Revueltas populares y el caos que vive Francia similar a una guerra civil.

Nahel, un adolescente de 17 años, murió el martes después de que un policía le disparara en el pecho.

Según los primeros indicios de la investigación, dos policías en motocicletas querían controlar el automóvil que conducía Nahel y que circulaba a gran velocidad «por un carril bus» en el suburbio parisino.

.Los policías le habrían indicado al conductor que se detuviera en un semáforo en rojo, pero este arrancó de nuevo.El agente acusado de dispararle ha sido detenido por cargos de homicidio, pero la protesta en Francia no se detiene. Al menos 270 personas han sido detenidas por las fuerzas del orden francesas en apenas unas horas, en una nueva noche de violentas protestas que sacuden Francia desde el martes por la muerte de un menor a manos de un policía en Nanterre.

El caso de Nahel ha reavivado la controversia sobre la acción policial en Francia, donde se registró un récord de 13 muertes durante controles de tráfico el año pasado.Nahel es la segunda persona este año que muere de esta manera en Francia.

Organizaciones como Amnistía Internacional y el Consejo de Europa han acusado recientemente a las fuerzas de seguridad francesas de abuso policial en el manejo de manifestaciones masivas, como las de los «chalecos amarillos» o las más recientes protestas contra la reforma de las pensiones. A tres días de su muerte, la ONU le pidió este viernes a Francia que aborde con seriedad los problemas de racismo y discriminación dentro de sus cuerpos policiales.»Ahora es el momento de que el país aborde seriamente los problemas profundamente arraigados de racismo y discriminación entre las fuerzas del orden», aseguró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos durante la conferencia de prensa regular de la ONU en Ginebra, Suiza.

La ira de los suburbios desfavorecidos en Francia, esas ciudades periféricas que a menudo albergan a los sectores más pobres de la sociedad francesa.»Las personas que viven en estas comunidades tienen dos veces más probabilidades de ser inmigrantes que el promedio nacional y tres veces más probabilidades de estar desempleados», escribió Iona Lefebvre en su artículo para el Instituto Montaigne.Estos barrios, conocidos como banlieues (la periferia de las ciudades), se vuelven escenarios de violentas protestas tras casos como el de Nahel, que ocurren con cierta frecuencia.

Ante esta escalada de violencia a lo largo de estas noche, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció la movilización de 45.000 agentes de las fuerzas del orden. Al mismo tiempo, se reporta que además del despliegue de vehículos blindados de la gendarmería, 29 helicópteros han sido movilizados en todo el país para ayudar a contrarrestar los disturbios.

Los primeros choques fuertes entre la Policía y los manifestantes comenzaron hacia las 20:00 (hora local) del viernes. En la ciudad de Lyon, a pesar de la prohibición de las autoridades, unas 1.500 personas se concentraron cerca del ayuntamiento para protestar y exigir la justicia por el menor asesinado. Los manifestantes lanzaron fuegos artificiales, mientras la policía respondía con gases lacrimógenos.

La tensión también era palpable en el centro de Marsella, donde hasta el momento ya han sido detenidas al menos 87 personas, algunas de las cuales intentaban saquear varias instalaciones públicas. Se informa que fueron asaltados una sucursal de Caisse d’Épargne (Caja de Ahorros-Banco) y una tienda de Sephora.Además, las autoridades están seriamente preocupadas por el saqueo de una armería, en particular, se denunció el robo de siete fusiles. Poco después del incidente se informó que uno de los atacantes fue detenido con un fusil.

También se registraron intentos de saqueo en la ciudad de Grenoble: decenas de jóvenes encapuchados rompieron escaparates y saquearon tiendas, entre fuegos artificiales e incendios de contenedores y bicicletas.

Mientras tanto, en Burdeos se produjo un asalto a una comisaría. Los manifestantes arrojaron un proyectil humeante en su interior. Como resultado cuatro policías quedaron atrapados en el primer piso. Al mismo tiempo, también fue atacada una comisaría de la comuna de Bonnay-sur-Marne.

Redacción Revista TU VOZ, París

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