Al hablar en la apertura de la 26ª reunión del Foro de São Paulo, el presidente dijo que la izquierda del continente necesita unirse para frenar el avance de la extrema derecha y acabar con la desigualdad en el mundo.
Los partidos y movimientos progresistas de América Latina y el Caribe debemos unirnos para construir un continente y un mundo más igualitario, más democrático y libre de la inhumanidad de la extrema derecha. Eso fue lo que defendió el presidente Lula este jueves (29), al hablar en la apertura de la 26ª reunión del Foro de São Paulo , que se desarrolla hasta el 2 de julio en Brasilia.
Uno de los fundadores del Foro, en 1990, Lula recordó que el grupo surgió con el objetivo de discutir formas de hacer que líderes políticos progresistas comprometidos con el bienestar de los trabajadores lleguen al poder por medios democráticos (ver video en el que Gleisi Hoffmann cuenta la historia del Foro de São Paulo ). Después de 33 años, los ideales siguen siendo los mismos.
“Necesitamos acabar con la desigualdad en el mundo. No es posible que sigamos con esta desigualdad en alimentación, salario, educación, vivienda. Con género, desigualdad racial. Todos los días vemos un aumento en el número de personas pobres en el planeta. Los niños mueren de hambre mientras los ricos pagan un boleto cohete para buscar el nuevo mundo, mientras que de ellos es este mundo”, dijo indignado.
En esta lucha por un mundo más justo e igualitario, Lula defendió una reorganización de la gobernanza global, que implica cambios en las Naciones Unidas —más específicamente en el Consejo de Seguridad— y en el fortalecimiento de instancias que contribuyan a la formación de un mundo multipolar, como los Brics, Celac y Unasur.
Luchando contra el neofascismo.
Lula agregó que, actualmente, otro desafío de la izquierda global es impedir el avance de la extrema derecha, que hace avanzar el neofascismo en casi todo el planeta. “Además de cuidar nuestro país, tenemos que fortalecer los sectores progresistas y democráticos de la sociedad en este mundo. Porque la derecha fascista ha crecido en muchos lugares”.
Brasil, señaló, aprendió por las malas lo que significa para la población de un país estar dominado por un gobierno de extrema derecha y ultraliberal. “Cuatro años de extrema derecha en este país ha sido una lección para todos nosotros. O nos organizamos para resolver los problemas de la sociedad brasileña, especialmente el tema de la inclusión social, o la extrema derecha está ahí, mintiendo, usando fake news, violando cualquier parámetro de dignidad para volver al poder”, advirtió.
El presidente también defendió que los participantes del Foro de São Paulo practiquen siempre un diálogo franco y abierto. “Muchas veces, el verdadero amigo es el que te dice que estás equivocado, el mejor compañero es el que llama la atención”, recordó. Pero enfatizó que las diferencias no pueden dividir a los progresistas del continente hasta el punto de impedirles trabajar juntos.
Al fin y al cabo, por muchas divergencias que haya, el objetivo final de la izquierda es el mismo, compartido por el presidente, quien finalizó explicando cuál ha sido siempre su lucha: “Mientras este corazón joven siga latiendo, lo haré”. estar luchando por nosotros para conquistar la respetabilidad y la dignidad del pueblo trabajador de nuestra querida América Latina”.
Redacción Revista TU VOZ, Brasil