Por Walter C. Medina
ENTREVISTA A JUAN JOSÉ DE BLAS
La COP 28 reunión mundial para abordar la emergencia del calentamiento global que comenzó el pasado 30 de noviembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, reúne a miles de líderes globales, activistas, científicos y representantes de la industria y la sociedad en busca de soluciones en una encrucijada clave para el futuro climático y energético del planeta.
Sobre esta conferencia dialogó con Francisco López para el programa radial “Cenizas de Babilonia, Diáspora Española” el Coordinador del Área de Ecología de Podemos Exterior, Juan José de Blas, quien sostuvo que “En estas cumbres se debate mucho, no siempre se llegan a todos los acuerdos que nos gustaría, pero se sigue debatiendo y trabajando para que en la Cop 29 o en la Cop 30, los cambios lleguen a materializarse”.
Se está celebrando en Dubai la Cop 28. ¿Qué crees que se puede sacar en claro en esta conferencia sobre medioambiente y ecología?
Pues la Cop 28 es una reunión muy importante. Estas reuniones anuales tienen cada vez mayor repercusión. Es muy complicado saber en qué centrarse, hay muchísima información y cada vez hay más delegados trabajando.
Haciendo un breve resumen de dónde nos deberíamos centrar, la primera parte que se espera de esta Cop 28 es el primer examen del Acuerdo de Paris , que se llama Global Stocktake, que básicamente es que cada nación, ya desde el 2021 ha informado de los progresos que han hecho desde que se firmó el Acuerdo de París en funcionamiento, que fue en el 2016, y han estado recopilando toda la información de cuánto se ha reducido las emisiones de CO2 y cuánto estamos por debajo del límite de calentamiento, estamos todavía debajo del 1,5 grados.
Cada nación ha enviado los datos y lo que se espera de esta Cop 28 es que se llegue a los acuerdos políticos y que se decida si cada nación va a continuar con sus contribuciones y sus objetivos nacionales para llegar a mantenernos debajo de los 1,5 grados, o si por el contrario o si se va a decidir que van a incrementar esos objetivos nacionales.
El punto número dos, que fue uno de los primeros acuerdos fue la entrada en funcionamiento de la financiación para pérdidas y daños, un fondo de financiación a los países más vulnerables. Esto es algo que se propuso en la Cop 27 que se celebró en Egipto, y la buena noticia es que ya ha entrado en funcionamiento y los países han empezado a aportar los primeros compromisos de dinero. Entre la Unión Europea, el Reino Unido y los Estados Unidos se han anunciado ya 400 millones.
España anunció 20 millones; que si lo piensas, 20 millones no es nada, porque las pérdidas que hay en inundaciones, sequías o tornados en los últimos años, son pérdidas de 16 millones a la hora, en las últimas dos décadas a nivel global. Entonces eso que han donado hasta ahora es irrisorio.
Yo quiero pensar que eso que han donado es un primer aporte y que cada vez lo irán haciendo más grande, porque se necesita mil veces más que ese dinero. Hay otras decisiones de ciento diez países que se han comprometido a triplicar la capacidad de energía renovable hasta el 2030; esa sería la tercera aportación de la Cop 28.
Hay muchos otros, como el objetivo global de adaptación, financiación climática y cooperación voluntaria. En estas cumbres se debate mucho, no siempre se llegan a todos los acuerdos que nos gustaría, pero se sigue debatiendo y trabajando para que en la Cop 29 o en la Cop 30, esto llegue a materializarse.
¿Qué ha pasado con las declaraciones del presidente de la Cop 28 que por un lado dice una cosa y por el otro no cree en el cambio climático y es un negacionista? ¿Cómo ves esto?
Esta polémica que ha surgido en los últimos días con el presidente de la Cop 28, que también es el presidente de la empresa pública de petróleo de Emiratos Árabes, que salió un artículo en el periódico inglés The Guardian en donde él decía que no había ciencia que justifique que dejar de usar los combustibles fósiles iba a conseguir que estuviéramos debajo de los objetivos de 1,5 grados de calentamiento.
Y esto es algo que desde que se eligió la sede de la Cop 28 en Dubai se ve claramente un conflicto de intereses y aquí quedó remarcado; aunque luego ha salido el presidente diciendo que se ha malinterpretado, que sí cree que hay que dejar de usar los combustibles fósiles. Mi opinión es que todavía vamos tan atrasados en conseguir llegar a cero emisiones que todas las tecnologías que utilicemos, si es biomasa, si es nuclear, incluso si son las tecnologías fósiles con captura de carbono, deberíamos utilizar todas de manera temporal para llegar a esos objetivos.
Por supuesto que con las renovables y con el resto de tecnologías como pueden ser hidrógeno; pero ahora mismo necesitamos todas las tecnologías. Y por supuesto añadiendo una tercera pata, fundamental para mí, que es el decrecimiento organizado para dejar de consumir ese consumo superfluo que no necesitamos y que lo que hace es utilizar más y más recursos. Si los países más avanzados nos comprometemos con el decrecimiento será más fácil llegar a los objetivos de reducción de emisiones.
