“No hay antecedentes históricos en nuestro país de semejante retroceso”

Por Walter C. Medina

ENTREVISTA A FABIANA MALATESTA

El bloque “Charla de Café”, que conduce Ximena Donamaría en el programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española” (AM830 Radio del Pueblo), tuvo como entrevistada a Fabiana Malatesta que se expresó respecto de los retrocesos en las leyes de Género y Derecho que se está experimentando con el nuevo gobierno de derecha.

Especialista en elaboración de normas jurídicas de la Universidad de Buenos Aires, Posgrado en Derecho Parlamentario de la UBA, de la UNL, Diploma en Género y Derechos Humanos, en Argumentación Jurídica, actividad de control de los parlamentos, especialización en Técnica Legislativa, en Parlamento y Federalismo, en empoderamiento de las Mujeres Parlamentarias y Titular en Consultoría Jurídica Parlamentaria, Malatesta sostuvo que “No hay antecedentes históricos en nuestro país de semejante retroceso. Este retroceso en conquistas de derechos contradice el principio constitucional de progresividad de los derechos humanos y de no regresión”

¿Cómo fue la idea de crear Genus y qué es específicamente?

Nos reunimos con algunas colegas abogadas con las que compartimos la necesidad de movilizarnos ante tanta vulneración a nuestros derechos, y nos pusimos en marcha con nuestra experiencia jurídica, con nuestras convicciones y con nuestro trabajo militante por los Derechos Humanos. Creamos una asociación civil a la que pusimos el nombre de Genus, como Género y Derecho; que es una agrupación de abogados y abogadas comprometidos con la promoción y con la defensa de los derechos de las mujeres en los contextos territoriales.

Nosotros empezamos a trabajar con una visión feminista, con un enfoque en la justicia social y estamos trabajando en proyectos que buscan empoderar a las mujeres y en general a las comunidades. Tuvimos nuestra primera actividad como asociación que fue acercar al Congreso de la Nación algunas ideas transformadas en anteproyectos ley, para empezar a modificar los espacios de la realidad.

En esta época que nos toca transitar, aquí en Argentina, de desidia, de desquicio, necesitamos movilizarnos, y de alguna manera separarnos de todos los contextos conservadores y tradicionales que tenemos particularmente dentro de la abogacía; una abogacía que acompaña toda esta desquicia del Estado Nacional, que siempre es funcional a todo lo que no queremos, a todo lo que nos duele. Entonces nos separamos de ese lugar y emprendemos un camino pro-activo.

¿Hubo evoluciones en las últimas décadas en cuanto a género y a la capacitación de jueces y abogados en cuanto al feminismo y al género? Si hubo evolución, ¿hay un retroceso con el gobierno de Milei?

En primer lugar hay que hacer una autocrítica propia y a mis colegas, porque la abogacía es una profesión masculinizada, conservadora y por lo tanto, una profesión que está vinculada al poder. Y como el poder es mayormente masculino, o por lo menos se la atribuye a lo masculino, aquí tenemos el resultado.

A partir del año 2012 el Parlatino le pide a los estados que son parte, que desarrollen todas las acciones positivas posibles para incluir a más mujeres en los espacios de tomas de decisión. Y los países lentamente han respondido a este acuerdo del Parlatino. Argentina ha sancionado la Ley Nacional de Paridad, y las provincias fueron sancionando también sus propias legislaciones, y esto ha hecho que poco a poco más mueres se fueran incorporando a las cámaras de diputados, que son los que tienen elecciones por listas que nosotros llamamos listas sábanas.

Ha cambiado la fisonomía del Parlamento y las políticas públicas, porque la incorporación de mujeres a los espacios de toma de decisión ha ido transformando la agenda pública. Todo lo que tiene que ver con derechos de las mujeres, de las vulnerabilidades, de las disidencias sexuales, se ha empezado a abrir un camino a partir de la incorporación de más mujeres dentro de nuestra Cámara de Diputados.

Esto que ha venido siendo progresivo desde la reforma constitucional del 94 hacia diciembre del año pasado, realmente nos hemos encontrado con muchísima imposibilidad de seguir avanzando de manera progresiva en los derechos conquistados por las mujeres, por las disidencias y por las vulnerabilidades. Esto se debe a una cuestión ideológica que ha llevado a una política de esta nuevo Estado de derecha. Y esto lo vemos en los proyectos que envía el Poder Ejecutivo al Congreso; lo vemos en los decretos, lo vemos en el cierre de instituciones, en el desprecio por el derecho de género, por los derechos de las disidencias sexuales, vemos mensajes violentos; la verdad es que es un retroceso inaudito. No tenemos antecedentes históricos en nuestro país de semejante retroceso.

Este retroceso en conquistas de derechos contradice el principio constitucional de progresividad de los derechos humanos y de no regresión. Este gobierno de Milei está yendo en contra del principio constitucional de progresividad de los derechos y de no regresión. En cuanto a la justicia, desde los Colegios de Abogacía se hace un esfuerzo importante en la capacitación en Género de las y los colegas. Muy lentamente se han estado viendo avances en cuanto a la justicia con perspectiva de género, pero con la integración en la Corte de dos varones más en los lugares vacantes, realmente es otro golpe a las mujeres y es otro retroceso más.

¿Ya han presentado los proyectos al Congreso o todavía no?

Nosotros presentamos seis proyectos de ley en forma de anteproyecto al diputado Juan Marino y él los firmó como autor y ya tiene estado parlamentario. Estamos muy agradecidos a este diputado que ha tenido la valentía de acompañarnos con su firma.

¿En qué cambia la vida de las mujeres si estos proyectos salen adelante?

Los cambios normativos en las leyes realmente pueden modificar la vida de las personas. Por ejemplo, estamos proponiendo la modificación de un artículo del Código Civil en relación a la obligación de prestar alimentos del progenitor no conviviente; generalmente son los padres varones los que prestan alimento.

En la ciencia jurídica universal las obligaciones tienen dos partes: el momento en que se contrae y el momento en que se incumple. Tiene un momento de cumplimiento que si no lo cumplís la estás incumpliendo. Así funciona la teoría de las obligaciones en el derecho universal. Lo que nosotros estamos planteando es desde qué momento se reclama esa obligación incumplida. En todo el derecho, la obligación se puede reclamar desde el momento en que se incumple, mientras que en el derecho de familia, en cuanto a la obligación de prestar alimento al progenitor no conviviente se le puede reclamar hoy solamente desde que se lo interpela, desde que lo constituye en mora, desde que se lo intima para que pague alimentos.

Esto va en contra de la naturaleza de las obligaciones pero además constituye un daño económico a la mujer que está pagando alimentos y que está conviviendo con sus hijos; y además se está reconociendo el derecho que tiene el incumplidor de no cumplir.

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