoría son norteamericanos. ¿Crees que con la victoria de Trump se puede ampliar el intervencionismo de los Estados Unidos en Latinoamérica?

Demócratas y Republicanos son lo mismo, al fin. Cambia mucho en la forma. La forma que tiene Trump, parecida a la de Milei, a la de Bolsonaro, con discursos de ultraderecha muy disruptivos pero que al final siguen las mismas políticas de dominación, de explotación. Aquí la gira que ha hecho la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, viene para asegurar que estos recursos, sobre todo mineros, que son bastante estratégicos en este momento.

Ha dicho que Estados Unidos ve con preocupación la presencia China. De hecho China es el principal comprador de minerales. Lo ven con preocupación porque no quieren que China les quite esa parte, aunque China hace otro tipo de tratados. Nosotros tenemos que cuidar nuestras reservas, darles valor agregado acá para generar buenos puestos de trabajo y poder manejar nuestras reservas. Mientras no compitamos entre nosotros van a seguir saqueándonos.

La única forma que tenemos de pararnos frente a las grandes potencias económicas, incluyendo China, es tener unidad latinoamericana en base al desarrollo de nuestras capacidades con los recursos que tenemos. Si nos vemos siempre como competidores los unos contra los otros, creo que va a ser más de lo mismo. La integración económica y regional es fundamental.

De hecho la globalización se está transformando en una regionalización: Bloques regionales de desarrollo, tanto económico como desde el punto de vista geopolítico. Latinoamérica tiene el poder de hacerlo, y con eso se pueden para tratados desfavorables y el saqueo, pero hay que tener políticas comunes entre los países latinoamericanos

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