¿Qué acciones o medidas crees tú que se pueden iniciar dentro de la Unión Europea para proteger el medioambiente?
Es increíble la cantidad de regulación que ha aparecido en los últimos años entre ellas una que se llama “EU Taxonomy”
A partir de ahí apareció definir qué es verde. Y para eso se aprobó otra regulación que se llamaTaxonomía y ahí se define que tecnología se considera verde y qué otras son verdes pero de transición, que ahí hubo polémicas porque se incluyó la nuclear por el lobby que hizo Francia, y el gas, por el lobby que hizo Alemania.
Hay otra regulación más que pide a todas las empresas informen cómo invierten su dinero, qué porcentaje de sus ganancias vienen de la parte verde, y qué porcentaje de las nuevas inversiones se dedica a inversiones verdes. Es muy interesante porque lo que hace es que los propios capitales, los bancos y los fondos que vayan a invertir en empresas europeas, puedan definir fácilmente cuál es una empresa verde y cuál no.
Con este tipo de regulación se pide que se informe no sólo de las pérdidas y ganancias, sino que se incluyan temas de medioambiente, temas sociales, cuántas mujeres hay en puestos de dirección de las empresas europeas, y temas de la gobernabilidad de las propias empresas.
Últimamente se está hablando mucho del acuerdo Mercosur y la Unión Europea, y una de las cuestiones que sirve de parate para la Unión Europea son los productos transgénicos que se están haciendo en los cultivos de maíz, de soja, de trigo que se hacen en Argentina y Brasil, y la nueva aceptación por parte de la Unión Europea de esos productos. Y por otro lado la protección del Amazonas por parte de Brasil como un pulmón para el ecosistema mundial. ¿Crees la ecología se está defendiendo primordialmente en estos acuerdos o hay otra cuestión de fondo como es el tema económico?
He estado leyendo un poco y en principio las mayores exportaciones de América Latina a Europa son de productos primarios y de recursos como pueden ser minerales.
Se le acusa a la Unión Europea de que si en estas negociaciones lo que está intentando es proteccionismo ; no me extraña porque tenemos aquí un problema grave de desindustrialización. Si se está haciendo tanto esfuerzo en las regulaciones para temas medioambientales, se les hace a todas las empresas responsables de sus emisiones, pero no solo de las emisiones directas, sino también se les hace responsable de las emisiones indirectas.
Esto quiere decir que si compran productos de cualquier parte del mundo, entonces las emisiones de estas empresas son tenidas en cuenta como emisiones de las empresas que los compran. Si estás obligados para el 2050 que todas las empresas en la Unión Europea tienen que ser de carbono neutral, tiene sentido que este requerimiento se empiece a implementar en los propios países de origen.
Tú resides en Alemania, país que ha experimentado una transformación desde el propio gobierno, el Partido Verde. Conjuntamente con el Partido Socialdemócrata. Se hacía una defensa a ultranza de la generación de electricidad verde, de anular las centrales nucleares, etc. Y sin embargo la guerra de Ucrania ha arrastrado a volver a recuperar la generación de electricidad mediante productos muy contaminantes para el medioambiente, ¿cómo ves esta situación en Alemania? ¿Crees que la economía está por encima del medioambiente y arrastra a muchos países a prescindir de esas transformaciones que se están tratando en la Cop 28?
Pues si te digo la verdad, Alemania está irreconocible, sobre todo por las políticas que está llevando a cabo en comparación con la Era Merkel. Están los socialdemócratas juntos con el tripartito con los liberales y con los verdes, y lo que yo digo es que cada uno se ha tenido que comer durante estas crisis, la del Covid y la de la invasión de Ucrania por parte del gobierno ruso y las posteriores sanciones, han tenido que tomar decisiones totalmente en contra de sus programas.
Los verdes han tenido que prolongar la vida de las centrales de carbón, los liberales han tenido que subvencionar el transporte público, y los socialdemócratas han tenido que aumentar el gasto militar.
¿Crees que las políticas de España están encaminadas hacia una transformación ecológica o crees que todavía faltan muchos retos que cumplir?
Con el tema de España tengo unos sentimientos encontrados. Si comparo el movimiento ecologista alemán con el español, no hay color; porque en España las manifestaciones de los estudiantes que salían a la calle los viernes, en Alemania son mayoría y en España apenas muy pocos.
No quiero decir que no se estén dando pasos acertados en dirección hacia la descarbonización, pues tenemos el Ministerio de Transición Energética que ya se creó en la legislatura anterior. Hemos estado haciendo los deberes de manera institucional, pero el sistema energético español está dominado por el oligopolio energético, y esa es una gran diferencia con Alemania donde hay muchas más comunidades energéticas para que la generación de energía sea más distribuida y que no sea como en España que se cran macrocentrales para que toda esa energía se vaya a las grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
Es una pena porque España, con tantos recursos solares y eólicos que tenemos deberíamos estar liderando en la Unión Europea y al día de hoy no lo estamos. En España todavía queda mucho por hacer y crear conciencia ecologista.