Redacción de Argentina.
Lo que conocíamos del mundo global hasta este momento, podría tener certificado de defunción y nos encontraríamos con una nueva acta de nacimiento de una nueva geopolítica.Podríamos decir “ hace unas horas, desde un búnker diplomático de la residencia de Trump, (porque la casa blanca ya es demasiado pública para este tipo de indecencia)”.
Donald Trump ha pondría sobre la mesa una oferta que ha dejaría a los neoconservadores en Washington al borde del infarto y a los banqueros de Wall Street, descorchando champagne, mientras el resto del mundo arde, lo bautizarian con el nombre del gran reajuste hemisférico.
Si EEUU ofreciera a China y Venezuela, un acuerdo trilateral que, si se firmara podrían reescribir los mapas, destruirá ciertas economías y confirmaría que el imperio no está muriendo, se estaría rivatalizando para sobrevivir.
Lo que promulgarian algunos medios afines y las redes sociales y que el departamento del estado se negaría a confirmar, sería una propuesta de intercambio para China, la venta de Taiwán, y aquí es donde entra la parte que nadie creía posible. Trump ofrecería a Xi Jinping lo que ningún presidente estadounidense se hubiera atrevido siquiera a susurrar el fin de la ambigüedad estratégica.
Estados Unidos se comprometeria a retirar el portaviones USS Gerald Eriford del Mar de China Meridional, y a prohibir toda venta de armamento avanzado a Taiwán en enero de 2027. Reconocimiento tácito, una declaración conjunta donde EEUU reconoce la soberanía indivisible de China, permitiendo a Beijing una integración política y eventualmente militar de la isla sin intervención estadounidense.
El precio para la China de Xi Jinping es que debería retirarse de América Latina, desmantelar la iniciativa de la franja y la ruta en el hemisferio occidental.Nada de puertos en Perú, nada de estaciones espaciales en Argentina, nada de préstamos a Brasil, China se queda con Asia. EEUU se quedaría con las Américas, es el regreso de la doctrina Monroe, la tragedia del realismo puro.
Esas serían ilusiones liberales que nos metieron en este lío, lo que estamos presenciando hoy es el triunfo de la política de poder.. Durante 30 años, Estados Unidos vivió en la fantasía de la Hegemonía Liberal, creyendo que podía dictar cómo vivían los aldeanos en Afganistán, cómo votaban los ucranianos y cómo gobernaban los chinos, fue un delirio, y ese delirio nos llevó a la bancarrota estratégica, lo que Trump promulga desde su disparate casi lunático es la supuesta corrección realista y el falso reconocimiento de los límites.
Algún que otro especialista en geopolítica les diría que esto era inevitable, Estados Unidos no tiene la capacidad industrial, ni militar, ni económica para contener a China en su propio patio trasero, Asia, y simultáneamente dominar el hemisferio occidental. Intentar hacerlo es un suicidio. Al vender Taiwan, Trump estaría admitiendo una verdad dolorosa que nadie en Washington se atrevería a aceptar.
Taiwan era indefendible. La geografía es el destino y China es hoy en día una potencia militar y económica..Está a 6.000 millas de distancia.
La correlación de fuerzas había cambiado y reversiblemente a favor de Beijing, pelear por Taiwán significa la tercera guerra mundial y una derrota humillante para EEUU al tener que retirarse de Asia. Estaría practicando lo que llamamos offshore balancing, equilibrio desde la distancia llevado al extremo.
Nos replegamos diría EEUU Dejamos que Japón y Corea del Sur a su suerte , la fortaleza americana desaparece , a cambio que obtenemos seguridad existencial a la seguridad de Venezuela. EEUU estaría blindando su seguridad energética para el próximo medio siglo en un mundo donde las cadenas de suministro globales se están rompiendo y la guerra es endémica tener el petróleo en tu propio hemisferio a 3 días de navegación de Texas es la única póliza de seguro que importa.
Trump con sus fantasmagóricas propuestas dice que el mundo ya no es global. El mundo se está fragmentando en bloques regionales. China tendrá su esfera de coprosperidad en Asia y él quiere la de América la cual convertirá en su fortaleza inexpugnable.
Seria brutal para los taiwaneses y humillante para los europeos.Pero desde la perspectiva de la supervivencia del estado estadounidense sería una jugada maestra de maestra y la admisión de que el imperio global ha muerto. Y ahora deberíamos luchar por el imperio regional.
