Por Walter C. Medina
ENTREVISTA A JULIO RODRIGUEZ
Dirigente de Podemos con una larga trayectoria dentro del Ejército Español, y ex General del Ejército del Aire, Julio Rodríguez concedió una entrevista al programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española”, de AM 830, Radio del Pueblo. “Cuando se habla de paz uno se siente muy pacifista, pero cuando se habla de presupuestos se carga la mano en inversiones en armamento y no en paz. Para invertir en paz hay que invertir en educación y en sanidad. La gente quiere vivir en paz”, dijo Rodríguez en relación a la industria armamentística y a los presupuestos en defensa de los gobiernos europeos.
En tu carrera militar habrás podido constatar la persecución a los militares demócratas. ¿Se podría afirmar que el día de hoy, manifestar simpatías progresistas y antifranquistas supone un ejercicio de riesgo en el interior del ejército español?
Pues sí. No le llamaría yo un ejercicio de riesgo, pero sí que tiene varios problemas. Las fuerzas armadas son tradicionalmente una institución conservadora, y muchas veces manifestar posturas progresistas no ayuda mucho a progresar en esa carrera.
Además ahora vivimos tiempos de mayor polarización entre extremas derechas, y probablemente sea más difícil ahora que en épocas anteriores.Cuando ya se le había retirado de la carrera militar, se produjeron en España unas amenazas muy graves de jubilados del ejército que muchos recordamos.
¿Crees que eso de que hay que aniquilar a 26 millones de españoles, teniendo en cuenta la admiración franquista de sus autores, es un aviso muy en serio para cuestionarse el rol del ejército español en una democracia como su presume la nuestra, avanzada?
Yo creo que es un síntoma de la polarización que existe en nuestra sociedad, y evidentemente una gente que todavía no había evolucionado, como era este grupo de militares, aprovechando que no estaban sujetos a la doctrina militar, pues emitieron su juicio de valor, que evidentemente muestra el reflejo de la sociedad.
Pero no creo que llegara a tal extremo de que fuera un peligro para la democracia, aunque sí que es un síntoma de la polarización y de que la democracia es algo que hay que construir todos los días. No por haber nacido en una sociedad democrática uno es demócrata; es una actitud que pasa por el sistema educativo, por una creación de valores y por educarse, crecer y aprender a vivir en democracia todos los días.
Tras el giro del PSOE en 1986, España ratificó las condiciones de su permanencia en la OTAN. Las bases militares norteamericanas pasaron entonces a ser en buena parte de la alianza, manteniendo su función.
¿Crees que se han cumplido las condiciones previstas en la pregunta del referéndum?
No, es evidente que no, porque en aquel referéndum se apostaba por una retirada y de reducir el número de fuerzas americanas en España, cosa que ha aumentado, algunas de las bases se han vuelto a activar, y ese ha sido un resultado de la política que ha seguido en los últimos años Estados Unidos tratando de reforzar a la OTAN, una organización que desde mi punto de vista había quedado obsoleta desde el momento en que cae el muro de Berlín.
Hasta el mismo Trump habló de la obsolescencia de la OTAN, el mismo Macrón habló de que ya era una organización que estaba obsoleta y que había nacido para la defensa contra el bloque soviético y que había perdido totalmente sus funciones.
Se ha producido un rearme, un crecimiento de los presupuestos en defensa, justificado en una guerra, en el conflicto Ucrania-Rusia.
¿Sería factible que el Congreso ordenara al Ministerio de Defensa una declaración trimestral para constatar una reducción de los niveles de contaminación del aire, tierra y agua producidos por el sector militar y armamentístico, público y privado en España, en la línea de cumplimiento de 2030?
Dada la correlación de fuerzas que existe en el Congreso, veo eso yo muy lejano. Evidentemente sería positivo que esa propuesta se hiciera, porque únicamente se progresa en estas actividades cuando hay una presión ciudadana.
Pero ahora mismo la correlación de fuerzas que existe en el Parlamento español, en la que ha dejado de haber una mayoría progresista, de izquierda, evidentemente va a ser muy difícil ahora.La base de Rota ha sido defendida y al parecer nadie cuestiona el desmantelamiento de la industria militar en las instalaciones de la bahía de Cádiz.
¿Existe alguna alternativa a la permanencia de una base norteamericana que muy probablemente de cobijo en las próximas semanas a Israel en su masacre impune contra Palestina? ¿Fracasa la izquierda aceptando la lógica creciente de la industria militar?
Evidentemente este tipo de desmantelamiento de bases, o de cambiar el incremento en el gasto militar, o de ahondar más en una cultura de paz y no en una cultura de guerra, es un proceso de largo plazo y pasa por transformar los sistemas industriales que hay en determinadas geografías, como es el caso de Cádiz y de Rota; está todo asociado a la industria naval.
