Por Miguel Angel Ferrís Gil Redacción TU VOZ , París, Francia.
Las bombas en Palestina, los insultos de Milei en Argentina o las amenazas golpistas de Ayuso, la presidenta de la Comunidad madrileña, no son sino el sonido de fondo de una corriente de impunidad y de violencia de las élites al alza, contra los pueblos y los sectores que más sufren las consecuencias del renovado e injusto Orden Internacional neoliberal y belicista, impuesto a sangre y fuego.
Es inútil separar las situaciones que se están produciendo en un momento de globalización de la guerra sucia del Lawfare, en donde nuestro país de origen, El plurinacional Estado español, está sufriendo un cruel asalto a las instituciones y la soberanía del Pueblo, como lo han padecido y siguen soportando uno tras otro la casi totalidad de países de América Latina.
Si, mientras en Argentina la Democracia se juega en un plató o estudio de televisión, en un embate entre dos figuras que tampoco representan una alternativa a la crisis profunda del país, sino el mayor o menor agravamiento de esta, en España, las tramas de complicidad del expresidente Aznar con los emisarios de Trump y las redes de la ultraderecha de Vox, anuncian ante las puertas de la sede nacional del Partido Socialista su insurrección frente el resultado de las urnas, que han dado su mayoría a un gobierno con los apoyos necesarios del Congreso y los ciudadanos.
Se ha dado comienzo al esperado debate sobre la investidura, con la polémica sobre la legitimidad y constitucionalidad de la nueva Ley de Amnistía que pretende cerrar la herida abierta hace 10 años por el PP contra Catalunya.
En estos días el peligro de una escaramuza -irrisoria, pero peligrosa- de las huestes desnortadas del líder de la ultraderecha franquista, Santiago Abascal, es más real que nunca. Ya lo vimos en el asalto al Capitolio en Washington y en el repetido del Brasil de Bolsonaro.
Las derechas, desesperadas por no poder conquistar el Poder político del Estado, a pesar de contar con todos los medios posibles, prefiere poner en riesgo la Democracia liberal y constitucional, aunque tengan que vulnerar todos los códigos y las leyes habidos y por haber.
Por su parte la lideresa de los que “están en la parte correcta de la Historia, los herederos del fascismo”, como declaró en su dia Isabel Díaz Ayuso, ha soltado una nueva bravata que en cualquier país con una Justícia normal habría acabado en los Tribunales.
En los platós de su televisión favorita y en los tumultos provocados por sus camadas ha prometido “Devolver golpe por golpe” al nuevo Gobierno. La amenaza sobre la convivencia y el respeto a las libertades e instituciones democráticas, hechas por una dirigente ultraliberal que reclama la herencia de un franquismo, en un país que mantiene todavía en las cunetas a más de 120.000 españoles demócratas fusilados, no puede quedar impune.Sin embargo, son las declaraciones del cuestionado Feijoo, actual y provisional presidente del PP con el permiso de Ayuso, las que alimentan el fuego y la fantasía golpista de las Derechas y sus medios afines.
Su negacionismo del resultado desfavorable para el proyecto autoritario y centralista del PP y VOX en España, le ha llevado a manifestar que “no nos callaremos hasta hablar en unas elecciones”, afirmando que siempre ha gobernado quien ha sacado más votos, lo cual falsea la realidad y contraviene la Constitución.
Sus intentos de deslegitimación del nuevo gobierno deben chocar con la respuesta firme, unitaria y a la vez diversa de los sectores comprometidos con la Democracia en la España plurinacional que todos deseamos.Nuestro país, considerado antes por algunos dirigentes como una “Democracia avanzada”, sufre en estos momentos el peor escenario del nuevo golpismo articulado.
Por una parte las declaraciones incendiarias mencionadas, por otra todos los medios de comunicación difundiendo las mismas imágenes y opiniones en la búsqueda de un estado de opinión contrario al progresismo. A ello se suma el llamado ‘partido Judicial’ con las asociaciones de jueces mayoritariamente conservadoras y el desprestigiado CGPJ arremetiendo contra las decisiones del gobierno y el parlamento.
La citada trama civil del golpismo vociferando junto al Congreso el “A por ellos”, que demuestra sus intenciones. Y finalmente una cúpula empresarial nacional que, en contra del sentir de los empresarios vascos y catalanes partidarios de la Amnistia y el nuevo gobierno, pretende ensombrecer el panorama de futuro económico del país.
Por desgracia el Partido Socialista ha tardado demasiado tiempo en darse cuenta del alto precio a pagar con la no depuración de las estructuras del Estado en donde más se perpetuó la herencia franquista, es decir los Cuerpos de Seguridad del Estado, el Ejército y el aparato Judicial, quienes ahora utilizan las cloacas policiales y mediáticas para deteriorar su imagen.
También son conscientes ahora de lo que ha supuesto el continuo Lawfare contra los y las lideres de Podemos y que estos han soportado desde que en el 2015 aceptaron convertir la potente capacidad impugnadora del Regimen del 78 -reflejada en las calles y plazas por el 15 M-, en una fuerza con aspiraciones de transformación en nuestro país.
Son ahora ellos y su partido, el del presidente Sánchez, quienes soportan las mentiras mediáticas y el acoso callejero de sus representantes.Mientras todo esto sucede, en las calles un clamor aumenta en exigencia de un alto el fuego inmediato en la martirizada Palestina. En el programa de “Cenizas de Babilonia-Diáspora Española” hemos traido a un testigo excepcional del drama, el portavoz de la Embajada de Palestina y jefe de su oficina de negocios, Riyad Alhalabi, quien nos ha descrito los escenarios presentes del horror y propuesto una salida que podamos apoyar para la obtención de una Palestina libre, justa e independiente.
En Argentina, España y Palestina es necesario que los vientos giren y las calles y plazas se llenen de esperanza y un futuro sin amenazas.