En Venezuela bombarderos B-52 se dirigen hacia las costas mientras en Honduras Trump continúa con injerencia coloniales.

Por Francisco López, enviado especial Honduras.

Son tiempos complicados y confusos en Honduras y la región , mientras en Honduras se ha celebrado unas elecciones con la intervención de Trump en las mismas (que aun continúa) presionando para que al líder ultraderechista el empresario Nasry «Tito» Asfura se le declare ganador, o la intervención en el indulto del condenado por narcotráfico del ex presidente Juan Orlando Hernandez en Estados Unidos justo en fechas de veda electoral en Honduras, sin olvidar el fraude electoral orquestado desde la oposición en el TREP para condicionar una eleccion.

Algo inaudito que mucha gente no entiende y que va a la contra de lo normal, en este caso la oposición hace el fraude sin que el gobierno del Partido Libre pueda hacer nada para impedirlo, todo hace indicar tras esta confraternidad de los poderes facticos un triunfo de Salvador Nasralla, del Partido Liberal (si el imperio lo deja), para avalar este robo electoral.

Nasry «Tito» Asfura y Donald Trump

Destacariamos que en las primarias del Partido Libre votaron cerca de 700.000 personas afiliadas y estas elecciones la adjudicación de votos a la candidatura de Rixi Moncada no llegaría a los 350.000 votos (con lo que va escrutado) algo increíble y sin lugar a dudas una certificación de un fraude consentido e incentivado desde Estados Unidos , que dias antes puso como ejemplo lo que puede hacer de forma ejemplarizante con Honduras al igual que lo esta haciendo con Venezuela o los ataques dialécticos a Gustavo Petro en Colombia.

Ahora vallamos a Venezuela donde por un lado dos bombarderos B-52 de la fuerza aérea de Estados Unidos están dirigiéndose en estos momentos hacia las costas venezolanas, (los mismos han sido reportados), todo esto en un contexto de crecientes, tensiones regionales como hemos expuesto anteriormente.

La maniobra refleja la postura de Washington ante la inestabilidad política y también el aumento de sanciones, provocadas por mentiras del imperio acusando a Venezuela de estar vinculados al crimen, al terrorismo o narcotrafico (como el clan de los soles, que no existe) un invento para justificar la agresión , mientras se deja en libertad a un jefe de Narcotráfico en Honduras, condenado por la Justicia de Estados Unidos Juan Orlando Hernandez.

Precisamente esto se da en un contexto de nuevas sanciones contra Venezuela o a las declaraciones de un Donald Trump, diciendo en las últimas horas que los ataques terrestres son inminentes, unido a estos dos bombarderos B-52 que se dirigen a las costas de Venezuela, intentando generar miedo y zozobra en la población desde la brabuconeria de un Trump, que intenta desatar las alarmas en Venezuela para que el pueblo se revele, pero al contrario las consecuencias de estas declaraciones transmiten al pueblo unidad de acción y autodefensa ante lo que pueda tener programado el imprebisible Donald Trump.

Aunque hay señales dirigidas a estas noticias, que podriamos ver una contraposicion , ya que este martes pasado se reanudaron los vuelos de repatriación de venezolanos desde el territorio de los Estados Unidos y muestran que «hay conversaciones» entre Washington y Caracas.«Lo importante aquí es que si los Estados Unidos le está pidiendo petroleo a Venezuela y Venezuela le da petroleo lo que quiere decir que hay conversaciones» toda una metáfora.

Sin lugar a dudas la llamada entre el presidente Nicolás Maduro y su homólogo Donald Trump, quiere decir que los canales están abiertos, aunque EEUU y sectores opositores usan el tema militar en el Caribe y la «guerra psicológica» para asustar y desestabilizar Latinoamérica.

Esto unido a que el secretario de Estado, Marco Rubio, animó a Donald Trump a intentar llegar a un acuerdo con Nicolás Maduro, pese a que el líder venezolano dejo claro las lineas rojas, en las qué se destaca el respeto a la soberanía nacional y territorial, asi como a los dirigentes elegidos en elecciones libres y soberanas.

La presión militar de EE.UU. con ataques a embarcaciones o los 15.000 soldados frente a las costas de Venezuela, y el envío de estos bombarderos B-52 aumentan la desestabilizacion en la región, a la vez que las conversaciones continuan y llevan cierta esperanza en que el imperio de EEUU respete la soberanía popular de un pueblo agerrido y combatiente como es el pueblo Venezuelano a las órdenes de su comandante Nicolas Maduro, o de una Honduras que quiere un camino al margen de las directrices de un Trump colonialista y dictatorial con la patria grande.

Sitio protegido por Google reCAPTCHA. Ver políticas de privacidad y términos de servicio.

Desarrollo Web Efemosse