Por Jesús Rivero, Redacción de Revista TU VOZ, Rosario, Argentina.
El martes 19 de noviembre finalizó la cumbre que encontró por dos días a los líderes de las 20 economías más importantes del planeta en Brasil.La cumbre finaliza con un texto ambiguo en torno a la lucha climática, el desarrollo del sur global y la mediación de conflictos, como lo sucedido en Rusia-Ucrania y el conflicto político-territorial en medio oriente.
El segundo día finalizó la cumbre del G20 en Río de Janeiro, con la lucha climática como protagonista, pero implícitamente sin compromisos a corto plazo.Este segundo día estuvo marcado por agitados y tensas negociaciones alrededor del medio ambiente y cuestionamientos desde Occidente por la ambigüedad de la declaración final respecto al conflicto entre Rusia-Ucrania.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil y anfitrión de la cumbre, acaparó los micrófonos durante el último día de negociaciones, pidiendo compromiso explícito a las potencias occidentales y orientales, como a las asiáticas para llegar a las metas ambientales planteadas en el textos como el Acuerdo de París, además de emitir un llamado de esperanza para que las conversaciones generadas tras la COP29 sobre el clima lleguen a buen puerto.
Durante la COP29 en Bakú, Azerbaiyán los países del sur global han pedido a las Naciones desarrolladas que aumenten la meta de financiación climática a los 1.30p millones de dólares anuales, lo que ha generado un proceso tenso de negociación que tiene como fecha límite el 22 de noviembre.
“No podemos posponer la tarea de Bakú para Belém (hogar de la COP30). La COP30 será nuestra última oportunidad para evitar el colapso del sistema climático», afirmó el mandatario Lula da Silva.De igual manera el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden remarcó la importancia que le da su Gobierno al “alivio financiero» a los “países menos desarrollados” para que puedan invertir en la transición energética y la lucha contra la crisis climática, a la que están más expuestos que las Naciones ricas.
“Subrayamos la necesidad de aumentar la colaboración y el apoyo internacional, en particular con miras a aumentar la financiación y la inversión pública y privada para el clima en favor de los países en desarrollo”, sostiene la declaración de la cumbre.Lejos de las obtusas metas ambientales en el G20, los conflictos bélicos que azotan al mundo tuvieron un lugar en las negociaciones. Sobre la situación en la Franja de Gaza la declaración de la cumbre marca el “sufrimiento humanitario» Que padecen los habitantes de territorios palestinos, así como las preocupaciones del grupo en torno a la escalada hostil entre Israel y el Líbano. El grupo, sin señalar a Israel por la catástrofe humanitaria en el enclave, ni a Hamás se mostró a favor de la solución de dos Estados y pidió asegurar el “derecho palestino a la autodeterminación”.En lo que respecta al conflicto Rusia-Ucrania la declaración también condenó las hostilidades entre partes y llamo a las mismas al diálogo y la paz en la región. El texto cerrado por el presidente y anfitrión de la cumbre, Lula da Silva, fue cuestionado por los líderes de Alemania, Francia y Reino Unido, quienes tildaron de cómplice la declaración al no condenar enérgicamente la ofensiva rusa.