Si esto pasara ¿ven la estrategia?, sería por la desesperación económica. Lo que Trump haría y es la confesión más clara de que el sistema capitalista estadounidense fracasaria.

El fin del dólar y el saqueo final. ¿Por qué Venezuela? Porque el dólar estadounidense está en caída libre. Después de la crisis inflacionaria de principios de 2026 y el ascenso del BRICS PASS que ya controla el 45% del PIB mundial, Estados Unidos ya no puede imprimir billetes para comprar prosperidad.
El mundo ya no quiere nuestra deuda diría Trump. Así que, ¿qué hace un imperio capitalista cuando ya no puede competir en el libre mercado? Vuelve al mercantilismo colonial. Vuelve al robo a mano armada.Este acuerdo no sería sobre seguridad.
Es sobre Exxon, Chevron y BlackRock. Es sobre asegurar que el valor excedente, la plusvalía del trabajo venezolano fluya directamente a los balances corporativos de Nueva York para apuntalar un mercado de valores que es un zombie.
Al forzar a Venezuela a vender sólo a Trump crearía un mercado cautivo, y obligaría a una nación soberana a convertirse en una tienda de la compañía. Sería la recreación de la compañía de las indias orientales, la traición a la clase trabajadora, diciéndole a China.
Tomen Taiwan.¿Qué nos dice esto? Que para el capitalismo estadounidense, la democracia es una mercancía. Tiene un precio y el precio es el monopolio de los recursos latinoamericanos. Venderían con ese acuerdo fantasma a 23 millones de taiwaneses, trabajadores altamente calificados a un sistema autoritario, no por estrategia, sino para salvar las ganancias trimestrales de las corporaciones energéticas estadounidenses.
Sería la mercantilización de la geopolítica. Además, piensen en el trabajador estadounidense. Este acuerdo promete petróleo barato.¿Creen que eso bajará el precio de su gasolina? Eso sólo bajará los costos operativos de la industria petroquímica. Los beneficios se incrementarian. Se quedarían en los dividendos de los accionistas, mientras que la clase trabajadora de EEUU seguirían enfrentando salarios estancados y una infraestructura en ruinas.
Sería el último suspiro de un sistema que es incapaz de innovar o competir con China económicamente, sería una decisión de dividir el mundo como mafiosos, repartiéndose los barrios de una ciudad. ¿Tú te quedas con el lado éste? Yo con el oeste y exprimimos a la gente que vive allí. ¿Cierto?
Cuál sería la reacción global. Pánico y silencio, la noticia ha caído como una bomba y en Taipei un pánico bancario masivo. La bolsa de Taiwan se suspendería indefinidamente.El gobierno de Taiwán trataria desesperadamente de llamar a la casa blanca.
Pero, y esto es lo más cruel, las líneas parecerian estar ocupadas. La traición es total.En Bruselas, la Unión Europea estaria en estado de shock catatónico. Si EEUU se retira a sus américas, Europa se quedaria sola, congelada, sin energía barata, y con una Rusia envalentonada en su frontera éste.
La OTAN, efectivamente,estaría muerta.Caracas con el presidente Maduro estaría en televisión nacional, vestido no de revolucionario, sino de traje, hablando de una nueva era de respeto.Se vendería la revolución bolivariana por la supervivencia de sus régimen, a la retórica imperialista, se ha evaporaria en el instante en que el cheque de Chevron se hiciera efectivo.
¡Conclusión, el nuevo orden oscuro! Lo que Trump decimos que haría es impensable, sólo para aquellos que todavía creían en los cuentos de hadas del siglo 20, el mensaje es claro, ya no hay reglas, no hay aliados, no hay principios, sólo hay intereses, recursos y la fuerza bruta para tomarlos.
China se queda en Latinoamérica y todos los que estamos en medio somos sólo daños colaterales en el balance final.
Bienvenidos al mundo bipolar, bienvenidos al final de la historia tal como la conocían, y recuerden, cuando la gasolina baje de precio la próxima semana, este descuento será pagado con la libertad y la resistencia de un pueblo el Venezolano, que plantó cara a EEUU y defiende la soberanía de una nación en el Caribe, así que el cuento termina, hoy China con la tenencia de deuda de Estados Unidos podría dominar Taiwán sin pegar un solo disparo o dinamitar EEUU y llevar a su pueblo al hundimiento económico.
Venezuela es más libre y soberana y las películas son historias deseadas y contadas, pero no cumplidas.