Esto exige un cambio de políticas que busque la transformación. Es un proceso largo, pero hay que hacerlo. Yo lo veo difícil, porque ahora se ha vuelto a producir un incremento en el gasto militar por la presión del lobby armamentístico, y evidentemente esas poblaciones que están asociadas a este tipo de industria, defienden esa posición.
Pero las políticas de paz pasa por ir haciendo programas a largo plazo, que cambien los puntos de referencia de esas ciudades, que en vez de estar dedicadas a la industria del armamento, pasen a otro tipo de industrias más transformadoras.
¿Cuáles serían los pasos a dar en unos futuros presupuestos generales del Estado para reconvertir o transformar las partidas destinadas a mantener a la OTAN o a su economía de guerra, y dedicarla a inversiones en tecnologías ambientales o médicas?
Yo creo que pasa por una mayor transparencia en los presupuestos generales del Estado que es la ley más importante en la legislatura, donde se establecen las prioridades. Muchas veces la población no es consciente de que en esas prioridades hay un mayor gasto en armamento del que se especifica en la misma ley, porque se esconde, derivando esos mismos gastos en defensa a otros ministerios; al ministerio de Industria, de Asuntos Exteriores, y se ponen unas cifras que no son las reales.
El Congreso y el Parlamento pueden hacer mayor hincapié para que la población, igual que es consciente de lo que se gasta en Sanidad y en Educación, sepa lo que se gasta en armamento. Y cuando las cifras se comparen, y la población decida donde quiere poder sus prioridades. Probablemente esa es una forma de presión.
Yo siempre propugno que los presupuestos en defensa tienen que ser transparentes, pero este no es el caso. Vista la evolución y el aumento de los conflictos médicos en el mundo, ¿sigue teniendo sentido el conocido axioma militar de Si vis pacem, para bellum?Yo creo que si quieres la paz, hay que preparar la paz. Para preparar la paz, también hay que invertir en paz.
Cuando se habla de paz uno se siente muy pacifista, pero cuando se habla de presupuestos se carga la mano en inversiones en armamento y no en paz. Para invertir en paz hay que invertir en educación y en sanidad.
La gente quiere vivir en paz y no estar pendientes de unos determinados enemigos lejanos, y con una estrategia del miedo, que siempre funciona para que las inversiones vayan en ese sentido. Yo creo que si quieres la paz, hay que preparar la paz.
¿Ha llegado la ONU, y especialmente su Consejo de Seguridad, a un límite en el que necesitan una profunda transformación ante su ineficacia y contínuo descrédito?
Es clarísimo que se produzcan manifestaciones a favor de acuerdos y determinados protocolos en lo que es la Asamblea de las Naciones Unidas, y que por un veto único de un país o de dos países, esas decisiones mayoritarias no puedan llevarse adelante.
Es claro que esto exige una renovación del funcionamiento de las Naciones Unidas, aunque ya se están abriendo brechas en esos bloques geopolíticos con China, con los Brics; y esto está demostrando la obsolescencia de los procedimientos. Mientras tanto hay poblaciones que están sufriendo esas debacles que so estos conflictos basados en intereses, porque todavía tenemos que hablar del lobby armamentístico funcionando como el complejo militar industrial que todavía está funcionando desde la Segunda Guerra Mundial y, con otros nombres, siguen defendiendo sus intereses; porque únicamente ganan dinero con este tipo de conflictos:
El sector energético, el sector de las materias primas. El sector armamentístico aumenta sus cifras, pero van en contra de los derechos humanos y del bienestar de la Humanidad y yo soy pacifista.
Una entrevista muy importante para que se difunda por Latinoamérica el anti-belicismo de militares de la cúpula gubernamental en España en estos momentos de genocidio impune en Palestina apoyado por la industria armamentista del pentágono y wall street. Los pueblos tienen que reflexionar si quieren seguir pagando con el sudor de su trabajo, que depositan en sus impuestos, a las élites financieras. Estas invierten en la industria armamentista y consiguen que voten en los parlamentos venta y compra de armamento para apoyar guerras. Así estas guerras «usan» el armamento pero llenándoselas las manos de sangre y destrozando el ecosistema en todo el globo. Estas guerras así puedan renovar el arsenal gracias a los impuestos y la banca privada prestando mas y mas con intereses a sus favoritos: los fabricantes de armamento.Esa fabricación de armamento que diezma poblaciones es la economía de guerra: fabricación infinita de armamento con financiación + intereses de la banca + cobro de bonos de la bolsa. Industria de armas, banca y bolsa usando las vidas de millones de personas que mueren antes de tiempo , contaminando el planeta y su vida en él con emisiones de CO2, uranio empobrecido, fósforo blanco que afectara a nuestras generaciones venideras .