Buenos Aires, septiembre de 2025.
El sábado 27 de septiembre se descubrirá en la puerta del antiguo cine Los Ángeles (Av. Corrientes 1764) una placa dedicada a recordar la obra y la figura de la artista plástica gallega Maruja Mallo. La artista española estuvo exiliada en Argentina desde el estallido de la guerra civil española hasta 1962, donde vivió intensamente el ambiente artístico y dejando una huella imborrable en la cultura y sirven de inspiración a muchas mujeres hasta el día de hoy.
En el acto de descubrimiento de la placa estarán la encargada de presentar el proyecto, la diputada en la legislatura porteña Cecilia Ferrero, el propietario del teatro Multiescena, Marcelo Morales, así como integrantes del colectivo feminista Galegas na diáspora, impulsoras de esta iniciativa para dejar testimonio de la vida y la obra de las mujeres gallegas en la ciudad.
Mural “Armonía Plástica”
“Armonía plástica” es el título del mural que Maruja Mallo realizó sobre los tres grandes paneles de los muros del vestíbulo den el cine Los Ángeles. La obra de la artista plástica gallega se veía desde la calle y en las paredes del edificio parecían danzar las figuras de temática marina y espíritu onírico. El edificio se inauguró el jueves 5 de julio de 1945 en la Avenida Corrientes 1764 de la Ciudad de Buenos Aires y fue diseñado por los arquitectos Abel López Chas y Federico J. Zemboraim. Las revistas especializadas como “Arquitectura” pusieron atención al único mural realizado por la artista española y lo describieron del siguiente modo:
«Al comentar las composiciones de su mural, dice Maruja Mallo: “Todo gravita en consonancia, en ondas plásticas que se propagan en el plano, transformándose en líneas y volúmenes, en formas giratorias, en algas, estrellas, medusas y en cuerpos humanos submarinos y aerodinámicos, que participan más del avión que del ángel, del submarino que de la sirena, porque se ha humanizado el mito al realizarlo. Todo está sujeto a medidas. Toda armonía depende de una proporción, de una relación numérica»

El orden y la belleza del universo tienen su origen o explicación en los números. Suprimir el ritmo del universo es suprimir el universo. El ritmo de los astros, del tiempo y de la Arquitectura de las grandes épocas es medida. Sin medida, que es armonía, todas las cosas son accidentales y no manifiestan ni sirven al poderío del espíritu. El arte clásico es la consecuencia del orden, la aritmética, ciencia abstracta, es imprescindible para el hombre, el álgebra es poesía. La geometría es tierra medida”. Revista de arquitectura 1945
Creadora surrealista multifacética
Maruja Mallo vivió en Buenos Aires durante 25 años en los que continuó desarrollando su vocación artística y creativa en distintos ámbitos. Llegó al exilio en febrero de 1937 sostenida por una sutil red de relaciones del ámbito cultural y político, y una fuerte trayectoria artística y personal de exposiciones y amistades que facilitaron su inserción en el universo social y laboral porteño.
El sábado 27/9 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires descubrirá una placa para recuperar la memoria de Maruja Mallo a 30 años de su fallecimiento ? Es una iniciativa del colectivo feminista Galegas na Diáspora para visibilizar a las mujeres gallegas en Argentina
Maruja Mallo, nacida en Viveiro, Lugo, como Ana María Gómez González, pasó su infancia en Corcubión y Avilés. A los veinte se instaló en Madrid junto a su extensa familia que se trasladaba acompañando los diversos destinos laborales paternos como funcionario de aduanas. Ingresó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y realizó cursos privados que le ayudaron a salir del academicismo que la oprimía. Participó de la experiencia de Vallecas desde su inicio en 1927 y de innumerables tertulias, verbenas y fiestas con artistas, poetas, escritores y periodistas. En 1926, 1927 y 1928 recibió becas de estudio de la Diputación Provincial de Lugo que le permitieron seguir investigando y experimentando como artista plástica.
La Junta para ampliación de estudios de Madrid le otorgó una beca en 1931 que amplió en 1932, para perfeccionar las técnicas de escenografía en Paris. Ejerció como profesora de dibujo y de cerámica. Realizó exposiciones individuales en Madrid con el auspicio de Ortega y Gasset y en París y participó de varias muestras colectivas en Madrid, Barcelona, Gijón, San Sebastián.

El estallido de la guerra civil la encontró en Galicia, su tierra natal, lejos de su casa en Madrid. Con una invitación de Amigos del Arte de Buenos Aires y con la ayuda de Gabriela Mistral y la protección de Victoria Ocampo, embarco en Lisboa en el vapor Alcántara. Traía una vasta experiencia, y el prestigio logrado por las exposiciones y su variado grupo de compañeros y amigos, como Dalí, Lorca, Neruda, Varo, Méndez, Hernández, Ribas, Neruda.
Durante su exilio, dictó conferencias, escribió artículos y libros, ilustró, pintó cuadros, realizó exposiciones en diversas ciudades, fue escenógrafa y muralista. Una de las obras por las que se destacó fue el personaje que hizo crecer de ella misma, comenzando por su nombre.
Un personaje que no coincidía con el modelo femenino aceptado: ella hizo y dijo más allá de lo permitido para las mujeres. Una persona libre, transgresora y creativa que participaba de las tertulias y reuniones de la alta sociedad porteña, al mismo tiempo que mantenía vínculos personales con otros exiliados y emigrantes republicanos. En los años vividos en Buenos Aires continuó su obra de Madrid anterior al 37, que la había definido como surrealista, desbordando el mundo de la pintura y haciendo arte y creación como una forma de vivir.
Galegas na Diáspora.